Economía

La inflación interanual continúa a la baja, pero los precios de la canasta básica subieron 15.3% en un año

A pesar de que el ritmo inflacionario en Guatemala empieza a ceder y en mayo se ubicó en 6.54%, el costo de la adquisición de los productos básicos sigue en alza.

Inflación en Guatemala

La división de transporte registró un desempeño negativo en mayo, al igual que la de alimentos y recreación, según el IPC. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El ritmo inflacionario en Guatemala se situó en 6.54% en mayo último y confirma una desaceleración de 1.78 puntos porcentuales respecto a abril, cuando se ubicó en 8.32%, indica el reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) divulgado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pero a pesar de que el nivel general de precios refleja una tendencia a la baja, el costo de la adquisición de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Ampliada (CA) se han incrementado en 15.3% y para ambas canastas se evidencia un ajuste sustancial, que impacta en el poder adquisitivo de las familias.

El informe del IPC indica que el ritmo inflacionario (cambio relativo del IPC del mes en estudio con respecto al mismo mes del año anterior) fue de 6.54% en mayo pasado y marca un quiebre en relación con lo observado desde junio de 2022, cuando fue de 7.55%, pero alcanzó el punto máximo en febrero de este año con 9.92%.

En tanto, la inflación acumulada (el cambio relativo respecto a diciembre pasado) se ubicó en 1.21%, y la inflación mensual fue -0.36%, es decir que fue negativa.

Además, el reporte indica que tres divisiones del IPC tuvieron un desempeño negativo: transporte -0.19%; alimentos, 0.16%; y recreación, -0.09%.

A pesar de lo anterior, en la región II (Alta Verapaz y Baja Verapaz) el ritmo inflacionario fue de 10.59% y en la región VII (Huehuetenango y Quiché) fue de 10.46%.

Canastas caras

El IPC también muestra el comportamiento de la CBA (compuesta por 34 comestibles elementales) y de la CA (incluye gastos de vivienda, vestuario, educación, salud, transporte y otros), y por ejemplo en un año, el incremento fue de 15.3% para ambas variables considerando que en mayo del 2022, la CBA costaba Q3 mil 234.62 y el mes pasado había subido a Q3 mil 731.75, para una diferencia de Q497.13.

Mientras que la CA subió Q1 mil 147.84, ya que en mayo del año pasado se cotizaba en Q7 mil 468.53 y el mes pasado, en un promedio de Q8 mil 616.37.

 

¿Deflación o menos consumo?

Fredy Gómez, ex subgerente del INE, explicó que la contracción del indicador mensual (-0.36%) arroja una conclusión y es que dio inicio un proceso deflacionario, pues la cifra significa que los precios bajaron en ese porcentaje, de forma generalizada.

Aclaró que eso no significa que los precios hayan bajado en el transcurso del año, pues la inflación acumulada se sitúo en 1.21%, pero se esperaría que en lo que resta del 2023 se alcance una inflación de acuerdo con las metas planteadas por las autoridades monetarias.

“Venimos saliendo de una época de mucha inflación y siempre se compara la inflación interanual, la que no deja ver lo que ocurrió en el mes, y lo que importa es lo que pasó en mayo y lo acumulado en el año. Para la autoridad monetaria es una señal muy importante, pues lo que pueda estar ocurriendo es que el consumo se está contrayendo debido a que las personas ya no están demandando más productos porque sus recursos llegaron a su límite”, puntualizó.

Gómez, supone que las personas ya no están demando más productos porque ya no hay capacidad de compra, de manera que se ha caído la demanda “y era algo que se esperaba por el ajuste a la tasa de interés (líder). Una deflación no necesariamente es buena, en el sentido de que si bajan los precios es porque ya no está consumiendo, lo cual se confirma con el desempeño negativo de las divisiones de transporte, alimentos y recreación”.

Sobre la variación de precios, es decir la deflación reportada en mayo, versus el costo de la CBA y CA, Gómez explicó que las personas no necesariamente observarán una mejoría. En otras palabras, en este año hay aumentos de precios, aunque no son como los registrados el año pasado; pero “lastimosamente los ingresos no crecen como la inflación y las familias están llegando a sus niveles de ingresos disponibles y ya no pueden consumir de todo. O sea, hay una contracción del consumo”.

¿Qué se espera?

José Alfredo Blanco, vicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat), declaró recientemente que al analizar la Tasa Líder de Política Monetaria (que se quedó en 5% el pasado 31 de mayo), es que se analiza el balance de riesgos de la inflación, el que se divide en el entorno externo e interno.

En el externo explicó que a nivel mundial se viene observando que la inflación mundial se empieza a desacelerar y eso indica que la inflación importada comienza a bajar también, “de manera que la presión externa hacia los precios domésticos está cediendo”.

Mientras que en el entorno interno se mantiene el dinamismo económico, como se había previsto desde diciembre del 2022 (crecimiento positivo de 3.5% como valor central), por lo que en la inflación están pesando los factores hacia la baja.

Remarcó que las expectativas de inflación que se midieron han venido bajando y para los siguientes 12 meses se ubican en 5.12%, cerca del límite superior del rango meta. Por esa razón se decidió hacer una pausa en las alzas de la tasa líder.

Banguat: “Influyeron tres factores”

Álvaro González Ricci, presidente del Banco de Guatemala, fijó postura respecto q la inflación en mayo y esto respondió a las preguntas de Prensa Libre:

En términos generales ¿a qué se debe una disminución tan pronunciada?

Como habíamos indicado en nuestras presentaciones públicas, anticipábamos una reducción en la inflación debido a varios aspectos: la primera, la reducción de la inflación importada que ahora es de 30%, versus 72% del año pasado.

La segunda, es el efecto de los aumentos en la tasa líder. Y la tercera es la reducción de los precios de algunos alimentos, debido a la normalización de la oferta.

Los tres factores influyeron en la inflación de mayo, sobre todo el número tres. Hubo reducciones importantes en los precios del tomate, güisquil, maíz, frutas y papa. Además, disminuyeron los precios de las gasolinas.

¿Cómo explicarle a la población que, aunque el ritmo inflacionario viene hacia la baja, los ciudadanos aún no perciben una disminución en los precios de los productos, sino al contrario, cada semana se experimenta una mayor pérdida del poder adquisitivo de la moneda?

La reducción de la inflación no significa necesariamente una disminución de los precios, sino más bien que estos dejan de aumentar. Algunos precios sí han bajado, como los de los productos agrícolas que se mencionaron y las gasolinas.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.