Un ambiente que, según la firma inglesa Price Waterhouse Coopers, prevé un crecimiento del 3,6 por ciento en la región, una desaceleración y un pesimismo del 90 por ciento de líderes mundiales que no ven una mejoría.
Ante esa incertidumbre, Redondo matizó que iniciativas como la de Centroamérica Exporta, en la que más de 3.900 empresas mejoraron sus capacidades para exportar a Latinoamérica y Europa, es la vía para impedir la desaceleración de la que se habla.
Subvencionado con recursos de la Unión Europea y ejecutado en fases distintas por la Sieca y la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), el programa incluye a cámaras empresariales de los países vecinos y el Centro Regional de Promoción de la Mipyme (Centromype).
“Hay retos y un entorno del sector (exportador) que es altamente retador”, asintió Redondo, quien hizo énfasis en la importancia de las “iniciativas futuras” que logren tomar en “consideración estos retos para generar nuevas oportunidades”.
Es imposible “desconocer que estamos viviendo en una época de alta incertidumbre y eso golpea las expectativas de crecimiento”, subrayó, y sostuvo que a la posible desaceleración de la que “Centroamérica no está exenta” solo existe una solución: “hay que enfrentarla”.
De hecho, reconoció que hay algunos países que ya anunciaron “medidas contracíclicas” para “medir el impacto de la desaceleración económica en nuestros principales mercados, como la Unión Europea y EE.UU.”.
Además, el hondureño abogó por la “modernización normativa de los códigos aduaneros”, la “adecuación a requerimientos de facilitación de comercio” o la “implementación de nuevas tecnologías y la renovación de regulaciones que afectan al comercio” con el fin de fortalecer “el clima de competitividad” en Centroamérica.
Zanjó que en el horizonte se tiene contemplado establecer un nuevo código aduanero uniforme centroamericano, “una nueva declaración única (como la DUCA), la implementación de un plan maestro de movilidad y logística que indique las inversiones estratégicas para Centroamérica y una agenda de intersectorialidad, además de una nueva política agrícola para la región”.
Algunos de los objetivos que contempló Centroamérica Exporta fueron el fortalecimiento de capacidad de exportación mediante servicios empresariales especializados, “fortalecer y estimular las redes de empresas y de los centros de atención a las mipyme”; así como el apoyo a la generación de negocios entre el Sistema de Integración Centroamericana y el mercado internacional, explicó la SIECA.
Durante el programa se realizaron 600 autodiagnóisticos “para detectar el potencial de exportación, así como la participación de 87 pymes que ofrecieron su oferta exportable en un pabellón centroamericano en tres ferias regionales y una internacional, logrando con ello diversificar mercados y contar con nuevas oportunidades de negocios”, concluyó.
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