En los días de calor la comercialización de este producto tiende a incrementarse en los sectores automotriz y arquitectónico.
Fernando Estrada vive en un apartamento de la zona 14 capitalina y ya no utiliza galerías ni cortinas en sus ventanales. Ahora aprecia una enorme vista hacia los volcanes. El edificio donde habita está cubierto con una película oscura que le brinda frescura, y no percibe una sensación de calor en esta época del año.
En el otro extremo de la ciudad Oliver Gómez, quien reside a inmediaciones de la carretera al Atlántico, zona 17, acostumbra a poner el polarizado en su vehículo en verano, por el calor, pero lo retira en la época lluviosa para tener una mejor visibilidad para conducir.
Gómez se dedica a las ventas al detalle de productos e insumos agrícolas y visita clientes en la provincia. Intensifica su ruta en las semanas previas al inicio del ciclo lluvioso que empieza en mayo, para colocar sus despachos.
“Uno ya es adulto, no tiene los mismos reflejos de antes, y por la lluvia prefiero quitar el polarizado del frente al picop, para tener una mejor visibilidad”, comentó.
Recuerda que ha vivido malas experiencias por los “grandes aguaceros” en ruta con nula visibilidad, o que en ocasiones tuvo que salir de noche con neblina, por lo que prefiere retirar “el plástico”.
Verónica Pereira, estudiante universitaria, compró un vehículo con sus ahorros y lo primero que hizo fue “forrar” los vidrios de polarizado para evitar algún atraco.
“Me da más seguridad conducir con los vidrios polarizados”, reconoció.
Erick Díaz, gerente de Proyectos de Multi Servicios Diariv (MSD), considera que el crecimiento en la comercialización de polarizado responde al incremento de asaltos que sufren los automovilistas y al clima, pues la temperatura aumenta cada año.
Escoger una película de polarizado de calidad puede ayudar a reducir el riesgo de asaltos en vehículos y reducir la temperatura y deterioro de la tapicería dentro de los carros, pero también para proteger la piel, indicó Díaz.
Diaz expuso que para edificios, casas o comercios, una película de buena calidad ayudará a reducir el calor que ingresa por los vidrios, proteger pisos de madera, muebles, alfombras y cuadros.
Las películas de polarizado están clasificadas para vehículos, arquitectónicas, de seguridad y decorativas, cada una con una estructura diferente de fabricación, que incluye el adhesivo. Por ello se recomienda no utilizar una película fabricada para vehículos en los vidrios de una casa o comercio.
Oscar Villalta, representante de ventas, y Héctor Barrientos, de Applications Engineer de 3M Guatemala, coincidieron en que una de las razones por las que aumenta la demanda del polarizante en esta época es el incremento de los índices de radiación solar y el tiempo de exposición, que en estos meses se extienden más.
“Las personas que se encuentran en habitaciones con ventanas o en automóviles sufren de un nivel de incomodidad térmica más acentuado en los días de verano, por lo que buscan soluciones”, dice Villalta.
En otros países, al polarizado se le conoce como “película antiasalto”, para la prevención de robos en automotores, sobre todo en el tráfico.
Importación
En Guatemala se han incrementado los volúmenes de importación de polarizado por la alta demanda, según estadísticas oficiales.
Cifras del 2010 al 2021 reportan que se han importado hojas y placas de material polarizante por un monto de Q4 mil 201 millones.
Esto significa que, en promedio, las empresas y personas que se dedican a estos negocios importan unos US$50 millones cada año, según datos proporcionados por la Intendencia de Aduanas de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
El producto se identifica con la fracción arancelaria 9001.20.00.00, del cual se han importado 56 mil 160 kg —123 mil 552 libras— en el período de análisis.
Las adquisiciones del 2021 son las más altas, por US$172 millones, más que los US$112 millones 554 mil del 2013.
El principal proveedor de este material es Estados Unidos, pero también se compra a República Popular de China, Alemania, Corea del Sur, Japón, Vietnam, Taiwán, Canadá, Ucrania y Panamá.
Aunque el principal uso del polarizado sea en vehículos, los segmentos de vivienda, comercio, arquitectónico y decorativo lo utilizan bastante.
