Ley de clasificación de basura: cómo afecta a los guatemaltecos el reglamento que comienza el 11 de febrero
A partir del 11 de febrero, todos los guatemaltecos deberán cumplir al 100% el Reglamento para la Gestión Integral de Residuos y Desechos Sólidos comunes, según el Acuerdo Gubernativo 164-2021. Conozca cuál es la responsabilidad de cada actor involucrado en esta cadena.
A partir del 10 de febrero, será obligatorio cumplir al 100 % con el Reglamento para la Gestión Integral de Residuos y Desechos Sólidos, el cual establece que los ciudadanos deben separar la basura, mientras que las empresas recolectoras y las municipalidades deberán realizar la clasificación correspondiente. (Foto: Prensa Libre, Pexels)
Este acuerdo busca promover la separación adecuada de la basura en tres categorías: orgánica, reciclable y no reciclable, lo que facilita el reciclaje y la reutilización de materiales valiosos, reduce la cantidad de residuos que terminan en los basureros y contribuye a la conservación de los recursos naturales.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA): "recolectar los materiales reciclables es tan solo un paso en una serie de acciones que generan ganancias desde el punto de vista financiero, ambiental y de la sociedad".
En Guatemala, este proceso, regulado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), con el objetivo de reducir la cantidad de desechos que terminan en los vertederos. Según investigaciones, se han determinado que el 50% de los desechos que genera el país son orgánicos.
Sin embargo, para que este proceso sea efectivo, es necesario que todos los ciudadanos comprendan no solo cómo hacerlo correctamente, sino también la importancia de esta práctica.
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En una entrevista con Edwin Castellanos, viceministro de Recursos Naturales y Cambio Climático, se analizó la relevancia de separar y clasificar la basura; los pasos necesarios para llevar a cabo esta tarea; y las implicaciones para la comunidad si los actores involucrados no cumplen con su responsabilidad.
Cronología de la implementación
El Acuerdo Gubernativo 164-2021 fue emitido en 2021 y originalmente contemplaba la separación y clasificación de los residuos en 7 categorías. Sin embargo, tras un análisis y considerando las dificultades que podría enfrentar la población, se realizó una enmienda para que la responsabilidad de los usuarios sea solo de separar, no clasificar.
Aunque la fecha límite para completar la implementación es el 10 de febrero de 2025, Castellanos destaca que ya muchos guatemaltecos están separando su basura correctamente.
¿Por qué es importante separar la basura?
La separación en los hogares permite un manejo más eficiente de los residuos. Si los materiales reciclables se contaminan con restos de comida, su reciclaje se vuelve más costoso y menos efectivo.
Según Edwin Castellanos: "Cuando tiramos la basura sin separarla, estamos perdiendo material valioso que aún puede ser reutilizado. Al clasificar, estamos separando materiales con valor económico, como vidrio, plástico y papel, que pueden ser reciclados y transformados en nuevos productos".
El reciclaje aumenta la vida útil de los basureros al reducir el volumen de residuos. Al separar materiales reciclables y orgánicos, como los restos de comida, se disminuye la cantidad de basura que llega al vertedero. Esto optimiza el uso del espacio disponible y prolonga la vida útil de los basureros hasta el doble de lo que se tenía previsto.
Además, al hacerlo en casa, la eficiencia del proceso aumenta considerablemente. Los trabajadores de los camiones recolectores no pueden separar todo adecuadamente, ya que solo extraen lo que es visible, lo que implica que los materiales valiosos pueden terminar contaminados y, por lo tanto, inutilizables.
¿Cómo separar la basura correctamente?
El proceso de separación debe iniciarse desde el hogar. En ese sentido, el reglamento espera cada familia separe la basura en tres grupos o categorías principales:
- Residuos orgánicos: Esto incluye los restos de comida, como cáscaras de frutas, verduras y otros desechos biodegradables. Este material es valioso, ya que puede ser utilizado para compostaje y generar abono orgánico.
- Material reciclable: El vidrio, el papel, el plástico y el Tetra Pak deben ser separados para su posterior reciclaje. Es importante que los guatemaltecos mantengan estos materiales lo más limpios posible para garantizar su reciclaje efectivo.
- Residuos no reciclables: Este grupo incluye los materiales que no pueden ser reciclados, como servilletas de papel sucias, papel higiénico o productos de Duroport. Estos deben ser enviados al relleno sanitario.
No es necesario quitar tapas de plástico de botellas o etiquetas de papel, se recomienda que los materiales reciclables lleguen a los centros de procesamiento lo más limpios posible.
Por otro lado, si al momento de separar la basura tiene duda si es material reciclable o no, Castellanos aconseja depositarlo como reciclable.
La cadena de 5 pasos para desechar la basura
El proceso para la correcta gestión integral de residuos y desechos sólidos comunes sigue una cadena de cinco actores fundamentales, que deben cumplir rigurosamente su papel para garantizar una gestión adecuada de la basura:
- Separación en el hogar o empresa: El primer paso es separar los residuos en orgánicos, reciclables y no reciclables desde el origen, es decir, en las casas y lugares de trabajo.
