En una conversación con Prensa Libre, Contreras dibujó, desde su silla, cómo vislumbra el panorama sobre la situación del Seguro Social en el contexto del manejo de la pandemia, las cifras actualizadas de endeudamiento, la coyuntura financiera y lo que vendrá en los siguientes meses.
¿Cuáles son las cifras actualizadas por la emergencia del covid-19?
Hemos atendido 63 mil casos sospechosos a las cuales se le han realizado las pruebas del diagnóstico, y de eso tenemos el 34% de pacientes positivos, de ellos, el 90% de pacientes recuperados.
Estamos hablando de 66 mil 200 pruebas realizadas –al miércoles 26 de agosto–, con 19 mil casos recuperados.
Hasta ahora hay 587 pacientes hospitalizados a nivel república y 385 a domicilio, lo que suma 972 casos activos.
En su momento más difícil se tuvieron cerca de mil 600 personas hospitalizadas, y ahora hay 587, por lo que estamos en una época baja de las distintas curvas y olas que tiene esta enfermedad.
¿Cuáles son las variaciones observadas del covid-19?
Hay un proceso de contaminación, y la enfermedad tiene un ciclo de incubación, manifestación, y recuperación.
Se presentó una primera ola que creció de marzo a julio cuando llegó a su tope. Por supuesto, las medidas de contención permitieron que la contaminación empezara a bajar con ese ciclo, y se evidencian con esas curvas.
La enfermedad tuvo picos intermedios antes de llegar a un punto más alto, se ha presentado como ola, y así se seguirá manifestando a lo largo de los próximos meses hasta que no aparezca una vacuna, y así es como funciona.
A partir de marzo y abril, empieza la escala de contaminación y hay un pico a finales de mayo; luego baja por junio, y vuelve a subir otra vez a un pico alto en julio; baja todavía, pero hay un pico a principio de agosto y luego viene una franca caída, hasta recuperar niveles que se tenían a mediados de mayo, que es en la que estamos ahora.
¿Qué implica este comportamiento?
Este proceso de incubación, manifestación, y recuperación va a seguir manifestándose en los próximos meses, y no sabemos a ciencia cierta hasta dónde va a llegar la tendencia ahora, pero con la apertura hay un proceso nuevo de contaminación que se está manifestando sobre todo en la provincia, y que abrirá picos y luego bajas como manifestación epidemiológica.
¿Qué acciones, coberturas e inversiones se han tenido que desarrollar para enfrentar a la pandemia?
Se desarrolló una estrategia con las indicaciones que brindó la Junta Directiva.
Las acciones van con la asignación de seis hospitales centinelas, y todas las unidades necesarias en la cuales se mejoró la infraestructura, equipamiento, contratación de recurso humano y se habilitaron áreas de atención al covid-19.
En la zona metropolitana se habilitaron dos hospitales e incorporaron tres más, y los hospitales de zona 6 y 9 tuvieron un gran desempeño en su momento en la atención. Se abrió un ala de 50 pacientes en el Hospital de Rehabilitación.
Además, se incorporó un intensivo en Tecún Umán (zona 9) y estamos incorporando un nuevo hospital de infectología, ya que se tuvo que reconstruir en la Verbena.
El hospital que se construyó en Villa Nueva se tuvo que transformar y se agrandó Tecún Umán para casos moderados, para responder a toda la demanda de atención que se tuvo.
Se incorporaron nuevas instalaciones para estar preparados a los picos que se vienen.
Por otro lado, se clasificó a los pacientes en leves, moderados y severos.
Para los casos leves y asintomáticos se contrataron hospitales por concurso público de cuatro hospitales en la capital, así como en la provincia, para incorporar 900 camas adicionales que, en su momento, estuvieron ocupadas en su totalidad.
Se creó el módulo de diagnóstico con los hisopados en consultorios de zona 1, 5, 6 y 11, entre otros.
¿Qué inversiones se hicieron?
Se van a incorporar dos hospitales modulares, y uno va a estar instalado en los campos del Roosevelt, zona 11, y otro en Escuintla.
En equipamiento, se adquirieron no menos de 120 ventiladores mecánicos, y hablamos de Q30 millones, ya que cada ventilador cuesta en promedio Q250 mil, y tenemos por incorporar 50 ventiladores adicionales, así como monitores.
