El reporte señaló que la evolución del desarrollo de banda ancha en los países de Latinoamérica y el Caribe aún no se compara respecto de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), y evidencia la necesidad de enfocar estrategias que ayuden al cierre de la brecha digital, porque las inversiones que se destinen a ese esfuerzo tienen una relación directa con aumentar drásticamente el empleo e impulsar el crecimiento económico sostenible en los países, que lo logran.
Según el BID, la región necesitaría, para cerrar la brecha con respecto a los países de la Ocde, una inversión de aproximadamente US$68 mil 500 millones para subsanar la brecha, de lograrlo generaría más de 15 millones de empleos directos, impulsaría el crecimiento económico regional en 7.7 por ciento y aumentaría la productividad en 6.3 por ciento.
Esfuerzo titánico
En el caso de Guatemala, y de acuerdo con el ranquin global del Índice de Desarrollo de Banda Ancha, el país ocupa el puesto 62 de 65 países con 3.44 puntos casi junto con Haití, y refleja un contraste con países como Chile, Costa Rica, Brasil, Argentina, Uruguay y Bahamas, en los puestos 33, 38, 39, 40, 42 y 43, respectivamente.
El BID recomendó que la inversión debe dirigirse a temas de infraestructuras y desarrollo de aplicaciones y programas pedagógicos en el uso de la tecnología.
En ese sentido, Ricardo Valenzuela, vicepresidente de la Gremial de Telecomunicaciones adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), opinó que el estudio califica de “urgente” el dotar de herramientas digitales a las personas para que puedan ser más productivas.
Por ejemplo, dijo Valenzuela, en temas de educación, los productores, artesanos, emprendedores podrían tener acceso a recibir los cursos que imparte el Instituto Técnico de Capacitación (Intecap) y brindar acceso a plataformas educativas tecnificadas, es decir, la educación productiva podría generar los empleos que proyecta dicho reporte, pero la tarea es “titánica”, enfatizó.
Para lograrlo se necesita dotar de un celular o computadora básica, que son las herramientas necesarias para la capacitación.
Inversión rural
El estudio proyectó que el 74 por ciento de la inversión en Guatemala debería destinarse a las zonas rurales, donde las inversiones públicas suelen ser la fuente principal de financiamiento.
Además, según el estudio, se necesitan más alianzas público-privadas para cerrar la brecha con los países de la Ocde.
Valenzuela agregó que el mayor problema está precisamente en las áreas rurales, porque previo al despliegue de la infraestructura de telecomunicaciones se necesita infraestructura de red eléctrica.
“El área rural del país es demasiado grande, y hay lugares en donde la red eléctrica no cubre porcentajes del territorio, y al no cubrirlo, definitivamente los operadores de telefonía no harán despliegue de redes”, explicó Valenzuela.
La proyección de inversión de más de US$1 mil millones es acertada debido a ese despliegue que aún falta, enfatizó el directivo.
Gasto no es asequible
El informe del BID indica que la región aún presenta brechas considerables en cuanto a la distribución de la banda ancha y la cobertura de tecnología 4G en relación con los países de la Ocde.
En términos de asequibilidad, los ciudadanos promedio de la región deberían gastar más de 20 por ciento de sus ingresos para acceder a servicios de banda ancha, una cifra muy por encima del 3 por ciento recomendado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones para que estos servicios se consideren asequibles.
Ricardo Valenzuela, vicepresidente de la Gremial de Telecomunicaciones de CIG afirmó que han recibido información de personas extranjeras que viven en Guatemala y perciben que los servicios de telefonía e internet son altos en comparación con otros países.
No solo son caros, sino que la capacidad del servicio es baja, es decir, hay un contraste, porque se paga más por ancho de banda y se obtiene poco, por lo tanto, el ingreso de los hogares promedio no logra costear un servicio eficiente y de calidad.