- Recolección: Las municipalidades o empresas privadas son responsables de recoger los residuos de acuerdo con su clasificación, asegurándose de que no se mezcle el material reciclable con el orgánico o no reciclable.
- Transporte: El siguiente paso es trasladar los residuos al relleno sanitario o a las plantas recicladoras, garantizando que los materiales reciclables lleguen a su destino sin ser contaminados.
- Procesamiento o clasificación: Las recicladoras son las encargadas de clasificar los materiales reciclables, retirando plásticos, etiquetas o cualquier contaminante que pueda afectar su reciclaje. Este paso es crucial para asegurar que el material pueda ser reutilizado de manera eficiente.
- Disposición final: Finalmente, los residuos no reciclables o que no pueden ser compostados son enviados al relleno sanitario, donde se dispone de ellos de forma controlada y con el menor impacto posible al medio ambiente.
El proceso de separación y su impacto
Si las familias logran separar correctamente, la cantidad de basura que se enviaría al relleno sanitario se reduciría considerablemente. "Si una familia solía tirar una bolsa de 10 libras sin clasificar, ahora solo enviarían 2 o 3 libras de material no reciclable al basurero, mientras que el resto de la basura sería reciclable o compostable", señala Castellanos.
La correcta separación de residuos permite que las empresas recicladoras puedan procesar el material de manera eficiente, generando un impacto positivo tanto en la economía como en el medio ambiente.
Sin embargo, el éxito de este proceso depende de que todos los actores involucrados cumplan su rol.
¿Qué sucede si no se separa la basura correctamente?
Castellanos recalca que si cualquiera de los actores que intervienen en el proceso de gestión de residuos y desechos falla, toda la cadena se ve afectada. "La separación en el hogar es fundamental, pero también lo son las municipalidades, los recolectores y las empresas encargadas de procesar los materiales reciclables", señala el viceministro.
Las municipalidades deben supervisar a los recolectores para asegurarse de que se cumpla con la normativa, y los recolectores tienen la responsabilidad de hacer cumplir la separación en los hogares.
El MARN supervisará el cumplimiento de las regulaciones y actuará en función de las denuncias recibidas. En caso de incumplimiento, el MARN no solo aplicará sanciones, sino que buscará motivar a los involucrados a adaptarse a las nuevas normativas, brindando plazos para corregir las irregularidades.
El aplazamiento constante: un freno al progreso ambiental en Guatemala
Castellanos subraya que seguir aplazando la vigencia del reglamento no resolverá el problema de fondo. Aunque la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM) ha solicitado prórrogas por no estar lista, el viceministro considera que este enfoque solo perpetúa la inacción. “Si bien se puede argumentar que aún no estamos totalmente preparados, las continuas prórrogas no harán que estemos listos en el futuro", afirma Castellanos.
La falta de un enfoque proactivo no solo dilata la implementación de la ley, sino que también pone en riesgo los esfuerzos por promover una cultura de reciclaje y gestión adecuada de residuos en el país.
Las autoridades del MARN abogan por que las municipalidades comiencen a trabajar con las herramientas disponibles, alineándose con las necesidades y adaptándose a la normativa, en lugar de seguir buscando excusas para postergar la implementación.
A lo largo de los años, se han visto casos como el reglamento de aguas residuales, que lleva casi 20 años siendo prorrogado sin avances sustanciales. Esto es un claro ejemplo que postergar no es la solución.
Conciencia y educación ambiental: el motor del cambio
La conciencia y la educación ambiental son los pilares sobre los cuales se construye una cultura de respeto y cuidado hacia el medio ambiente. No se trata solo de cumplir con una ley, sino de comprender la importancia de las acciones diarias en el bienestar del planeta.
A través de la educación, las personas adquieren el conocimiento necesario para identificar los problemas ambientales y entender cómo sus decisiones impactan directamente en el entorno. Cuando la ciudadanía está bien informada y motivada, se convierte en un agente activo de transformación.
La educación es la herramienta más poderosa para fomentar una cultura de reciclaje y cuidado del medio ambiente", agrega Castellanos.
Las pequeñas acciones cotidianas pueden marcar una gran diferencia. Desde reducir el uso de plásticos hasta llevar nuestros propios recipientes al supermercado, cada gesto cuenta. Reducir, reutilizar y reciclar son principios clave para cambiar la percepción y fomentar una mayor conciencia ambiental.
El reciclaje y la correcta separación de residuos no solo son una responsabilidad de los guatemaltecos, sino también una oportunidad para mejorar la gestión ambiental del país. Con la colaboración de todos los actores, la educación adecuada y el cumplimiento de las normativas, Guatemala puede avanzar hacia un futuro más limpio y sostenible.