Economía

La Guatemala que Jimmy Morales le entrega a Giammattei, según las calificadoras de riesgo

Un país con estabilidad macroeconómica pero insuficiente crecimiento económico para resolver los altos niveles de pobreza, además de debilidad institucional, en infraestructura física y social y en estado de Derecho son parte de las áreas pendientes de resolver que tiene Guatemala según las calificadoras de riesgo.

El mandatario Jimmy Morales y el presidente electo Alejandro Giammattei empezaron el proceso de transición en agosto del 2019, días después de la segunda vuelta electoral. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

El mandatario Jimmy Morales y el presidente electo Alejandro Giammattei empezaron el proceso de transición en agosto del 2019, días después de la segunda vuelta electoral. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Standard & Poor’s, Fitch Ratings y Moody´s coinciden en estos temas además mantienen sus advertencias de que los ingresos tributarios y la carga tributaria siguen siendo bajos.

Los niveles de deuda, certeza jurídica, atracción de inversiones también son parte de los retos que debe enfrentar el país.

Las tres firmas, en sus evaluaciones y declaraciones de especialistas, también coinciden en que el nuevo gobierno que presidirá Alejandro Giammattei, puede enfrentar debilidades ante la fragmentación del Congreso para aprobar reformas necesarias para revertir tales condiciones.

La deuda pública se reporta un saldo de Q157 mil 485 millones al cierre del 2019. La relación con el el producto interno bruto (PIB) es del 24.9%. La recaudación tributaria, según datos preliminares, fue de Q62 mil 591 millones, cifra menor en Q1 mil 433 millones a la meta original.

En tanto el presupuesto del 2019 de Q87 mil 715 millones seguirá vigente para el 2020 ya que el Congreso no aprobó uno nuevo.

Jimmy Morales dejará la presidencia el 14 de enero del 2020, luego de un período de cinco meses transición.

En tanto las nuevas autoridades están enfocando su agenda en la búsqueda de crecimiento económico, mayor atracción de inversiones, y seguridad, entre otras temáticas.

A continuación, las visiones que han explicado sobre el país cada calificadora.

Standard & Poor’s: Fragmentación política

En Standard & Poor’s Guatemala posee la calificación de BB- en moneda extranjera y BB en moneda local, en ambas con perspectiva estable.

Según la firma con el nuevo gobierno se espera en general estabilidad en las políticas económicas y para el nivel de deuda.

Sin embargo, considera que tendrá un entorno político desafiante, similares condiciones en las que, indica, estará el Congreso.

Visualiza que la nueva legislatura seguirá siendo dividida y que esa fragmentación política continuará limitando la capacidad para lograr avances en algunas reformas que promueva el Organismo Ejecutivo por lo que se estaría a la expectativa de lo que logre la próxima administración.

También hay limitantes o riesgos que ha enfrentado el país a través de los años y ese comportamiento continúa.

  • Uno de estos es el crecimiento económico el cual es calificado como débil. Los niveles de 3.5% todavía son insuficientes para que Guatemala pueda reducir de manera sustancial el nivel de pobreza.
  • En el 2018 se reportó en 3.1%; en el 2019 en 3.5% y para el 2020 se proyectó en 3.6%.

El país podría enfrentar un cambio de calificación a la baja, según un escenario negativo, si hay un deterioro inesperado de las políticas económicas que erosionen las expectativas de crecimiento y que contribuya a un deterioro de las finanzas, pero por el momento no se considera que se haya llegado a estas condiciones, según la firma. También esperan que no haya un deterioro en la parte fiscal ni externa.

La política monetaria es calificada como una fortaleza y se considera que el banco central ha tenido independencia, además que se mantiene un tipo de cambio flexible que ha permitido mantener las expectativas de inflación.

Sin embargo, se critica el bajo nivel de ingresos tributarios los cuales han estado por debajo del 10% del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los más bajos de la región.

Fortalecer la gobernabilidad de las instituciones públicas del país es necesaria. La calificadora opina que si el nuevo gobierno logra plantear una agenda de reformas con ese fin se podrían impulsar los ingresos tributarios y fortalecer las expectativas de crecimiento.

Especialistas de S&P consideran que en términos de eficiencia administrativa por parte de la autoridad fiscal talvez no hay mucho espacio adicional por lo que para fortalecer los ingresos tributarios en relación al PIB se debe hacer con una reforma.

También está el fortalecimiento institucional en general.

La firma realiza la evaluación institucional y luego de la revisión del 2019 ve un panorama donde “todos los niveles de pesos y contrapesos son débiles” además que los temas de corrupción siguen limitando la efectividad de las políticas públicas.

Espera que luego de la salida de la Cicig el gobierno próximo tenga como uno de los puntos relevantes de su administración la búsqueda de acciones para resolver ese tema. La Comisión se retiró en septiembre del 2019 porque el presidente Jimmy Morales no renovó el mandato.

  • Para mejorar el clima de negocios indican que se debe fortalecer la aplicación de la ley en el cumplimiento de los contratos, aspecto que sería positivo para atraer inversión privada y contribuir al crecimiento económico del país.
  • La Inversión Extranjera Directa (IED) ha disminuido por varios años, pero la firma prevé que con el nuevo gobierno se pueda revertir en forma paulatina. Para el 2020 se podría ver un incremento leve y fortalecerse en el 2021 y 2022.

Para ello se debe trabajar en la tramitología, servidumbre, en fortalecer la aplicación de la ley en el cumplimiento de los contratos con la iniciativa privada entre estos los de alianza público-privada para que se elimine la incertidumbre legal para fortalecer la confianza de los inversionistas.

