Según Gomar, a finales de este año saldrán de sus viveros 200 mil nuevas plantas, que serán distribuidas en Amatitlán y lugares bajos de la Costa Sur.
A pesar que el aguacate tarda entre dos a tres años en florecer, el objetivo de los nuevos productores es que este sea para exportar, y para lograrlo, contó Gomar, incorporaron más variedades, como el Booth 8.
Ronald Sequén, del vivero Rubí, en Chimaltenango, dijo que la producción de este año podría no ser tan buena, aunque reconoce un crecimiento del 40% en ventas de pilones comparado con el 2015.
Marco Quilo, presidente del Comité de Aguacate, de la Asociación de Exportadores de Guatemala (Agexport), indicó que la producción de este año se resintió debido a que que varios productores descuidaron plantaciones de árboles antiguos.
Álex Montenegro director de Defruta, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), afirmó que trabajan con la cadena del aguacate para fortalecer la producción con mejores prácticas, incorporación de sistemas de riego y planes de industrialización para transformar el producto.
En julio pasado, los precios del aguacate subieron de manera alarmante a nivel mundial porque la producción se redujo en 100 mil toneladas métricas (TM), al pasar de 3 mil millones de TM a 2 mil 900 millones anuales.
En julio, los precios de la red de 90 a 100 unidades alcanzaron los Q291.67, mientras que a octubre fueron de Q210.