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Ley de Infraestructura Vial Prioritaria mejoraría proyección económica para los próximos dos años

Autoridades monetarias, analistas y tomadores de decisiones, brindan una tendencia y perspectiva para la economía nacional en 2025 así como la evolución de algunas variables.  

Una de las señales positivas es la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria y que algunos resultados empiecen a reflejarse en el mediano plazo y en el 2026. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El ejercicio económico que recién comienza en Guatemala conlleva una serie de análisis para los tomadores de decisiones, agentes económicos y las autoridades que ejecutan las políticas públicas.

La interacción de los diferentes sectores se basa sobre las expectativas y las guías establecidas en la política monetaria, cambiaria y crediticia, que transmiten una relativa estabilidad, pero que están sujetas a un contexto internacional “muy volátil y hostil” sobre todo por los conflictos geopolíticos en Oriente Medio, que pueden desencadenar en la interrupción de las cadenas de abastecimiento de materias primas como el petróleo y a su vez en la inflación, e influir directa como indirectamente en el comportamiento de la economía mundial.

En el terreno interno, las variables apuntan a lograr un crecimiento de la economía medida por el producto interno bruto (PIB) del 4 % mayor al 3.7 % así como una inflación proyectada en 4 % al final del ejercicio.

Se proyecta un clima de negocios estable, sin mayores intervenciones; la continuidad de una apertura comercial; el ingreso de capitales internos y externos destinados para la inversión, pero una de las deudas pendientes es en la infraestructura, sobre todo en la red vial, puertos y aeropuertos.  

¿Qué se viene?

Álvaro González Ricci y José Alfredo Blanco Valdés, presidente y vicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria, informaron algunos de los lineamientos establecidos en la Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia, que estará vigente para este año.

En la política 2025, no solo se consideran las proyecciones de las variables, sino de algunas medidas que fortalecen la institucionalidad del esquema del inflation targeting (objetivo de la inflación) que se consideran pertinentes implementar por parte de la JM.

"Uno de los sectores claves, será la construcción que tendrá una subida en su tasa de crecimiento, seguido de las industrias manufactureras; actividades profesionales, científicas y técnicas; comercio y reparación de vehículos; enseñanza y las actividades de servicios administrativos y apoyo"

Álvaro González Ricci y y José Alfredo Blanco Valdés, presidente y vicepresidente del Banguat

En cuanto a las variables, el escenario inicial era de un crecimiento del 3.7 % para este año, pero se ajustó hacia el alza en 4 %, que estaría apoyada en las mejoras de las perspectivas del crecimiento de ciertas actividades productivas.

Uno de los sectores claves, será la construcción que tendrá una subida en su tasa de crecimiento, seguido de las industrias manufactureras; actividades profesionales, científicas y técnicas; comercio y reparación de vehículos; enseñanza y las actividades de servicios administrativos y apoyo.

Para remesas familiares se proyecta un ingreso de US$22 mil 675 millones, que equivale a unos Q174 mil 574 millones; crecimiento de las exportaciones 5 %; importaciones 7 %; crédito bancario al sector privado 11 % e inversión extranjera directa US$1 mil 815 millones.

Alcanzar 4 % al mediano plazo

En el contenido de la política monetaria, considera que llegar al 4 % del crecimiento del PIB está condicionada en que el presupuesto general de ingresos y egresos 2025 por Q148 mil 526 millones, más otras ampliaciones, alcance un nivel de ejecución del 91 % durante el ejercicio fiscal.

González Ricci y Blanco Valdés, remarcaron que una buena parte de la explicación de pasar del 3.7 % al 4 % es por la ejecución del gasto estatal “y en la medida que el Gobierno de la República invierta en infraestructura, aumente la productividad, ejecute el gasto en los tiempos programados y llegar a una ejecución del 91 % que sería algo histórica, ya ni se está tomando una ejecución de cien por ciento del gasto”.

“Se derrama a la construcción con una buena ejecución presupuestaria que puedan crecer mejor a otro tipo de actividades; es una buena noticia y es un gran reto al mediano plazo. Venimos de un 3.7 % el 2024 y 4 % en 2025 por lo que llevamos una tendencia creciente, y para que eso sea sostenible hay que invertir en todo lo que hemos dicho en bastante tiempo que es en infraestructura, educación, salud, mejorar el sistema de gobernanza y de justicia que junto a un presupuesto ordenado podría llevarnos a un crecimiento del 4 % que puede ser un poco más sostenible en el mediano plazo”, resaltaron ambos funcionarios.

Una de las señales positivas es la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria y que algunos resultados empiecen a reflejarse en el mediano plazo y en el 2026.

