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Para explicar su decisión, la autoridad destacó que “el enfoque y la gestión de Uber han demostrado una falta de responsabilidad respecto a varios problemas, con consecuencias potenciales en la protección y seguridad del público” .
La TfL también acusa a Uber de no reaccionar suficientemente ante las denuncias de delitos de los que sus conductores serían testigos y de su incapacidad a la hora de comprobar los antecedentes penales de sus chóferes.
La autoridad culpa asimismo a Uber de utilizar un programa para que las autoridades no detecten a los conductores cuando estos trabajan en zonas donde no tienen derecho a operar.
Uber reaccionó anunciando que prevé “recurrir inmediatamente esta decisión ante la Justicia” .
El gerente general de Uber en Londres, Tom Elvidge, ya anticipó que la compañía apelará para “defender el sustento de los conductores y la elección de millones de consumidores londinenses que usan la aplicación”.
Más de 40 mil personas se quedarán sin trabajo por esta decisión, dijo Elvidge en un comunicado, en donde también destacó que la empresa está comprometida con la seguridad y que sus conductores son sometidos a las mismas revisiones de antecedentes que aquellos que manejan los famosos taxis negros de la ciudad.
“Uber opera en más de 600 ciudades en todo el mundo, incluyendo más de 40 pueblos y ciudades aquí en el Reino Unido. Esta prohibición le mostrará al mundo que, lejos de estar abierto, Londres está cerrado a empresas innovadoras que dan la opción de elegir a los consumidores”, señaló.
En Londres operan también otros servicios privados de transporte. La aplicación MyTaxi, que pertenece a Daimler, aprovechó la decisión de TfL para ofrecer un descuento del 50 por ciento a los usuarios hasta fines de septiembre.
“Los 3.5 millones de londinenses que utilizan nuestra aplicación y los más de 40 mil conductores autorizados que dependen de Uber para vivir se quedarán atónitos ante esta decisión” , denunció el jefe de la compañía en Londres, Tom Elvidge, en un mordaz comunicado.
“Al querer prohibir nuestra aplicación en la capital, Transport for London y el alcalde han cedido a los llamados de un pequeño número de personas que quieren limitar la elección de los clientes” , denunció el director londinense del gigante estadounidense, que tiene sede en San Francisco.
“Si esta decisión se mantiene, más de 40 mil conductores estarán en el paro y los londinenses se verán privados de un medio de transporte práctico y adorable” , agregó.
Cultura empresarial sexista
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, afirmó por su parte su “apoyo total” a la decisión de TfL. “Sería un error seguir dándole una licencia a Uber si esta supone una amenaza para la protección y la seguridad de los londinenses” .
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La decisión de TfL constituye un problema adicional para Uber, que ya enfrenta numerosos desafíos. El grupo acaba de nombrar a un nuevo presidente, el exdirector de Expedia, Dara Khosrowshahi, en sustitución de Travis Kalanick.
Kalanick había sido acusado de llevar a cabo una cultura empresarial sexista y agresiva, mientras que una exempleada denunció este invierno casos de acoso en el grupo.
La empresa, que perdió más de 600 millones de dólares en el segundo trimestre de este año, está siendo investigada por sospechas de corrupción por parte de responsables oficiales extranjeros.
Además, la compañía también tiene a los taxis en su contra, que ven en ella una amenaza, al tiempo que reguladores de numerosos países tratan de frenar su actividad y sus conductores reclaman mejores remuneraciones y una mayor protección social.
El valor del grupo está estimado en más de US$70 mil millones en base a su capacidad para captar fondos de inversores, lo que le convierte en la mayor empresa emergente no cotizada del mundo.