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La sequía en la costa sur guatemalteca pone en alerta al sector azucarero
La agroindustria azucarera se encuentra en plena zafra, pero la falta de lluvias comienza a afectar el rendimiento cañero, lo que causaría una producción 4% menor a la esperada.
La falta de lluvia afecta las plantaciones, y el problema que enfrentan los productores es que la caña que se muele tiene menos azúcar de lo normal, según Asazgua. (Foto, Prensa Libre: cortesía Asazgua).
Una alerta declaró ayer el sector agroindustrial azucarero en Guatemala, debido a las condiciones actuales del clima a causa del fenómeno El Niño en la costa sur, y ya se habla de menores rendimientos en la producción de azúcar en la cosecha que concluye en mayo próximo.
La Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua), emitió una declaración de “alerta” ante la crítica falta de lluvias, que ha obligado a tomar una serie de acciones para lograr los objetivos de producción de la zafra actual, período que empieza en noviembre y finaliza en mayo del año siguiente con la llegada del invierno.
Este es el primer sector agroindustrial del país que manifiesta su alarma por la sequía que ha ocasionado una disminución de los principales afluentes que surten de agua a las plantaciones, por lo que la acción más inmediata fue detener totalmente las operaciones de riego en áreas donde el problema es más severo, subrayó Luis Miguel Paiz, gerente general de la referida asociación.
“La presencia de El Niño ha provocado el incremento de la temperatura, disminución de lluvias y en consecuencia una sequía severa, impactando a la agroindustria de la caña de azúcar”, se expuso, al agregar que la lluvia es la principal fuente de agua del cultivo de la caña y en 2023 se registró una reducción drástica, afectando el desarrollo de las plantas y por lo tanto, el rendimiento esperado.
Impacto
Álvaro Ruiz, vicepresidente de Asazgua, explicó a Prensa Libre, que en esta zafra el mayor impacto negativo deviene de la sequía del 2023 y citó como ejemplo, que la producción de azúcar es más bajo de lo normal y el región de cultivo más afectada es la que se encuentra cerca del litoral.
Luego informó que, a nivel general, en la zafra actual se presenta una reducción de ocho quintales por hectárea (ha) o 3.25% menos, mientras que el litoral hay una disminución de 17.2 quintales por ha en comparación con el año pasado (7% menos).
“La caña de esta zafra se está secando aceleradamente y ese es un efecto real. Uno pasa por los cañales y ya ni siquiera son amarillos, sino café. Al final, lo que habrá este año es menos producción de azúcar, a nivel país”, apuntó.
En términos cuantitativos, la producción esperada para la zafra 2022-2023 es de 2 millones 608 mil 400 toneladas métricas (56 millones 714 mil quintales), lo que podría bajar en 104 mil 336 toneladas métricas o 2 millones 268 mil 500 quintales.
Abastecimiento local, pero menos exportación
Respecto a la satisfacción de las necesidades locales del edulcorante, Ruiz afirmó que en Guatemala no habrá desabastecimiento de azúcar y se garantiza el suministro porque la capacidad de producción es suficiente para cubrir el mercado local.
Lo que se prevé es una disminución en las exportaciones, algo que no solo ocurre en Guatemala, sino en todo el continente a causa de las condiciones climáticas, lo que también está causando un déficit de azúcar a escala mundial.
“Localmente no vamos a tener problemas; se garantiza el suministro y lo que se va a pasar es que bajarán las exportaciones”, afirmó Ruiz.
Indicó que en las negociaciones internacionales, los ingenios siempre tienen el cuidado de no comercializar toda su producción y siempre se queda un porcentaje sin vender. O sea que se deja una parte, previendo ese tipo de situaciones y cuando hay seguridad de que se contará con más producción, se adjudican más bloques. En todo caso, aseguró que no habrá incumplimiento con los compradores.
El vicepresidente de Asazgua reiteró que, en cuanto a la molienda de caña, los ingenios están “muy cerca” de lo normal de capacidad y no han detenido la producción. “El problema que ocurre es que la caña que se muele tiene menos azúcar de lo normal”. O sea que la zafra estaría culminando en mayo, pero con una producción menor.
Efectos futuros
Ruiz reconoció que la situación actual de sequía también tendrá efectos en la siguiente cosecha, pues aunque los pronósticos indican que habrá mucha lluvia después de la segunda mitad del año calendario “y eso hará que se empiecen a recuperar los cultivos, habrá algo de anormalidad en el año siguiente”.
“Vamos a arrancar la zafra en las mismas fechas y muy probablemente, la caña con la que empezamos a moler es la que no recibió suficiente agua, y probablemente habrá menos azúcar, pero si al final se cumple el pronóstico de que lloverá suficiente en el segundo semestre del año, lo más probable es que la caña para la siguiente cosecha estará bastante bien, y la caña de la primera mitad, tenga efectos como la del presente año”, advirtió.
Déficit hídrico
De acuerdo con Asazgua, no ha habido suficiente agua que permita a los cultivos cañeros desarrollarse lo suficiente para producir el azúcar esperada.
En este momento se considera que se han presentado dos años consecutivos de pocas lluvias, ya que en 2023 hubo zonas que tuvieron una disminución pluvial de 30% y en otras se detectó hasta -80%. Por lo tanto, en el 2024 continúa el déficit hídrico.
Desde 2016 hay una mesa técnica en la que participan varios sectores y se hace un monitoreo permanente desde los afluentes hasta que el agua llega a la desembocadura de los ríos, pero a finales de enero y principio de febrero, todos estaban por debajo del mínimo histórico, por lo que se empezaron a tomar medidas de disminuir el consumo de agua, pero ya se llegó al punto crítico, en el que los ríos están a punto de secarse.
Rendimientos
Información de rendimientos por áreas de cultivo de noviembre 2022 al 10 de marzo 2023:
- Rendimiento promedio de agroindustria por hectárea, zafra 2022-2023: 250 quintales.
- Rendimiento promedio de agroindustria por hectárea en el litoral, zafra 2022-2023: 260 quintales.
- En la zafra actual, se presenta una reducción de ocho quintales por hectárea, o sea 3.25% menos.
- En la presente zafra en el litoral se presenta una reducción de 17.2 quintales, que equivale a 7% menos.
- Entre las medidas que se están adoptando está la reducción significativa y la suspensión de operación de algunas áreas.
- Al sector le preocupa que al finalizar la zafra no se prevén lluvias como normalmente sucede, lo que también podría afectar el suministro de energía eléctrica.