Control de precios

Sobre el comportamiento de la inflación, la banca central proyecta que se puedan disipar los choques de oferta que se ha observado y que en diciembre pasado la inflación se comience a acelerar para que poco a poco en 2025 aumente y que al final del año termine en el rango meta del 4 %.

“Estamos en un escenario muy bueno, porque se tiene un 4 % de crecimiento del PIB y 4% de incremento de la inflación. Lo más importante que en la cifra per se es todo lo que hay detrás. La inflación es más manejable porque la JM tiene demasiadas décadas de manejar el indicador con el apoyo de la política fiscal y manejando la tasa líder de interés de política monetaria para que la misma se mantenga en rango meta.

En cuanto al crecimiento, es un esfuerzo más ambicioso, un poco más complicado, pero no imposible en la medida que se cumpla con todas las medidas que permitan que el 4 % se mantenga por ahí y que se pueda elevar a tasas más altas en el futuro que hablamos de cinco años o más”, aseguraron ambos funcionarios en entrevista con Prensa Libre.

CIG: Hay potencial de crecer más

Para Raúl Bouscayrol presidente de la Cámara de Industria de Guatemala, aún, no hay una claridad de datos de fuentes internacionales creíbles que prevén un crecimiento del 4% en 2025. 

Sin embargo, aclaró que por supuesto, Guatemala tiene el potencial de crecer arriba de ese 4  % y para ello se necesitan realizar inversiones que tengan impacto en este crecimiento.

Citó, por ejemplo, que se debe invertir en capital físico, que se refiere a carreteras, puertos y aeropuertos, que aumenta la competitividad. También invertir en el capital humano, el talento guatemalteco, mejorando sus competencias con capacitación, se apoya a la productividad.

“Estos elementos impactan positivamente en el crecimiento y si lo hacemos bien, podemos impulsar el crecimiento arriba del 5%. Estos elementos los contempla el plan Guatemala No Se Detiene (GNSD) en dos de sus ejes y es por ello es por lo que desde la institución consideramos que esta debe ser la hoja de ruta a seguir para la colaboración entre sectores”, apuntó.

Fundesa: Perspectiva positiva

Consultado Fernando Para Spross, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), se tiene una perspectiva positiva para que crezca por encima del 4 %, tomando en cuenta que hay indicadores positivos como el crecimiento interanual de los empleos reportados por el IGSS hasta finales de septiembre, que registra un crecimiento de 4.5 veces el incremento promedio anual de los últimos 10 años. 

Asimismo, resaltar que la aprobación de la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria, la que puede empezar a sentar son las bases de un mayor crecimiento económico a largo plazo, “pues es sabido que para ello es necesario aumentar la productividad de la economía, aunque esto requiere de acciones y reformas en distintos sectores, resaltando la necesaria mejora en la calidad de la infraestructura, incluyendo carreteras, puertos, aeropuertos, conectividad, entre otras”.

Fundación Libertad y Desarrollo: cifra razonable

En tanto que Paul Boteo, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo, la proyección del 4 % se interpreta como una cifra razonable, cuando se asume que la inversión pública se reactiva este año y que las remesas logran un crecimiento de al menos 10 %.

Sin embargo, advierte que podría haber riesgos: un posible conflicto comercial y el endurecimiento de las políticas migratorias anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos podrían bajar las proyecciones de crecimiento de 4 % a 3.5 %.

A esto se agrega la inestabilidad en Oriente Medio y el prolongado conflicto en Ucrania y Rusia, que podría resultar en el aumento del precio de ciertas materias primas, como el petróleo, que impactan el bolsillo de los consumidores. “En general, se podría espera un crecimiento de 3.5 % a 4 % este año”, concluyó.

Icefi: Posición temporal 

Para Abelardo Medina Bermejo, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) es un poco lógico la posición, con la salvedad del aumento del gasto público que, si produce un efecto multiplicador, y que el PIB alcance 4 % para este año. Pero al igual que Bouscayrol coincide que no hay ningún organismo internacional que lo perciba o que lo respalde.

No hay un horizonte que indique que, se exportará más y tampoco se percibe realmente que la corrupción vaya a disminuir. 

A su juicio, es posible alcanzar una tasa del 4 %, sí, pero más parece el reflejo de una posición temporal; es decir como parte de la misma oscilación (rango) normal en torno al valor potencial, dado a que no se percibe, todavía, cambios estructurales en la capacidad productiva privada o en la efectividad institucional, ni en el funcionamiento del mercado financiero, que lo explique.

Para ello es necesario que se clarifique los “motores” de dichos cambios o que pueda ser un simple número político, concluyó.

ESCRITO POR:
Urias Gamarro
Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.