El precio del metro de película oscila entre Q240 y Q800, pero puede costar hasta Q1 mil 500, según el material.
El producto que más demanda tiene es el automotriz, debido al crecimiento del parque vehicular, y la razón es que se busca privacidad.
Por otra parte, en el segmento arquitectónico aumenta por el crecimiento de vivienda vertical, así como espacios comerciales.
Para el segmento automotriz se importan películas entintadas, y para la línea arquitectónica, de control solar.
Calidad
Díaz señala que en Guatemala se utilizan productos comerciales para automotores con los cuales no se obtiene mayor beneficio, porque no reducen calor y la oscuridad de la película es menor.
Explica que el espectro electromagnético proveniente del sol está compuesto de luz visible, rayos infrarrojos y rayos ultravioleta, y el calor se genera por los tres componentes.
Barrientos refiere que el usuario final y las cuentas corporativas tienen cada vez más consciencia y conocimiento sobre el uso del polarizado, además del desempeño y comodidad que estos pueden ofrecer, el giro medioambiental y el ahorro energético.
Mercado de precio
Una película de calidad puede rechazar el 99 por ciento de rayos ultravioleta e infrarrojos, y reducir el 44 por ciento del calor, pero en Guatemala la que más se comercializa es la de menor precio, según Díaz.
En algunos casos el cliente no considera que en tres meses se pierda el color y muchas veces los compradores “se van por el precio, no indagan que el material que les vayan a instalar en el vehículo o casa cuente con una ficha técnica o un soporte”, lo que causa la pérdida de su inversión, agrega.
Díaz hace ver que en Guatemala la mayoría de películas polarizantes no cuentan con una ficha técnica, son oscuras sin mayor beneficio y en algunos casos no ofrecen buena visibilidad de noche, y en ocasiones tampoco de día, pues se decoloran y se llenan de burbujas en los vidrios traseros de los autos. “Es una película barata con un mal adhesivo, y un buen número de personas buscan precio bajo”, puntualiza.
El empresario citó como ejemplo que el polarizado que se comercializa en los alrededores de la Torre del Reformador puede ayudar a reducir el calor por oscuridad, pero no por reducción de rayos ultravioleta ni infrarrojos.
Díaz sugiere a los automovilistas que busquen película con soporte técnico.
Por su parte, Villalta manifiesta que los clientes deben buscar empresas que ofrezcan soluciones reales de garantías y respaldo técnico que validen el desempeño de sus productos.
Diversificación
El 98 por ciento de las importaciones de Díaz están dirigidas a atender oficinas, viviendas y edificios.
Reconoce que el polarizado para vivienda o comercios se debe “mercadear mucho”, ya que las personas y clientes piensan que es el mismo para vehículo, y desconocen que existe una línea de producción arquitectónica, de seguridad y decorativa.
Por otro lado, añade, las personas deben saber que la madera, muebles o cuadros se deterioran por la luz del sol y se dañan cuando las ventanas no están protegidas.
Los comercios utilizan también un polarizado que evita que los vidrios se resquebrajen por diversos motivos, y si esto ocurre que nadie pueda ingresar a las áreas.
Las principales tendencias en el futuro serán el uso de productos que reduzcan el impacto de los gases de efecto invernadero, disminuyan el uso de materiales metalizados en las películas y que los mismos no interfieran con señales inalámbricas.
Tránsito: No hay regulación
En Guatemala no se regula el uso del polarizado para los vehículos como ocurre en otros países, donde es prohibido y se aplican multas a quien los coloque.
Se consultó al Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil sobre qué autoridad regula el uso de esta película en el país y respondió que “no hay ley o reglamento que lo regule, ni entidad que faculte a alguna autoridad en particular sobre el uso del polarizado”.
Tampoco existe una normativa específica sobre el uso del polarizado, y en todo caso se deberá legislar, se indicó.
Según la entidad, las principales razones por las que los guatemaltecos polarizan los vehículos tienen que ver con protección al conducto y sus ocupantes de los rayos ultravioleta o privacidad para el conductor y las mercancías que traslada, y la reducción de la sensación de calor.
Además, dijo que el Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito, adscrito a ese departamento, no maneja estadísticas sobre si el polarizado de los vehículos tiende a la disminución o incremento de los índices de siniestralidad vial.