También se adquirieron lotes de pruebas PCR, a pesar de la escasez, y se hizo una inversión fuerte de insumos de protección para el personal de salud como trajes, mascarillas, etc., en todas las unidades que están en contacto con esta enfermedad.
Además, del abastecimiento de medicamentos, con las medicinas más avanzadas y caras del covid-19 se incorporaron a los tratamientos, y una guía de protocolo para todos los pacientes.
La adquisición de medicamentos a los pensionados, que del IGSS son 170 mil más 103 mil del estado, que suman 280 mil jubilados, que hay que cuidarlos del covid-19 y de sus enfermedades.
La orden fue cerrar las consultas externas y se han atendido a través de teleconsulta por los médicos a los pacientes y el envío de los medicamentos a sus domicilios. En el reporte más reciente había como 800 mil recetas distribuidas. Los equipos han asistido a diferentes entidades públicas y empresas para practicar las pruebas.
¿Cuáles son los datos de la deuda los patronos?
Hay un endeudamiento del sector privado por Q1 mil 200 millones, las municipalidades, Q847 millones, unidades descentralizadas, Q313 millones, y suma unos Q2 mil 400 millones al 31 de julio del 2020. La deuda del Estado a esa fecha asciende a Q50 mil 816 millones.
Es significativo comentar que la deuda del Estado como patrono es de Q5 mil 989 millones, y el aporte para la atención de clases pasivas asciende a Q5 mil 900 millones, solo en esas dos deudas es como Q12 mil millones, y Q38 mil millones es la deuda del Estado, como tal, por cada uno de los afiliados que debería de pagar.
Por ejemplo, esos Q12 mil millones que se han dejado de percibir del Estado como patrono, es un dinero que ha salido de otros sectores que sí cumplen con sus obligaciones y cotizaciones, y eso ha mermado las capacidades financieras del Seguro Social, no digamos los Q38 mil millones, porque se hubiera tenido el pago ordenado de esos recursos, y entonces la potenciación para la cobertura y atención serían distintas.
A pesar de esas condiciones, el instituto mantiene una posición financiera sana y estable.
¿Cuánto sería el monto total de deuda registrada?
Estamos hablando de un promedio de Q54 mil millones.
¿Qué balance tiene por la compra de medicinas vía UNOPS?
Hay tres aspectos que se deben considerar.
El primero es de la economía en la compra de medicamentos, la otra es el impacto financiero de los ahorros en la inversión y el tercero los réditos operativos por los impactos que se han tenido con la contratación de UNOPS.
En el primer ámbito, se han desarrollado ocho eventos de licitación de medicamentos, desde el 2017 al 2019. Si nosotros hubiéramos comprado esos medicamentos como se venían realizando antes de UNOPS, y si le aplicamos los precios que se pagaron en 2016 -de los eventos 2017 al 2019- al aplicarle los precios, se pagaron Q3 mil 083 millones, ese monto nos costó con UNOPS Q1 mil 343 millones. Quiere decir que tuvimos ahorros por Q1 mil 739 millones, que es el 53% de ahorro solo en la adquisición de medicamentos.
Por supuesto, con estos Q1 mil 700 millones se trasladaron a inversiones y generaron réditos adicionales, de manera que los ahorros que calculamos en la proyección 2017 a 2019, no es menos de unos Q2 mil 600 millones.
El tercer aspecto son los réditos operativos. En el ámbito del fortalecimiento institucional, en las transferencias de capacidades, y tuvimos mayores niveles abastecimiento de medicamentos en las bodegas para atender mejor a los derechohabientes, un suministro oportuno de medicamentos y hemos aprendido a comprar con competitividad.
Con UNOPS se compra el 33% de medicamentos, y aplicamos lo que aprendimos en las adquisiciones y tanto así es que en las compras directas hemos superado a los precios de ese organismo, reclamo que nos hace una persona por ahí interesada, que expone que, con UNOPS, que dice que salimos mal porque se compra más barato en compra directa, pero por supuesto que sí se quebraron los precios.
Ni modo, que ahora se compra más barato porque se tienen esquemas competitivos.
Entonces es un gran activo que hemos recibido de UNOPS. Significa un mayor número de oferentes, se “parten” los mercados, con tendencia hacia la baja de los medicamentos, y al hacer un análisis de cómo está comprando Salud Pública, se podría dar un ahorro, y no dudaría que en muchos rubros ya tengan un mejor precio los medicamentos.
