De acuerdo con un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado “Fintech en América Latina y el Caribe, un ecosistema consolidado para la recuperación”, estos tres segmentos del sector Fintech (entendidas como las empresas que usan la tecnología para mejorar o automatizar los servicios y procesos financieros) son en los que menos empresas se han creado, por lo que registran menos ritmo de expansión y representa un mercado potencial a desarrollar.
Las Fintech de Gestión de finanzas personales y WealthTech son plataformas digitales para facilitar la gestión de ahorros, la organización de gastos, la reestructuración de deudas y la comparación de productos financieros y sus características. Incluye soluciones digitales para los servicios de asesoría automatizada y la gestión de inversiones y patrimonio personal.
Según el estudio del BID, únicamente el 7% de las Fintech latinoamericanas tienen participación en este segmento. Asimismo, en el lapso 2017-2021, este sector registró un crecimiento interanual promedio de 13%.
Las Fintech Crowdfunding abarca las plataformas digitales mediante las cuales las personas aportan sus recursos financieros a individuos, proyectos o compañías. Con base en inversiones, proporcionan financiamiento a un desarrollo innovador con la expectativa de un retorno monetario. No basado en inversiones, se financia sin ninguna obligación, por parte del recaudador de fondos, de proporcionar un rendimiento monetario por los fondos recaudados.
En la actualidad, solo el 5% de las Fintech en Latinoamérica se dedican a este segmento que, entre 2017 y 2021 registró un crecimiento anual promedio de 15%.
Enrique Galdámez, director ejecutivo de la Asociación de Fintech Guatemala, dijo que en el país hace falta un marco regulatorio que permita la habilitación de este modelo de negocios, como sucede en muchos países latinoamericanos que ya cuentan con legislación adecuada.
Las plataformas de gestión patrimonial y mercado de capital incluyen soluciones de compra y venta de acciones, deudas y divisas extranjeras para facilitar o ejecutar transacciones de otras clases de activos financieros.
Hoy, solo el 6% de las Fintech latinoamericanas participan en este segmento, a pesar de que en el período 2017-2021 tuvieron una expansión promedio anual de 32%.
Segmentos que más crecen
Uno de los segmentos Fintech que mayor ritmo de crecimiento promedio anual registró en el lapso 2017-2021, es el de bancos digitales. Sin embargo, este sector también presenta un potencial de desarrollo, ya que, aunque en el período de estudio mostró una expansión del 57% en promedio anual, en la actualidad únicamente el 5% de las soluciones se dedican a ese mercado.
Los bancos digitales, también conocidos como Neobancos, son entidades financieras de nueva creación (con licencia bancaria propia o utilizando la de un tercero) con múltiples productos financieros y cuya distribución es 100% digital.
“Prácticamente hoy en Guatemala existen desarrollos de fintech en todas las verticales clasificadas a nivel Latinoamérica, con excepción de neobancos”, comentó Galdámez.
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Otro sector que presenta un importante crecimiento en los últimos años es el de seguros, que abarca emprendimientos tecnológicos aplicados al sector de asegurador y reasegurador para su distribución o para procesos relacionados.
Entre 2017 y 2021 creció a una velocidad promedio anual del 46%, pero únicamente 7% de las Fintech latinoamericanas tienen este negocio como giro. En Guatemala, de las 47 soluciones financieras digitales registradas, solo 2 se dedican a este segmento, de acuerdo con el estudio Panorama FINTECH 2021, de la Asociación de Fintech Guatemala.
Los desafíos
En cuanto a los retos por superar, el 56% de emprendedores encuestados por el BID reportó que el principal es escalar sus negocios. El 16% considera que es el acceso a financiamiento y en tercer lugar, con 11%, se ubica el lanzamiento de productos y servicios, mientras un 8% considera que es el tema de la regulación.
Un 3% considera su principal reto atraer y retener talento; el mismo porcentaje, la preparación del cliente; el 1% la seguridad cibernética; y el restante 2%, otros aspectos.
A nivel nacional, la Asociación de Fintech reportó que el reto principal a futuro para las empresas del sector también es escalar, con un 27.3%; seguido por regulación, con 16.9%; y atracción o retención de talento, 13%.
Preparación del cliente y acceso al financiamiento comparten el 11.7%; lanzamiento de producto es la principal preocupación para un 10.4%; y la seguridad cibernética lo es para el 9.1% de los emprendedores de soluciones financieras digitales nacionales.
Para seguir avanzando
Boris Lemus, asesor de transformación digital financiera, opinó que si bien, el sector Fintech registra un crecimiento exponencial, también arrastra una serie de desafíos que frenan nuevos desarrollos en algunos segmentos y solucionarlos abonaría a un mayor avance de la digitalización e inclusión financiera.
Pero la legislación no permite a las Fintech realizar intermediación financiera, pues únicamente autoriza a las entidades bancarias reguladas la captación de dinero del público o cualquier instrumento representativo del mismo, tales como la recepción de depósitos, colocación de bonos, títulos u otras obligaciones financieras.
“Desde el 2013 para acá, las Fintech se han venido desarrollando como intermediarios de los bancos, a través de soluciones de pagos. En este lapso ha aumentado la cantidad de Fintech y la calidad de productos que ofrecen, por lo que debería legislarse para que puedan entrar como otros jugadores de la intermediación financiera”, argumentó.
De acuerdo con Galdámez, para avanzar en transformación digital a nivel financiero en general, se requiere un sistema de incentivos y la facilitación que permite su formalización al pequeño y mediano comercio, “porque si un comercio habilita un canal electrónico prácticamente sí o sí debe pagar impuestos”.
