De acuerdo con la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros (Agis), en el año 2021 el ramo de gastos médicos fue el más afectado, por las olas de infecciones en los meses de abril y septiembre. Si embargo, se ha continuado con la cobertura de covid-19, como en el 2020, resaltó Christian Nölk Rodríguez, presidente de la Agis.
El reporte de Agis reflejó 11 mil 563 casos ambulatorios que no requirieron hospitalización y el pago promedio fue de Q5 mil 110.44 por persona. En los casos que sí requirieron hospitalización se registraron 3 mil 611 hospitalizados y el pago promedio ascendió a Q52 mil 786.96.
Sector se mantiene estable
Nölk Rodríguez explicó que el sector asegurador pudo hacer frente a la pandemia, pero reconoció que en el 2020 hubo una baja en el uso de los servicios ambulatorios y hospitalización por las medidas tomadas en gran parte del año, por lo que el coste medio subió de forma considerable.
“Pese a los costos adicionales que han tenido las aseguradoras por la cobertura de covid-19, cabe mencionar que la posición patrimonial se mantiene sólida y ha podido hacerle frente a la pandemia sin afectar a su nivel de solvencia”, afirmó.
Claudia Salazar, directora ejecutiva de IHRM Seguros y experta en soluciones de gestión de riesgos corporativos, coincidió en que las compañías de seguros actuaron con agilidad, tanto por los casos de covid-19, como por cualquier otra enfermedad, atendiendo a sus asegurados en todo momento y poniendo a disposición servicios de telemedicina, entre otros.
La pandemia provocó que el consumidor se decidiera por adquirir una cobertura de gastos médicos y de vida, en relación con años pasados, así como también que las empresas ofrecieran a sus empleados coberturas de salud, agregó.
Las primas de seguros tuvieron un incremento interanual, pero el sector mantiene una perspectiva estable y positiva a pesar la alta siniestralidad del ramo de vida y gastos médicos, según los reportes presentados por Agis.
Oscar Bethancourt, representante de Unity Willis Towers Watson consideró que el ramo de gastos médicos y vida ha sido uno de los más golpeados debido a la pandemia, pero se ha compensado con otros ramos que presentan mejor rentabilidad, mientras se continúa la labor de crear conciencia en las personas para que adquieran su seguro.
Nölk Rodríguez coincidió en que una de las lecciones que dejó la pandemia es la toma de conciencia en la población guatemalteca sobre la necesidad de adquirir algún tipo de cobertura y ese comportamiento ayudará a seguir fortaleciendo su sentido de responsabilidad y prevención, factores importantes en los temas de prevención.
La digitalización: el talón de Aquiles
La pandemia cambió los hábitos de consumo de los asegurados y uno de los puntos débiles del sector asegurador fue la capacidad de atención al cliente y la comercialización a través de medios digitales.
Según Agis, las aseguradoras están invirtiendo en la transformación digital para potenciar nuevos modelos de multicanalidad, dando diferentes opciones al usuario.
El asegurado cada vez está más conectado y exigente en su “entorno digital” y la pandemia aceleró ese proceso de digitalización. Por ello, las compañías están adaptándose a esta situación para acceder al usuario de una forma más “virtual”, refirió Nölck Rodríguez.
Por ejemplo, el tema de seguros cada vez se ha vuelto más técnico en la emisión de pólizas y reclamos. Así como también en la necesidad de comprar seguros en línea, con la asesoría de un corredor que le informa sobre la mejor opción de cobertura para cubrir sus necesidades.
No solo es importante la digitalización de los procesos, sino contar con un asesor que pueda orientarlos para buscar la mejor opción en plataforma tecnológicas como un Marketplace. “El sector asegurador debe modernizar todos los factores de sus negocios, desde el marketing, las ventas y la distribución, crear productos novedosos que puedan atender a sus clientes con sus reclamos”, expresó Salazar.
La tecnología un factor crucial en el marketing y en cuanto a la atención, ya se implementaron citas médicas y asesoría para la adquisición de seguros, aumentado con esto la suscripción de negocios nuevos, detalló la ejecutiva de IHRM.
Bethancourt agregó que el sector constantemente busca ir facilitando el uso del seguro para los clientes a través de la digitalización de procesos y acceso desde dispositivos móviles a formularios, listados de especialistas, hospitales o citas virtuales y cuando lo amerite, se puede coordinar la visita a domicilio de un médico.
Importancia del seguro de desempleo
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su publicación conjunta llamada “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe: Políticas de protección de la relación laboral y de subsidios a la contratación durante la pandemia de COVID-19”, manifestaron la necesidad de implementar reformas que permitan avanzar hacia mercados laborales más resilientes, acompañando las medidas de reactivación con programas para favorecer el paso de la informalidad a la formalidad laboral, junto a un rediseño de la protección social.
El informe hace un balance de las medidas de mantenimiento de puestos de trabajo implementadas en la región, principalmente durante 2020, las que probaron ser eficaces para disminuir la caída del empleo.
El diseño de estos programas incluyó principalmente requisitos vinculados al salario y al uso del salario mínimo como referencia para determinar el monto del beneficio, con lo que se orientó principalmente a los trabajadores asalariados formales de menores ingresos. Sin embargo, la alta incidencia de la informalidad y la ausencia de seguros de desempleo en varios países hicieron más compleja la tarea de diseño e implementación de estos programas de soporte económico para grupos vulnerables.
En el 2021, en un contexto de recuperación incipiente con medidas de confinamiento más puntuales, de menor duración y cobertura geográfica, se inició la transición hacia otro tipo de políticas, en particular los subsidios a la contratación, siguiendo la misma secuencia de los países más desarrollados.
En algunos casos, conforme la vacunación ha avanzado, estos subsidios se han focalizado en los sectores y grupos que fueron más afectados por la pandemia, para beneficiar a jóvenes y mujeres, especialmente de baja calificación.
Según la CEPAL y OIT, se aprecian similitudes entre los países respecto a algunas condicionalidades de los subsidios vinculadas al pago de impuestos y la formalización del empleo. Sin embargo, debido a restricciones presupuestarias y debilidades en la institucionalidad laboral, no todos los países de la región cuentan con programas específicos para incentivar nuevas contrataciones.
En ese sentido, la continuidad de instrumentos de políticas de empleo para esta crisis y las que puedan desencadenarse en el futuro, supone un desafío, concluyeron ambas instituciones.