Han transcurrido unos 25 años desde la última vez que se observó el funcionamiento de este sistema de transporte en el país, y varios gobiernos han incluido entre sus planes la recuperación ferroviaria con proyectos específicos que requieren inversiones millonarias, voluntad política, planificación a largo plazo y acuerdos interinstitucionales.
Como parte de esta investigación, se pudo corroborar que ya se encuentran en diferentes fases de estudio e implementación la Interconexión Ferroviaria México–Guatemala (Ciudad Hidalgo–Tecún Umán y Pajapita, San Marcos); Proyecto Puerto Quetzal–Santa Lucía Cotzumalguapa (Escuintla); Proyecto Puerto Barrios–Morales (Izabal); Tren Urbano y MetroRiel.
Por ejemplo, durante las últimas semanas se han observado brigadas de trabajo despejando tramos de la vía férrea ubicados en varias zonas capitalinas y evaluando el estado de los rieles y durmientes, lo que confirma la intención de efectuar pruebas para reactivar el servicio. La pregunta es: ¿quién ordenó esta labor?
La dueña del sistema
En varias ocasiones, Prensa Libre trató de comunicarse con Carlos Estrada, administrador único de la Compañía Desarrolladora Ferroviaria, S. A., conocida como Ferrovías, y también se envió correo electrónico al departamento de comunicación de la empresa para consultar al respecto, sin obtener respuesta.
No obstante, verificamos que Ferrocarriles de Guatemala (Fegua) es la propietaria de las líneas férreas en Guatemala, pero Ferrovías tiene un contrato de usufructo sobre toda la línea férrea y la exclusividad de toda la operación, por lo que Fegua es un ente regulador o fiscalizador de dicho contrato.
“El contrato de Ferrovías es el que le da el derecho exclusivo de operar toda la línea férrea, y Fegua quedó como contraparte del contrato, para velar por que se cumpla”, expuso Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham). Por lo tanto, Ferrovías sería la única usufructuaria legalmente establecida de los bienes de utilidad ferroviaria en el país, además de que posee la capacidad para desarrollar proyectos de reactivación que buscan la autosostenibilidad de la entidad y el cumplimiento al contrato 402, que documenta el usufructo oneroso de bienes de utilidad ferroviaria propiedad de Fegua.
Entre los servicios que puede prestar Ferrovías están el transporte de carga, de pasajeros, terminal terrestre, agente de transporte, agente marítimo y cualquier otra actividad económica. “Es más económico transportar la carga a través del tren en una estación multimodal, donde la carga entra y se descarga el granel, materia prima o productos, luego se transportan vía terrestre y continúa el traslado marítimo y viceversa”, refirió Carrasco.
Asimismo, afirmó que no existen impedimentos legales para poder desarrollar tramos para el paso del tren, pero requiere de voluntad política. En el caso de Ferrovías, como empresa privada, puede entrar en esos contratos de participación con otras entidades y llevar a cabo las obras.
Proyectos en puerta
Varios de los proyectos mencionados están ubicados en diferentes puntos del país y en algunos casos están relacionados. En otros ya se firmaron contratos como en el caso de la Zona de Desarrollo Económico Especial (Zdeep) Puerta del Istmo, para desarrollar una Terminal Ferroviaria Multimodal en Pajapita, San Marcos, con una inversión de US$23 millones, que incluye un terreno de 20 hectáreas.
El 23 de junio pasado se suscribió un contrato oneroso y no exclusivo de servidumbre de paso con Ferrovías, para que Puerta del Istmo pueda iniciar la construcción del centro logístico, cuyo objetivo es facilitar el intercambio comercial entre México, Guatemala y Centroamérica. Algunos de los productos que se podrían trasladar desde México hacia Guatemala son vehículos, acero, granos e hidrocarburos, entre otros.
Fermín Colima, presidente de Puerta del Istmo, explicó que para lograr el proyecto primero se deben construir 3.2 km de línea férrea. Los primeros 1.3 km corresponden a línea férrea que se encuentra dentro del Depósito Aduanero Temporal, en el que Ferrovías invirtió Q40 millones, pero aún no está habilitado por la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT). El tramo conectará las instalaciones ferroviarias en Tecún Umán con Puerta del Istmo.
