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La tasa líder sube por tercera vez en cuatro meses y ya está en 2.75%, lo que genera fuertes críticas

Con el objetivo de contener el alza generalizada de precios, la Junta Monetaria decidió aumentar de nuevo la tasa de referencia y no todos están de acuerdo con la medida.

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Los créditos bancarios al sector privado en el 2022 tuvieron un comportamiento muy dinámico. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La Junta Monetaria (JM) aumentó 0.5% la tasa líder de política monetaria, por lo que pasó de 2.25% a 2.75%. Esta es la tercera alza en lo que va del año, pues desde junio del 2020 se mantuvo en 1.75%, pero en mayo subió 2% y a finales de julio, se ubicó en 2.25%.

“La JM decidió por unanimidad aumentar en 50 puntos básicos la tasa de interés y las razones tienen que ver tanto con el escenario internacional como con el nacional. Con esto se busca enviar un mensaje contundente a los agentes económicos, sobre su compromiso para contener las presiones inflacionarias, pero sin afectar el crecimiento económico”, afirmó Sergio Recinos, presidente de la JM y del Banco de Guatemala (Banguat).

En su análisis, el funcionario resaltó que para la decisión se tomaron en cuenta las perspectivas de crecimiento económico mundial, que son positivas para 2022 y 2023, pero a niveles inferiores a lo previsto, debido a la alta incertidumbre mundial:

Se proyecta que este año la economía mundial crezca 3.2% y para 2023, 2.9%, frente al 6.1% de 2020. Las economías avanzadas, que suman 42% de la economía global, crecerían 2.5% en 2022 Y 1.4% en el año siguiente. Y los principales socios comerciales de Guatemala, que incluyen a EE. UU., algunos países europeos y de Centroamérica, podrían crecer 2.6% este año y 1.5% en 2023

“Otro elemento que la JM consideró importante tiene que ver con las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), respecto a la tasa de interés. En lo que va del año la ha aumentado 225 puntos básicos y hay muchas probabilidades de nuevos aumentos. Definitivamente, la política monetaria norteamericana seguirá siendo contractiva”, señaló Recinos.

La JM también observó que la inflación internacional se mantiene alta, debido principalmente a los elevados precios de las principales materias primas y a la lenta normalización de la cadena mundial de suministro. Mientras que los precios del petróleo, el trigo y el maíz amarillo, aunque han mostrado bajas, seguirán por encima de los niveles observados en 2021.

Todo bien, pero…

En el entorno nacional, se supone que la mayoría de los indicadores de corto plazo de la actividad económica es congruente con el rango de crecimiento económico previsto para este año (entre 3% y 5%); un Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) en 3.6% (en junio) y un crecimiento de 20.9% en las remesas familiares. Otro elemento positivo es el desempeño del comercio exterior, con un crecimiento de 25.2% en las exportaciones y de 34.2% en las importaciones.

Sin embargo, la inflación está fuera de control, hasta cierto punto, lo que las autoridades atribuyen a los choques externos derivados de los altos costos de las importaciones: “El ritmo de tres meses consecutivos es mayor a 1% intermensual, algo que no veíamos en los últimos 10 años, y nos hizo revisar nuestra estimación de cierre, que estaba en 6.75% y la subimos a 7.75%, indicó Recinos.

De ahí, la decisión de subir la tasa en 50 puntos básicos (a diferencia de las dos ocasiones anteriores, cuando aumentó solo 0.25%), “pues la JM consideró en esta oportunidad que ya se perciben efectos de segunda vuelta, por lo que había que ser más contundente en la medida para mandar una señal a los agentes económicos del compromiso de la autoridad monetaria en la contención de la inflación”, enfatizó.

Correcta, pero insuficiente

Clynton López Flores, director de Economía de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), opinó que, si bien la decisión de la JM es correcta, “aún es tímida” considerando los niveles de inflación. Asimismo, consideró que para que el mecanismo de transmisión (efectos) del aumento de la tasa líder sea efectivo, el Banguat debe incrementar las captaciones de liquidez en quetzales con Operaciones de Mercado Abierto (OMA).

“La tasa líder afecta las operaciones de reporto (operaciones interbancarias de corto plazo) pero no la multiplicación de dinero en las instituciones financieras. Para lograr

restringir la liquidez y que el mecanismo de transmisión monetaria funcione, se debe captar liquidez en operaciones de estabilización monetaria y dejar de acumular reservas monetarias internacionales porque eso presiona la inflación en quetzales”, dijo.

A su criterio, una tasa líder baja y la liquidez inyectada, han promovido el consumo en los últimos años, castigando el ahorro. El Banguat debe restringir la liquidez hasta que la inflación llegue a meta y los agentes económicos se adaptarán”, agregó el economista.

Por su parte, Edgar Balsells, economista investigador del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), fue más crítico al indicar que el aumento de la tasa líder es una medida de política monetaria sin mecanismo de transmisión y solo sirve para incrementar la rentabilidad bancaria porque solo encarece el crédito para las personas, pero no incentiva el ahorro.

“Ojalá, así como suben las tasas de interés de los créditos subieran también las de los ahorros. Durante 15 años ha habido una brecha de más de 10 puntos entre tasas activas y pasivas, mientras que en EE. UU. esa brecha no es más de 2% o 3%. Eso evidencia la inefectividad de la medida”, recalcó.

Otro argumento es que la inflación también tiene causas no monetarias “y la mejor manera de que el país se anticipe a los choques externos e internos del alza generalizada de precios es reconvertir la inversión privada, de manera que produzca bienes de alto valor, tales como la refinación de petróleo, y se incentive la producción interna de alimentos, que son los mayores causantes del encarecimiento del costo de vida”.

Y María Antonieta de Bonilla, expresidenta del Banguat, consideró que la decisión de la JM respecto a la tasa líder va en el camino correcto, pero refirió que en el corto plazo no se esperaría un mayor impacto. “La tasa pasa a 2.75% y la inflación está en 8.36%, si a esto sumamos que hay un rezago después de que la JM adopta la medida, entonces el impacto en el sector bancario no es inmediato”, señaló.

A su parecer, las primeras alzas de la tasa por parte de la JM fueron bajas, por lo que seguramente se revisará la medida, luego de que se publique el nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC).

“Más que la política monetaria, al país le debe preocupar el comportamiento de la economía mundial, principalmente de los socios comerciales, que si se registra una mayor contracción, habrá un impacto más inmediato en el mercado”.

Datos:

  • Desde junio de 2020 hasta mayo de 2022, la tasa líder se ubicó 1.75%.
  • A finales de mayo, la JM subió la tasa a 2%
  • En julio, la tasa nuevamente fue incrementada y se ubicó en 2.25%.

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