El otro aspecto que se ha venido consolidando es realizar compras de manera consolidada, con economía de escala y todo apunta a que en el futuro que se pueda realizar en Centroamérica y México.
No está lejos de que el IGSS que preside el Consejo de Instituciones de Seguridad Social de Centroamérica, pueda consolidar las compras mayores de medicamentos, que son los réditos de transferencia de capacidades que se ha podido adquirir.
¿Cómo están los pasivos del IGSS?
Es una pregunta muy especializada, pero puedo hablar de cómo se encuentran en el ámbito del covid-19.
Cuando inició la pandemia, se hizo una evaluación y análisis. Vimos la necesidad de contribuir con los contribuyentes y cotizantes para apoyar la pandemia y se prorrogaron las cuotas patronales por tres meses.
Ahí teníamos proyectado que se dejaría de percibir 50% de la recaudación, sin embargo, no fue así y realmente la recaudación cayó más o menos en 34%, y al final de cuentas solo 16% de las empresas solicitaron esas ventajas.
Al final de cuentas, teníamos previsto ingresos por recaudación de Q6 mil 500 millones, y se recaudaron Q5 mil 700 millones, tenemos una recaudación menor, pero por encima de lo que se había calculado del 50%.
Entonces, la recaudación y la cotización se han comportado estables, hay un reconocimiento de la importancia de la Seguridad Social, y se ha tomado la decisión de no dejar de pagar. El balance es positivo.
¿Qué hay de las reservas?
No hemos tocado las reservas, tomando en consideración que hay una baja en la recaudación, que hemos tenido que invertir en la emergencia y pagar suspensiones de trabajo. Se ha salido adelante con los ingresos ordinarios constituidos en las cotizaciones y en las rentas de capital.
Ha sido un manejo ordenado de las finanzas, y una respuesta positiva a los derechohabientes.
Se ha salido con los recursos ordinarios, y al final de año se proyecta que habrá un superávit, y lo explica un manejo ordenado.
¿Cómo es la gestión financiera para el manejo del covid-19?
En ese marco financiero, se destinaron Q500 millones al manejo de la pandemia, y al final se asignaron Q694 millones, y de esos se han adjudicado Q371 millones, en cuatro mil 581 eventos, y de esos Q235 millones adjudicados y Q135 millones pagados.
El IGSS utilizó sus propios recursos y no faltó nada para la atención oportuna a los derechohabientes.
¿Hay riesgo financiero por la pandemia?
Las inversiones más fuertes que se tenían que hacer para atender el covid-19 ya se hicieron en infraestructura y equipamiento, y ahora el problema es el talento humano, ya que en el país no se ofrece suficiente profesional especializado, pero se cuenta con el personal.
Pero no se han tocado las reservas, y se mantiene la expectativa en los programas EMA -enfermedad, maternidad y accidentes- para mantener un año más, y por otro lado el programa IVS -invalidez, vejez y sobrevivencia- que se cuentan con las reservas planificadas.
¿Cuánto es el monto de las reservas?
Las reservas hasta ahora son Q40 mil 148 millones. En 70 años, el portafolio de reservas creció a Q27 mil millones, y en los últimos cuatro años creció de Q27 mil a Q40 mil millones, y solo en cuatro años creció Q13 mil millones, es decir, la mitad de lo que fue en 70 años.
Eso demuestra que hay ahorro tanto en UNOPS, las disposiciones de la Junta Directiva, la gerencia, y evidencian un manejo ordenado.
¿Cuál sería la situación para los siguientes meses?
Diría que están sentadas las bases para una Seguridad Social diferente, con un enfoque de la misión, sobre bases de transparencia y de efectividad.
La institución cuenta con un potencial muy grande y con efectividad ha mostrado su nobleza y su capacidad a servir.
Yo creo que estamos a un futuro muy positivo de Seguridad Social, pensando ampliar la cobertura a otros sectores en el corto plazo, y un convenio que se suscribió con UNOPS para la construcción de ocho hospitales en todo el país para los próximos cinco años, con finanzas sanas, personal empoderado.
¿En qué consiste ese convenio?
Se realizará con el dinero ahorrado, y se destinará para infraestructura. El convenio es de US$434 millones -Q3 mil 341 millones- que es dinero fresco del IGSS, sin un solo crédito, y sin comprometer las reservas de los fondos de reservas para EMA e IVS.