Economía

La turística Antigua Guatemala se adapta a la pandemia del covid-19 con esperanza de tiempos mejores

Los turistas extranjeros no han vuelto a las calles empedradas de esta ciudad desde marzo, cuando el país cerró sus fronteras para contener el coronavirus.

Un empleado limpia una mesa en el área de restaurante de un hotel en Antigua Guatemala, que comenzó la reapertura en medio de la pandemia. (Foto Prensa Libre: AFP)

Un empleado limpia una mesa en el área de restaurante de un hotel en Antigua Guatemala, que comenzó la reapertura en medio de la pandemia. (Foto Prensa Libre: AFP)

Con termómetro en mano y abundante gel desinfectante, los negocios de la ciudad colonial de Antigua reciben a los visitantes locales que colman el principal atractivo turístico de Guatemala, recién abierto tras meses de severas restricciones por la pandemia del covid-19.

Los turistas extranjeros no han vuelto a las calles empedradas de esta ciudad desde marzo, cuando el país centroamericano cerró sus fronteras para contener el virus, y con la reapertura económica iniciada a finales de julio son los guatemaltecos quienes empiezan a llenar los parajes del lugar.

“Fue un golpe casi letal a la economía antigüena, llamémoslo un infarto”, comenta a la AFP Sergio Quintanilla, un artista sexagenario, en el parque central de Antigua, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1979.

El hombre viste un atuendo español de la época colonial. Habla de la historia y las leyendas del lugar. Con tono triste relata que muchos comercios no sobrevivieron a la ausencia de visitantes.

“Si le digo que afectó en un 100% le mentiría, le digo que fue en un 200%”, agrega Quintanilla, quien pese al optimismo por la reapertura al turismo, lamenta que algunos visitantes no utilicen de forma correcta la mascarilla, de uso obligatorio en el país.

Luis Turgy alimenta palomas en Antigua Guatemala, donde se ha iniciado la reapertura de actividades. (Foto Prensa Libre: AFP)

Entre protocolos y esperanza

Guatemala reportó su primer caso de covid-19 el pasado 13 de marzo y días después el presidente, Alejandro Giammattei, cerró los pasos fronterizos y el Aeropuerto Internacional La Aurora, al tiempo que limitó la movilidad entre departamentos, un golpe para la industria turística.

Las restricciones también prohibieron las reuniones masivas y, en el caso de Antigua Guatemala, afectaron la tradicional celebración de la Semana Santa, una de las fiestas más importantes por la elaboración de imponentes alfombras de aserrín y los solemnes cortejos procesionales que atraen a miles de turistas.

Aracely Vivar, gerente de Café Condesa, explicó que el negocio de comida estaba limitado a servicios para llevar y de entrega a domicilio, y tras las reapertura gradual volvió a habilitar la atención en las mesas con estrictos protocolos sanitarios.

Revisión de temperatura, aplicación de alcohol en gel en la manos, desinfectante en los zapatos, uso de mascarilla y capacidad reducida, son los pasos básicos en la mayoría de comercios de esta histórica ciudad del sur del país.

“Nos tuvimos que adaptar a todo lo nuevo. Nuestros protocolos son muy rigurosos desde que el cliente entra hasta que sale”, afirma Vivar.

Los hoteles, otro de los sectores más afectados por la pandemia, también comenzaron a abrir con las mismas medidas de higiene.

“Incluso tenemos que tomarnos la temperatura cada 120 minutos para verificar que estemos en buen estado de salud”, detalla Claudia Velásquez, empleada del Hotel La Catedral que reabrió el pasado 15 de agosto.

El Arco de Santa Catalina es uno de los lugares más visitados en Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: AFP)

Esperanza en la reapertura

Velásquez, quien se protege con mascarilla y una careta plástica, pone sus esperanzas en la reapertura del aeropuerto capitalino a vuelos comerciales, anunciada para el próximo 18 de septiembre, para retomar los negocios.

“Creemos que en el momento de abrir el aeropuerto, las ventas, tanto para nosotros como para todos los antigüeños, serán mejores”, coincide Andrea Segura, encargada de Nim Pot, una tienda de artesanías elaboradas por comunidades indígenas remotas del país.

En casi seis meses de pandemia, Guatemala, con cerca de 17 millones de habitantes, suma unos 78 mil contagios del nuevo coronavirus con más de 2 mil 800 muertos, aunque Giammattei asegura que el país atraviesa una tendencia a la baja de casos.

Vista de la Iglesia San Francisco El Grande en Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: AFP)

Cuidado personal

En la iglesia San Francisco El Grande, una de las principales de Antigua, Oscar Baeza considera que luego de varias semanas de confinamiento se puede realizar turismo tomando las medidas de protección para no contagiarse del virus.

“Va a depender de cada uno que tengamos el cuidado de evitar un contagio con las medidas de seguridad como la mascarilla bien colocada y gel a cada cierto momento”, refiere Baeza, un turista de la capital guatemalteca.

Personas visitan el Tanque La Unión, un lugar de encuentro histórico donde la gente lavaba su ropa durante la época colonial, en Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: AFP)

Durante 2019, el Instituto Guatemalteco de Turismo contabilizó un ingreso de 2.5 millones de visitantes extranjeros al país, principalmente de Centroamérica y Estados Unidos, 6% más que el año anterior.

Solo Antigua recibió el 27% del total del turismo internacional, aunque las estadísticas para 2020 se desplomaron por la crisis sanitaria.

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