En ese momento, la estrategia de los panificadores fue reducir el tamaño de cada unidad para evitar subir el precio a los clientes. Pero esta semana, se estaría registrando un nuevo incremento, debido a que inicios de mes, el costo de la harina de trigo reflejó un nuevo aumento y pasó de Q46 a Q50 y Q65 el saco. Y entonces, ahora solo solo se compran 3 unidades por Q1.
Eso depende de si se trata de harina dura o suave, manifestaron panificadores del oriente del país, ubicados en Sanarate, San Agustín, Guastatoya, entre otros. “Todas las marcas de harina de trigo locales subieron de precio y están bloqueando el ingreso de una que viene de Honduras, que era de mejor calidad, rendimiento y más asequible. Ahora ya no se podrá comprar esa opción”, señaló uno de los panificadores, quien prefirió omitir su nombre.
Entonces, consideran que la elaboración del pan popular ya no es rentable para ellos y no pueden subir los precios de manera considerable porque son sancionados por la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco). Pero la situación es insostenible por más tiempo, afirmaron.
En opinión de Lubia Osorio López, de la Panadería Gato Gordo ubicada en la zona 1, todos los insumos han subido; incluso las grasas con las que se elaboran productos como los pasteles. “Hace un año, la caja de manteca de 27 libras costaba Q150 y ahora se encuentra en Q230, al igual que la margarina, que ya subió dos veces”, indicó.
A su juicio, no se puede subir de un solo golpe el precio del pan porque las personas se resisten a pagarlo “y aunque nos quede menos ganancia, estamos cumpliendo con servir a las personas”.
Herbert García, de la panadería Nuevo Amanecer, agregó que al momento de subirle el precio al pan popular, se corre el riesgo de perder las ventas; pero no se podrá sostener más tiempo el mismo precio porque hay toda una cadena que depende de ese producto y los costos para elaborar el producto siguen subiendo.
El origen es externo
Enrique Lacs Palomo, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB) afirmó que el costo del pan aumentó porque los precios internacionales del trigo subieron 72% en ocho meses.
En julio del 2021, el precio internacional se ubicaba en US$654 (por unidad de medida expresada en bushells) y al 9 de febrero del 2022 llegó a US$798, una diferencia de US$144 y un incremento de 22%. Pero, al sumar el primer incremento del año pasado, que fue de 50% da un total de 72% para la presente fecha, explicó.
“Por lo anterior, el incremento al precio del pan popular se encuentra entre 40% y 45% pasando de cuatro unidades por Q1 a Q1.30 ó Q1.50, y aún se queda corto, porque ese aumento no compensa el impacto en el resto de las materias primas que involucran la elaboración del pan”, dijo Lacs.
Por lo tanto, no se descarta que esos incrementos se reflejen en otros productos de manera paulatina, porque se trata de factores externos o lo que se llama una inflación importada, porque somos tomadores de precios”.
A esto se suma la crisis de contenedores y los precios de los fletes que aún son elevados: el transporte marítimo granelero también aumentó sus tarifas y pasó de US$10 mil en enero del 2021 a US$30 mil y US$40 mil en febrero del 2022.
En cuanto a la demanda internacional, explicó que se está consumiendo más de lo que se produce, sin olvidar el costo de los combustibles que también es importante para el traslado de toda la materia prima hacia las panificadoras.
Lacs enfatizó que se debe tomar en cuenta que una materia prima como el trigo, es transformada en el país y para ello se requiere de energía eléctrica, agua, mano de obra, transporte, entre otros insumos, por lo que el encarecimiento puede extenderse a otros sectores.
“Los fletes no son el problema”
Edith Flores de Molina, viceministra de Integración y Comercio Exterior del Ministerio de Economía aseguró que el país no tiene restricciones para importar trigo y es un producto que está libre de aranceles.
La funcionaria agregó que las importaciones vienen de Sudamérica y Estados Unidos, por lo que el aumento en el costo de los fletes no debería incidido en los precios del pan popular, y aunque haya un aumento, es mínimo, porque lo más afectado es el traslado de Asia a los Estados Unidos.
Por otro lado, existe una alta demanda de este producto y no hay escasez de algún tipo, sino que se está consumiendo más entre los hogares.
También mencionó que una planta local de harina de trigo aumentó en un 35% su capacidad instalada; por lo tanto, la oferta está cubierta para el mercado nacional y esa situación podría traducirse en mejores precios para los panificadores y en consecuencia, para los consumidores finales.
Subirán nivel de alerta
Carlos Vásquez, vocero de la Diaco, afirmó que no se han recibido quejas por parte de los consumidores sobre el aumento del precio al pan popular, pero elevarán el nivel de alerta entre los supervisores.
Entre la canasta básica de alimentos se encuentra el pan, y por el momento, el precio es de cuatro unidades por Q1; en otras panaderías se encuentra 3 unidades por Q1; y otras incluso Q0.50 cada unidad, lo que depende del tamaño. Sin embargo, no hay un precio estándar, enfatizó el comunicador.
Los precios de la harina de trigo no son verificados por la Diaco, solamente algunos granos básicos, la tortilla y el pan popular.