Economía

La tarjeta de crédito

¿La tarjeta de crédito es buena o mala? La respuestas será dependiendo de la persona a quién le preguntemos, ya que depende de la educación y disciplina financiera del usuario.

El hecho de que el Estado pretenda regular el uso de este instrumento de crédito, es porque algunas o muchas personas se han visto perjudicadas por el pago de intereses, recargos, y demás gastos que las empresas emisoras cobran.

Entre los aspectos que se busca regular es el cobro excesivo de intereses, la capitalización de los mismos; ambos son temas álgidos.

Entre las varias regulaciones, está lo referente a las entidades emisoras de tarjetas de crédito, que entre los requisitos se pide que deben “Encontrarse bajo la Supervisión de la Superintendencia de Bancos”, perjudicando así las entidades comerciales que emiten su propia tarjeta de crédito, ya que de quedar regulado, tendrían que salirse del mercado.

Los usuarios de las tarjetas deben hacer conciencia que es un instrumento de crédito y cada uno debe medir su capacidad de pago considerando seriamente no gastar más de sus ingresos mensuales.

En una buena cantidad de casos el uso de tales tarjetas se hace de manera emocional y no racional.

Para agravar esa forma de comportamiento, hay que agregarle que el límite de crédito muchas veces es mayor al ingreso mensual y ello es una tentación irresistible para el indisciplinado financiero.

El problema ha sido utilizar la tarjeta para gastos no necesarios y en algunos casos es posible que los mismos dupliquen a los ingresos y por ello se ha recurrido a efectuar el pago mínimo y si se llegara quedarse sin trabajo, se empeora el calvario y la persecución de cobro.

En conclusión, los problemas de insolvencia de pago son responsabilidad personal. El desafío para cada uno es usar las tarjetas para lo básicamente necesario, no exceder los gastos a lo que se gana mensualmente, solo así se tendrá capacidad para pagar al estricto contado.

Con esta forma de actuar, la tarjeta de crédito resultará beneficiosa, porque son varios los emisores que ofrecen puntos o beneficios, entre otros incentivos.

Con los puntos acumulados podrán canjearse compras y pueden ayudar a sufragar parte de los gastos de fin de año. Si la persona actúa con desorden financiero en su vida, por mucha regulación que exista, siempre va a estar endeudada y perseguida por los cobradores.

La persona que es desordenada financieramente, no solamente corre el riesgo de llevar a la quiebra sus finanzas personales, sino que también a su propia empresa. El tema es delicado.

Para enero del próximo año, estaremos impartiendo un tema de manejo de finanzas personales. Estén atentos, les ayudará en sus vidas y sus empresas. Lo anunciaremos en nuestro facebook y página en internet.

ESCRITO POR:

Oscar Chile Monroy

Consultor en impuestos y defensa fiscal. Conferencista-orador en temas tributarios y empresariales. Fue catedrático de la Maestría en Consultoría Tributaria en la Universidad de San Carlos de Guatemala.