Basados en la investigación que realizamos en McKinsey encontramos seis prioridades que los CEO’s pueden aplicar para alcanzar el éxito:
La primera es resiliencia, y a pesar de que el término ha sido sobre utilizado en los últimos años, es un músculo importante. En especial, con retos como la inflación, la pandemia y la escasez de materias primas, las empresas se han visto obligadas a movimientos más rápidos y audaces. Esto ha provocado que los CEO’s se enfoquen en finanzas, operaciones, tecnología, organización, modelos de negocios y reputación como las principales dimensiones para evaluar qué tan resiliente es su compañía.
Como CEO, ¿tiene claro los principales KPI de costo e ingresos? ¿Los monitorea periódicamente con su equipo? ¿Toman acciones concretas con base en estos indicadores? Esas son algunas preguntas clave para entender si está actuando de una forma resiliente.
La segunda prioridad se centra en una virtud fundamental: el coraje, y es que con tantos indicadores prediciendo resultados negativos a corto plazo, es tentador para un líder empresarial evaluar la situación y posponer varias iniciativas para disminuir la posibilidad de fracaso. Sin embargo, si algo hemos aprendido de estos ejecutivos es que las mejores compañías son prudentes al gestionar las desventajas mientras persiguen, valientemente, las ventajas.
El dueño de una empresa no está pensando en el próximo año, sino en la próxima década, y para estar vigente en ella, hay que arriesgarse a implementar nuevas ideas. ¿Tengo mapeadas 2-4 iniciativas transformacionales que estamos implementando? ¿Estoy siendo realmente “Bold”? Estas son algunas preguntas que pueden dar luces en si se está anejando la empresa con coraje.
En mi columna anterior, escribí sobre la ola de inversión en nuevos negocios por parte de las grandes empresas, y es que se ha convertido en un tema crucial, al punto que los ejecutivos invierten hasta un 5 por ciento de sus ingresos en estos proyectos. Esta es la tercera prioridad que todo CEO podría considerar en su estrategia.
Construir un nuevo negocio también significa mejor tecnología, la cuarta prioridad de los directores ejecutivos. Los CEO’s tienen la necesidad de estar al día con las tendencias del mundo digital y estar en constante transformación para alcanzar nuevas oportunidades. Por ello, es importante preguntarse, ¿cuál de estas tendencias es la adecuada para que mi empresa tenga ventaja?
El camino hacia el cero neto, nuestra quinta prioridad del CEO, viene fortaleciéndose hace unos años. Y a pesar de obstáculos como la guerra en Ucrania, la inseguridad energética y la inflación, el mundo empresarial sigue redoblando esfuerzos para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, competitividad económica, asequibilidad y seguridad nacional. Depende del CEO adaptar, mitigar y tejer estos conceptos en un vehículo que va de cero a cero neto.
Y, por último, la sexta prioridad que, personalmente, considero una de las más importantes: reconstruir la experiencia laboral. La pandemia cambió la relación laboral tradicional, pues la idea de ir al trabajo cinco días a la semana y recibir un salario a fin de mes quedó en el pasado. Los ejecutivos pueden empezar a plantearse un ambiente laboral, donde no solo el modelo de trabajo híbrido o “home office” entre en juego, sino también un nuevo plan de compromiso. Pueden empezar a imaginar la oficina del futuro, un lugar donde los trabajadores quieran ir para ver a sus amigos, discutir ideas y encontrar suficiente significado para superar la próxima semana de videollamadas.
Como decía al principio, el CEO es el estratega más importante de la empresa, pero también es el pegamento de todas las partes esenciales de cada prioridad y el encargado de llevarlas a la acción.