La interpretación de exfuncionarios que han dirigido cargos en el Ministerio de Finanzas es que, con las reformas aprobadas, se marcan retrocesos en las adquisiciones y se perderá información de los concursos públicos con los rangos establecidos.
La compra directa era de Q90 mil y ahora se amplió a Q200 mil con las reformas, con el argumento en parte, de que esto les facilitará los procesos de compras a las corporaciones municipales.
Solo en 2020 —año atípico por la pandemia—, la compra directa con oferta electrónica fue de Q4 mil 377.56 millones, con 92 mil 470 concursos adjudicados, y en lo que va del 2021 —hasta el 4 de mayo— el monto adjudicado es de Q1 mil 412 millones con 31 mil 529 eventos.
En términos de erogación, representa alrededor de Q5 mil 789 millones en adjudicaciones realizadas de enero del 2020 a mayo del 2021, según los registros de Guatecompras.
“Se rompe un esquema”
Para el exministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, la compra directa con oferta electrónica “era una licitación abreviada que, aunque no hay bases, sí había requisitos para atender por parte de los compradores y se adjudicaba en el menor tiempo posible a las mejores ofertas elevadas, había registros, era proceso abierto y transparente”.
Recordó que solo en 2020 se realizaron casi cien mil procesos de compras directas, todos con sus ofertas y ofertantes que generaba competencia.
Estrada Domínguez consideró que el verdadero daño de esta reforma es que sube el monto de baja cuantía de Q25 mil a Q100 mil.
Citó como ejemplo que una persona puede presentar una factura por la venta de llantas y se paga; luego se sube a Guatecompras lo que se compró y se hace liquidación del material de transporte adquirido, y no se sube un proceso anterior de interés ni se recibe ofertas de los bienes a adquirir, pero posterior se informa.
El exfuncionario aseveró que, como se plantearon las reformas son “un mecanismo para comprar lo que se quiera” sin registro o pre registro, ni con factura electrónica; pero, comentó que si ya con Q90 mil de compra directa se adquirieron más de Q4 mil millones en 2020, y ahora con compras de baja cuantía que va a estar hasta Q100 mil “se va a comer todo lo que se compraba en compra directa con oferta electrónica y todo se va a ir a baja cuantía”, sin registro, sin factura electrónica, sin registro de Guatecompras y sin mecanismos de oferta.
“Hemos retrocedido 50 años y las compras serán como la época de Ydígoras Fuentes, con compras fraccionadas, contra factura y no hay riesgos con la Contraloría General porque no se explicará ¿por qué se compró?, ¿por las posturas de ofertas más bajas o altas? o bien, ¿porqué que no se atendió preguntas de los interesados? porque no hay ningún proceso”, aseveró.
Simplemente, “usted va a la esquina compra y trae la factura”, argumentó Estrada Domínguez.
Principales concursos adjudicados por modalidad de compra en 2020 (según, Guatecompras):
- Licitación Pública (Art. 17) Q9 mil 675 millones
- Compra Directa con Oferta Electrónica (Art.43) Q4 mil 377 millones
- Procedimientos Regulados (casos de excepción) (Art.44) Q2 mil 613 millones
- Cotización (Art. 17) Q2 mil 599 millones
- Contrato Abierto (Art. 46) Q934 millones
- Art. Ley de Contrataciones del Estado
“Sin concurso competitivo”
El exviceministro de Finanzas, Érick Coyoy, precisó que las reformas no contribuyen a la transparencia, aumentan los márgenes para la opacidad y la discrecionalidad en el uso de los fondos públicos al duplicar el monto máximo para la compra directa.
Anticipó que lo que ocurrirá en los hechos es que caerá el número de compras que antes se iban por cotización y se harán ahora de manera directa, sin ningún concurso competitivo.
En las compras por cotización por lo menos había tres ofertas, se evalúan y se comparan para adoptar una decisión, pero ahora por la compra directa por Q200 mil, se evita todo ese formalismo y permite que la compra sea a discreción por los funcionarios responsables.
