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Las siete razones por las que el IGSS considera oportuno aumentar el salario mínimo 2025, y por qué la Junta Monetaria no emitió opinión
El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) opina que es oportuno incrementar el salario mínimo para el 2025, aunque no refirió un monto o porcentaje específico en su respuesta al Ministerio de Trabajo, mientras que la Junta Monetaria decidió no emitir opinión y explica las razones.
El IGSS analizó mediante dos modelos de crecimiento económico diversos factores para opinar sobre el salario mínimo para el 2025. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).
Según lo establecido en el artículo 112 del Código de Trabajo cada año el IGSS y la Junta Monetaria (JM) deben remitir al Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab) las observaciones que estimen pertinentes en cuanto la fijación proyectada del salario mínimo puedan afectar sus respectivos campos de actividades.
La decisión está actualmente en manos del presidente de la República, Bernardo Arévalo quien el 16 de diciembre dijo que sí habrá aumento al salario mínimo, aunque no especificó de cuánto sería.
Método de evaluación del IGSS
Dentro del proceso para la paga mínima del 2025, este año el IGSS hizo el análisis técnico al respecto basado en dos modelos para poder determinar si había efectos que impactaran la inversión, la mano de obra y el progreso tecnológico y la conclusión es que con los datos nacionales no hay peligro por lo que sí es posible incrementar el salario mínimo, explicó el jefe del Departamento Actuarial y Estadístico de la institución, Edwin García Caal.
El IGSS hizo un análisis técnico para evaluar el impacto de un incremento del salario mínimo y para ello usaron dos modelos denominados Solow – Swal (modelo de crecimiento económico), se explicó.
Se analizó si podía haber algún impacto en productividad y otros elementos planteados públicamente por los sectores y se evaluaron las posiciones propuestas por cada uno de los tres sectores que participan en las comisiones paritarias y la Comisión Nacional de Salario Mínimo (como el sector empleador, laboral y gubernamental).
Para los años 2022 y 2023 el IGSS también opinó que era oportuno un aumento según se conoció en esas ocasiones, y para el 2024 no se divulgó su postura.
Junta Monetaria no emitió opinión
En tanto, consultado el presidente del Banguat, Álvaro González Ricci, acerca de la opinión de la Junta Monetaria acerca de las propuestas para fijar el salario mínimo para el 2025, respondió que conforme el artículo 112 del Código de Trabajo, la JM debe efectuar observaciones al dictamen circunstanciado de la Comisión Nacional del Salario en donde se fija el salario mínimo sobre la base de las discusiones de las comisiones paritarias.
Expuso que tomando en cuenta que, en la CNS, no se fijó un monto de salario mínimo para el 2025, la Junta Monetaria se vio imposibilitada para hacer observaciones al respecto, como lo manda la ley.
Ante la falta de consenso entre las comisiones paritarias, corresponde al presidente de la República fijar el salario mínimo para el año entrante, añadió González Ricci en su respuesta brindada por escrito en noviembre último.
¿Qué analizó el IGSS?
La evaluación técnica partió del estado económico del país visualizado para el 2025 en función de lo que el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional prevé, mientras que en el contexto nacional se analizaron las estadísticas del Banco de Guatemala, se explicó.
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También analizaron elementos relacionados a la población como datos de pobreza, cuyo indicador se ha mantenido horizontal, además se observa que se perdió la capacidad de compras, expuso García.
Al perder capacidad de compra, dentro del análisis significa que se afecte negativamente el sector productivo del país porque las personas van con menos dinero al mercado y por lo que se planteó que un incremento al salario mínimo es oportuno para que las personas puedan recuperar poder de compra y que eso pueda dinamizar un poco más la economía porque trae un incremento en la demanda, comentó García.
Además, al observar las estadísticas de la institución, un aumento tampoco sería negativo para el sector empleador formal porque ya está remunerando por arriba del salario mínimo. Es decir, que el salario mínimo del sector formal está por debajo del salario medio de cotización ante el seguro social, añadió. Además, dijo que consideran que impactaría positivamente al sector informal al dar un norte sobre el monto de ingresos para los trabajadores.