En Guatemala, según el estudio Panorama FINTECH 2021, el 64.5 de las Fintech atiende a consumidores bancarizados, 45.2% a pequeñas y medianas empresas (pyme) bancarizadas, 35.5% cubren consumidores no bancarizados, e igual porcentaje a usuarios sub bancarizados.
Se considera no bancarizado a todo aquel usuario o entidad que no posee acceso a productos financieros de ningún tipo. Sub bancarizado hace referencia a aquel usuario o entidad que ya cuenta con una cuenta corriente o de ahorro, pero la mayoría de sus productos y servicios financieros están fuera del sistema bancario.
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Por lo que otro de los desafíos que se deben superar para potenciar el sector Fintech, es el open banking (banca abierta). Se refiere a la apertura transaccional de la información de los usuarios a terceros que puedan ofrecer a los clientes servicios adicionales útiles como nuevas aplicaciones, agilizar los procesos de préstamos y financiación o herramientas para que el cliente tenga su información financiera consolidada.
El open banking lo que garantiza es que el usuario sea dueño de sus datos recogidos desde las instituciones financieras y, a través de un consentimiento expreso, compartirlos con terceros para tener acceso a productos financieros mejor diseñados.
No se trata de compartir información personal, sino de la data obtenida a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API, en inglés) sobre las transacciones o hábitos financieros del usuario.
Un sector emergente
Guatemala se perfila entre los seis países latinoamericanos con un sector Fintech emergente, pero que experimenta tasas de crecimiento significativos. Entre 2017 y 2021, esta industria registró un incremento interanual promedio de 79%, según el estudio del BID.
Guatemala comparte este grupo con Perú, Ecuador, República Dominicana, Costa Rica y Uruguay, con un sector Fintech que revoluciona la forma en que las personas se relacionan con el mundo financiero al facilitar sus pagos de manera remota, acceso a crédito de forma digital y gestionar las finanzas personales y empresariales desde cualquier dispositivo.
En Guatemala, entre 2017 y 2021, la industria experimentó un crecimiento del 416.7%, al pasar de 6 a 31 Fintech operando. Sin embargo, fue en 2018 y 2021 cuando se registró un crecimiento exponencial. En cada uno de esos años, se sumaron siete soluciones al mercado guatemalteco.
Tres verticales Fintech agrupan el 65% del ecosistema guatemalteco, ya que, de las 47 soluciones registradas, el 29% se clasifican en el segmento de pagos digitales, 23% en créditos digitales/ lending (financiamiento proveniente de inversores privados), y el 13% se dedica a la gestión de finanzas empresariales.
La misma tendencia
Y el sector Fintech guatemalteco sigue la misma tendencia a nivel regional, ya que a nivel de Latinoamérica y el Caribe, el 25% de estos negocios se clasifican en el segmento de pagos y remesas, 18% préstamos, 15% tecnologías empresariales para instituciones financieras y el 11% a gestión de finanzas empresariales.
Dos factores explican el auge del segmento de pagos digitales en América Latina: una baja tasa de bancarización en comparación con otras regiones del mundo y un alto porcentaje de la población que tiene acceso a la tecnología móvil en la región.
El sector de pagos digitales se compone de los subsegmentos: pasarelas y agregadores de pago, plataformas de pagos móviles y billeteras electrónicas; plataformas de envíos de remesas y transferencias internacionales; plataformas de pago con criptomonedas y puntos de venta móviles (mPOS).
“Lo que explica un mayor desarrollo de soluciones de envíos de remesas y transferencia internacionales, así como el tema de pagos son las facilidades y el volumen del mercado. Por un lado, se necesita mover más de US$15 mil millones de remesas que ingresan cada año al país, y por otro, para los medios de pago ya existe infraestructura instalada, solo hay que agregarle valor al canal”, dijo Andrés Rodríguez, CEO de la fintech Fri, una billetera digital multibanca guatemalteca.
De cara al consumidor, lo que motiva a cambiarse del sistema tradicional a una plataforma digital es el ahorro en costos en el envío y que sea más rápida la recepción de los fondos (cuestión de minutos y no días). O que presente opciones novedosas como hoy lo hace OKY, una fintech de remesas que en lugar de dinero permite el envío de cupones canjeables en establecimientos afiliados.
Continúa el dinamismo
Por último, el ritmo de crecimiento que registran las Fintech en los últimos años, evidencia el dinamismo y expansión que la industria ha venido experimentando año tras año e indica que los emprendedores de América Latina ven oportunidades para atender la demanda insatisfecha de servicios financieros, así como los segmentos del mercado que permanecen excluidos.
La Asociación Fintech Guatemala reconoce que la innovación tecnológica y digital representa una oportunidad para mejorar la eficiencia y la productividad, así como para acercar herramientas financieras hacia la población no bancarizada a través de soluciones disruptivas.
En Guatemala, el 56% de los guatemaltecos no está bancarizado y de acuerdo con datos de la Superintendencia de Bancos (SIB), el 88% de la población no tiene acceso a un crédito por la vía formal.
Por lo tanto, la banca ha empezado a ver a las Fintech de manera distinta y ya consideran como buenas aliadas a las empresas de soluciones digitales, lo que comienza a abrir más oportunidades.
Entonces, el sector bancario se está abriendo al tema de la transformación digital, tanto con desarrollos internos como con colaboraciones con las Fintech y han prestado oídos a las tendencias, como se ha visto en la estructuración de ciertos productos que buscan activar canales digitales en las instituciones bancarias.