Al corto plazo, se podría observar un incremento de transacciones y por valor en compra directa al duplicarse el límite máximo de Q90 a Q200 mil, y fácilmente se podrá esperar mayores volúmenes por esa vía, puntualizó.
Coyoy advirtió de que aumentarán las compras por cotización, ya que se aumentó el monto máximo. Ahora la compra deberá pasar los Q2 millones para ser una licitación, y significa que los márgenes de discrecionalidad se ampliaron sustancialmente.
Recordó que la fiscalización se verá afectada, ya que habrá menos controles y requisitos que cumplir por un procedimiento más simplificado, y la Contraloría deberá mostrar la voluntad de hacer su trabajo, ya que muchas operaciones estarán al amparo de menos requisitos y controles.
Minfin: “Se trabajará un reglamento”
Álvaro González Ricci, ministro de Finanzas, respondió que hay que buscar un equilibrio, ya que muchos alcaldes y el Estado como tal deberían de ser más ágiles para el proceso de compras.
Una licitación, dijo, puede llevar de ocho meses a un año para desarrollarla, e inclusive se puede caer, y en el caso de una cotización puede llevar seis meses. Consideró que en las compras directas Q90 mil puede ser un monto muy bajo y había que elevarlo, ya que son montos vigentes desde hacer varios ejercicios.
“El tema hay que ponerlo en dos platos: la parte de agilizar las compras del Estado para responder más fácilmente a las necesidades de la población, pero eso tiene que ir de la mano con los mecanismos de control, transparencia y calidad del gasto”, resaltó el funcionario.
Recordó que el hecho de agilizar las adquisiciones, no necesariamente quiera decir que se compre mal, y en las reformas solo se modificó la tabla de montos, y no se tocó los temas reglamentarios para mantener la transparencia y calidad del gasto.
Anticipó que están trabajando un proyecto, y por medio del reglamento se plantearán cambios para fortalecer el proceso de transparencia y empatarlo con la agilidad que están buscando todos los sectores de comprar más rápido.
La propuesta estaría encaminada a que, si bien es cierto, se requiere agilizar las compras, se tiene que contar con una contraparte para la transparencia y calidad del gasto para hacer las adquisiciones. “Se tocó una cara de la moneda, pero hay que trabajar la otra”, subrayó el ministro.
La idea es que las compras de baja cuantía entren a un esquema de transparencia pública, para que el gasto se haga de manera correcta y no sea un escape para fomentar el mal gasto, que no es el fondo, insistió el ministro, que, aunque facilitará las operaciones en las alcaldías, se debe apoyar la transparencia y calidad del gasto.
“Ni afecta, ni beneficia”
Abrahim Zelada alcalde de La Esperanza, Quetzaltenango, explicó que en su caso particular las reformas planteadas, “ni les afectan, ni les beneficia, ya que las compras menores son menos de Q100 mil, y muy raras ocasiones se tienen que hacer compras superiores a esa cantidad.
Dijo que no percibe mayores problemas a los cambios planteados, en su municipalidad, y en el caso de los proyectos de licitación son pocos.
Mientras en las adquisiciones de baja cuantía, el gasto más importante y significativo eran las relacionadas de equipo de bombero para suministrar el agua potable a los vecinos, y se veían en apuros.
Estas compras se dan entre uno o dos por año, aseguró el jefe edil.
“Desformalización”
Estrada Domínguez dijo que existe otro riesgo en el sentido de los registros de las empresas u oferentes que apliquen en las adquisiciones de baja cuantía.
Recordó que existe el sistema de registro de precalificados, que es automático y que ofertan en proceso electrónico de compra directa, pero ahora no será falta presentar al representante legal, declaraciones de impuestos al día, NIT, documentación de los representantes legales o domicilio fiscal confirmado, factura electrónica actualizada, que, aunque son procesos pequeños aportan a la fiscalización y transparencia.
Ahora cualquiera que este precalificado o no se le podrá adquirir bienes, y el riesgo es, según el exministro comprar a personas que no estén registradas. El registro quedará para cotizaciones y licitaciones más grandes, concluyó.