Además, otros 1.9 km de línea férrea dentro de propiedad privada que llevará el ferrocarril hasta las instalaciones del proyecto. La inversión para estos 3.2 km asciende a US$3.5 millones, indicó Colima. Sin embargo, dependen de la luz verde del depósito aduanero temporal de Ferrovías para poder iniciar los trabajos que durarían 18 meses y que quedaron establecidos en el contrato, afirmó el empresario.
“La construcción de la línea férrea se realizará de acuerdo con los estándares y requerimientos actuales que utiliza la red ferroviaria mexicana; por lo tanto, aún se debe llegar a acuerdos con Ferrocarriles de México. No podemos comenzar la inversión sin asegurar que entrará el tren desde México; todo va de la mano”, afirmó Colima.
Arturo Soto, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Guatemalteco Mexicana (Camex), indicó que es importante llegar a acuerdos con México para que se logre una facilitación del comercio a través de implementar aduanas compartidas.
En el caso de Ciudad Hidalgo, Chiapas, no hay mucho espacio para operar una aduana de salida, pero si lo hay del lado de Guatemala.
La función de Fegua
En el caso de Fegua, su objetivo principal es restaurar, revitalizar y revalorizar el patrimonio ferroviario, e implementar y ejecutar un plan de mantenimiento de la vía férrea. Se evidencian algunos avances, pero han sido lentos.
Para los servicios de supervisión de la vía férrea, procuración de denuncias, señalización y la conservación de bienes históricos y ferroviarios, Fegua ha invertido, de octubre del 2019 hasta septiembre de este año Q17 millones 335 mil 004, que incluye los materiales y suministros, y la contratación de los servicios técnicos y profesionales.
Actualmente, por mandato, está a cargo de los trabajos de mantenimiento y protección de la vía férrea, específicamente en la 11 calle de la zona 12 y calzada Atanasio Tzul.
Un estudio que todavía se encuentra en proceso y que se espera concluir a finales del presente año es el Segmento Guatemalteco de Conexión de Carga Ferroviaria en Centroamérica, que forma parte de una iniciativa regional del Knowledge Sharing Program, implementado por el Ministerio de Economía y Finanzas de la República de Corea, con el acompañamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Multilateral de Desarrollo, en el que participa Fegua.
Érick Uribio, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Alianzas de Desarrollo de Infraestructura Económica (Anadie), puntualizó que el estudio de prefactabilidad que elabora el BCIE sobre la conexión de México a Puerto Quetzal continúa en curso y finaliza este año.
El diagnóstico permitirá evaluar el estado actual de los tramos ferroviarios desde Tecún Umán, San Marcos, hacia Escuintla, con un trayecto aproximado de 165 km.
Por último, Carrasco destacó que la mejor estrategia para avanzar en concretar los proyectos ferroviarios es la planificación por “tramos”, porque son inversiones que no se recuperan en el corto plazo, y solo de esa forma el país será más competitivo.
Testimonios, vecinos temen
Personas que residen cerca de las vías del tren expresaron sentir temor porque cada vez más observan trabajos de revitalización de las líneas férreas y algunos viven en ese lugar desde hace más de 25 años.
Benjamín Yax comentó que, si el tren vuelve a transitar, saldrán perjudicados cientos de familias que no tienen recursos para comprar un terreno o trasladarse a otro lugar.
María López afirmó que estarían dispuestos a movilizarse a donde el Gobierno les indique, pero con la condición de que sea en la ciudad de Guatemala, pues sus centros de trabajo quedan cerca y ganan el salario mínimo, por lo que no pueden pagar transporte.
Mercedes Pérez, quien lleva más de 21 años de vivir cerca de las vías del tren, afirma que la reactivación de ese servicio le perjudicará, porque no cuenta con recursos económicos para alquilar una habitación o vivienda. Por lo tanto, teme quedarse sin un espacio para vivir, porque tampoco tiene familiares a quienes acudir.
* Por Érick Ávila