Todo apunta a que se diseñará un plan de gasto diferente con prioridades especificas a causa de los efectos del covid-19, señalan autoridades y analistas.
En los siguientes días la Comisión Técnica de Finanzas Públicas –que la integran varias instituciones– definirán los escenarios macroeconómicos y fiscales que sustentarán la iniciativa a presentarse el 2 de septiembre al Legislativo; es decir, empiezan a correr los 90 días para la planificación del proyecto del presupuesto.
De manera tentativa, se habla de un techo por unos Q96 mil millones, pero es un dato no oficial y que se tendrá que afinar por las autoridades, se informó.
Lo que sería un presupuesto orientado al cumplimiento del programa de Gobierno, ahora se tendrá que redirigir a otras necesidades y las secuelas que deje el covid-19, hasta prepararse financieramente de una posible segunda ola de contagio.
Ejes prioritarios
Esta vez no se llevará a cabo el ejercicio de Presupuesto Abierto, y las unidades financieras fueron notificadas del procedimiento a seguir para presentar el plan operativo anual (POA), así como los indicadores que deberán de cumplir.
El ministro de Finanzas Álvaro González Ricci expresó que el presupuesto del próximo ejercicio se reorientará en las áreas de inversión por el covid-19 en el sistema de salud y hospitalario, así como infraestructura vial, puertos, aeropuertos y combate a la desnutrición.
“Le estamos apostando a la inversión como el eslabón de desarrollo y en estas circunstancias de crisis nos interesa utilizar una política contracíclica para incrementar la inversión pública y acelerar el gasto para generar fuentes de empleo”, subrayó el funcionario.
Citó como ejemplo fortalecer el área de infraestructura con el otorgamiento de más recursos al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), y la idea es que el sector construcción incremente su participación en el PIB de 3% a 4%.
En una entrevista con Prensa Libre el pasado viernes, el ministro Josué Edmundo Lemus del CIV confirmó que la idea es trabajar en la construcción de nuevas carreteras y darle mantenimiento a la red vial existente. Añadió que uno de los desafíos es tener en óptimas condiciones los tramos de puerto a puerto y frontera a frontera.
Atención
Abelardo Medina Bermejo, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), declaró que la pandemia puede relegar entre el 10% y el 15% de la población a la pobreza y las necesidades de atención van a crecer sustancialmente en gasto social.
Precisó que el sector que más genera empleo en el país son las pequeñas y medianas empresas y la recuperación de la actividad económica dependerá de la activación y atención a ese sector.
“Si las personas no obtienen empleo, no tendrán suficientes ingresos”, dijo el analista.
En las condiciones actuales, no se puede considerar que sea un presupuesto que se trabaje en temas como de defensa o de cultura, algo que estará “muy difícil”. Por el contrario, tendrá que enfocarse en la atención a los grandes grupos de personas, agregó.
En ese sentido, consideró el fortalecimiento financiero a los Ministerio de Salud, Desarrollo y Educación.
Cuestionó que el posible destino de recursos para infraestructura, cuando hay familias que quedarán en la línea de la pobreza, la parte de salud, así como el impulso a las pequeñas y medianas empresas, que debería ser el punto de referencia para el presupuesto del 2021.
El ministro reiteró que la idea es atraer inversiones extranjeras y locales en infraestructura vial, puertos y aeropuertos, para la generación de empleo.
Fortalecer salud
“No será un año atípico, si no de oportunidades para que el Gobierno siente las bases para que verdaderamente pueda atender lo que la epidemia ha desnudado; que es la precariedad del sistema de salud el cual será esencial para gestionar los brotes posteriores a este ciclo epidémico”, consideró Karin Slowing ex titular de Segeplan.
En el caso de atender a la desnutrición, dijo que es algo estructural y ahí “converge la crueldad del sistema político, económico y social”.
En la reactivación económica, comentó que se debe tener una visión más amplia, no solo hacia la infraestructura, y apostarles a sectores estratégicos en los cuales se desempeña la pequeña y mediana empresa sobre todo del turismo, agricultura y comercio que generan grandes cantidades de empleo.
En el apoyo social a los sectores más vulnerables, Slowing enfatizó que el Ministerio de Desarrollo (Mides) debe tener una reorganización.
Manejo de escenarios
El presupuesto en este año asciende a Q107 mil millones por las ampliaciones y modificaciones que se aprobaron en marzo y abril por el Congreso como respuesta primaria a la emergencia.
En ese sentido, González Ricci expresó que un techo de la propuesta podría ser Q96 mil millones, pero que dependerá de varios factores entre ellos la recaudación para el próximo año considerando que las autoridades monetarias, organismos financieros internacionales y agencias de calificación de riesgo país están pronosticando un crecimiento económico muy dinámico.
Recordó que uno de los objetivos es incrementar los rubros de inversión y brindarle un buen manejo los gastos de funcionamiento.
Algunos indicadores para 2021 son la proyección de un crecimiento económico de 3.5%, carga tributaria del 10%, un déficit fiscal a 2.9% y deuda pública con relación al PIB de 32.4%.