También se evaluaron posibles efectos en la productividad laboral para lo cual se analizó el plazo del 2005 al 2025, y derivado de ello se observa que no hay impacto porque la productividad laboral ha venido creciendo independientemente de los incrementos del salario mínimo que ha ocurrido desde el 2005 hasta el 2023, indicó.
Dentro del proceso de evaluación con esos elementos se hizo la correlación con la inflación y no se encontró efecto negativo.
Consultado si podría afectarse el número de empleos en el sector formal con un aumento, dijo que el más cercano a un riesgo sería exportación y maquila, pero explicó que ese sector no se rige por el comportamiento de la inflación nacional sino por los comportamientos de precios internacionales. Además, que en otros países de la región como Honduras, El Salvador y Costa Rica se conoce que están aumentando el salario mínimo a ese sector, aspecto que reflejaría que el interés para la ubicación de maquilas no está centrado solo en el salario, y por lo consideran que un incremento no plantea una posición desfavorable respecto a los otros países.
El IGSS amplió información por medio de la oficina de Comunicación Social indicando que el informe fue conocido y complementado por el Consejo Técnico del Instituto y trasladado a la CNS el 11 de noviembre último.
- Respecto a la recomendación emitida por el IGSS se hizo saber que un salario mínimo más alto aumenta la renta nominal de los trabajadores, mejorando su poder adquisitivo, particularmente en un contexto de inflación estable. Y que esta alza permite a los trabajadores acceder a bienes y servicios en mayor cantidad, lo que se traduce en un incremento en el consumo, lo que motiva un incremento en la producción.
- Explicó que el aumento en el salario mínimo permite una redistribución indirecta de la renta hacia sectores con ingresos bajos, sin necesidad de aplicar políticas fiscales adicionales y promueve la equidad social al reducir desigualdades. Estos sectores suelen destinar sus ingresos al consumo y que la alta propensión marginal al consumo en estos sectores laborales hace que el impacto del aumento en su renta tenga un efecto multiplicador en la economía, beneficiando tanto a la demanda agregada como a la economía en general y contribuyendo a contrarrestar los efectos ante una depresión en la demanda.
- Estos aspectos se traducen en un aumento de la producción y, por ende, en un impulso al empleo, que resulta especialmente relevante en contextos de crisis o desaceleración económica.
- Entre los factores que se tomaron en cuenta están: la evaluación de la Situación Económica Actual estable y positiva, un entorno nacional con estabilidad financiera, a pesar de las continuas presiones externas como la inflación global y las tensiones geopolíticas.
- Mencionan las proyecciones de crecimiento económico de 3.7% para el 2025; además el 16% de la población vive por debajo de la línea de pobreza extrema pero que se proyecta que aumentará a 24% al finalizar el 2024, por lo que consideran que podría reducirse como resultado de incrementar los ingresos salariales de dicho grupo poblacional, que en la mayoría de los casos se encuentra supeditado al comportamiento del salario mínimo.
- “Estas cifras reflejan una distribución significativa de la población en condiciones socioeconómicas vulnerables, lo que indica la necesidad de implementar políticas orientadas a reducir tanto la pobreza general como la extrema, así como fortalecer los sistemas de protección social para mitigar el impacto de estas condiciones en los sectores más vulnerables del país. El salario mínimo mensual es una de estas medidas”, explica el IGSS.
- La contracción del PIB en 2020 y la posterior recuperación también ha sido positiva para la recaudación fiscal, lo que permite hablar de un crecimiento del gasto público, con su efecto positivo sobre el crecimiento del PIB (multiplicador del gasto público).
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Las propuestas de los tres sectores
- El gobierno propuso en la Comisión Nacional del Salario un 10% de aumento al salario mínimo para el 2025, que representaría un incremento de alrededor de Q300 a la paga mínima mensual.
- El sector laboral presentó una propuesta en las comisiones paritarias para llegar a un salario mínimo diario de Q200 mensuales, para todas las actividades y circunscripciones, lo que representaría llegar a Q6 mil mensuales, un aumento de entre Q2 mil 500 a Q3000 en la paga mensual. Sin embargo, en la CNS refirió que es positivo el 10% propuesto por el sector gobierno.
- El sector patronal propuso 3% de incremento para el departamento de Guatemala (circunscripción económica 1 -CE1-) y 1.5% para el resto de los departamentos (CE2) en todas las actividades, excepto la agrícola.