Respecto al presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado refieren que la propuesta para el 2020 tenía un déficit un poco más elevado, pero como no fue aprobado consideran que el Ejecutivo planteará modificaciones al Congreso. Por ello se prevé que se tenga un déficit relativamente más alto, como se había propuesto originalmente, pero si se mantiene en niveles similares, no afectaría la evaluación.

Fitch Ratings: Siguen bajas la recaudación y la inversión

Fitch Ratings revisó en el 2019 la calificación de Guatemala, aunque la mantuvo en BB, pasó la perspectiva de Estable a Negativa debido a que aumento de riesgos con respecto a la situación evaluada en el 2018.

De esta manera la firma decidió mandar la señal al mercado de que la probabilidad de un deterioro de la calificación estaba siendo mayor en el 2019 cuando se realizó la evaluación.

Observó en ese año un mayor ruido político y mayor fragmentación política e incertidumbre en el proceso electoral, aunado a la tendencia hacia la baja en los ingresos del gobierno y debilidad de las cuentas fiscales, aspecto que los llevó a poner la perspectiva negativa, aspectos que siguen siendo retos para las administraciones.

Ahora que ya pasaron las elecciones estarán a la expectativa de cómo se desarrollen las acciones tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo.  El resultado de la segunda vuelta presidencial a favor de Giammattei señala la continuidad de la política, dijo la firma en agosto. Hizo ver que tendrá un apoyo limitado “en un Congreso atomizado, lo que aumenta los riesgos de un estancamiento político continuo”.

La disminución de la recaudación de impuestos sigue siendo un aspecto clave en la que se basa la perspectiva negativa establecida para el país. Además, los débiles indicadores de gobernanza y el desarrollo económico limitan mejorar las calificaciones del país.

El incremento de la tensión política y un Congreso fragmentado resultarían en una continuación de candados políticos en contra de la implementación de reformas que necesitan para desarrollar y fomentar la economía de Guatemala y dicha recaudación tributaria.

Otro aspecto clave es referente a la salida de la Cicig según especialistas de Fitch, tema que aún este año sigue generando posiciones encontradas.

La nueva administración debe lograr reformas para un mayor desarrollo económico y un fortalecimiento en las cuentas públicas.

Expone que el déficit es bajo, de igual forma que otros años, y que la deuda en términos del PIB es estable y baja en comparación con países con calificaciones similares.

Sin embargo, concuerda con Standard & Poor’s acerca de que la recaudación de impuestos es una de las más bajas de todos los países que califica la firma, además que se ha visto una tendencia hacia la baja en términos de ingresos del gobierno en relación al PIB. La relación de la deuda respecto a ingresos tributarios es superior comparado con otros países por lo que la tolerancia de una carga de deuda es menor en Guatemala que en otras naciones.

Esa tendencia negativa y aumento de algunos riesgos aumenta el riesgo de una rebaja de calificación, y ya en el 2019 esa firma refirió que ese tema se tomó en cuenta para pasar la perspectiva negativa.

  • “La magnitud de los riesgos son tales que de continuar la tendencia que estamos viendo ahora podría llevar a una rebaja de calificación en nuestras próximas decisiones de calificación” advirtió Fitch el año pasado.

Para lograr volver a una perspectiva estable se requerirá una mejora en el ambiente político, mejora en los prospectos de crecimiento y de inversión o una mejora en la recaudación de impuestos y un aumento en la flexibilidad de la política fiscal.

Moody´s: Pobreza, empleo informal y bajos niveles de crecimiento económico

La agencia calificadora de riesgo Moody´s Investors Service mantiene a Guatemala en la calificación de riesgo crediticio del país en Ba1, con perspectiva estable.

La entidad ha visto fortalezas como la estabilidad macroeconómica y el nivel de déficit fiscal, también mencionado por las otras entidades. Pero, cuestiona debilidades como una administración tributaria ineficaz, los altos niveles de pobreza e instituciones débiles.

La evaluación de la firma se basa en el análisis de cuatro ejes como la fortaleza económica, institucional y fiscal, así como la susceptibilidad al riesgo de eventos.

En su última revisión informó que el perfil crediticio de Guatemala se equilibra entre la gestión fiscal y monetaria prudente y “los modestos niveles de deuda en contraste con débiles instituciones” y un PIB per cápita muy bajo.

Los desafíos crediticios clave incluyen:

  • Altos niveles de pobreza
  • Instituciones relativamente débiles, aquí se incluye la administración tributaria
  • Un estado de Derecho débil
  • Los bajos indicadores de desarrollo humano
  • Débil infraestructura física y social

En fortaleza institucional el país es calificada como baja. Los indicadores de gobernabilidad de Guatemala son débiles en la mayoría de las áreas y está por debajo de otros países que tienen similar calificación.

Las más bajas están en estado de Derecho, efectividad del gobierno y control de la corrupción.

Los desafíos mencionados por la firma también dificultan la competitividad aspecto que limita la fortaleza económica.

La fortaleza económica es moderada reconoce la estabilidad macroeconómica, pero advierte que el PIB per cápita es muy bajo de US$8 mil 436 en el 2018.

  • Hay aspectos que limitan el desarrollo económico en el país entre estos, el porcentaje de la población que vive por debajo de la línea de pobreza internacional (con US$1.9 por persona al día) es más alto que en otros países Centroamérica con calificaciones más bajas.

En cuanto al mercado laboral también refleja deficiencias significativas, con indicadores de calidad de empleo deficientes a pesar de que hay una tasa de desempleo muy baja de 2% pero que el 70% de los empleados trabajan en el sector informal.

La inversión bruta sigue siendo baja, aspecto que también limita más el desarrollo económico.

De igual forma que las otras dos firmas critica los bajos ingresos, y falta de más recursos para la inversión pública y que los flujos de la inversión extranjera directa (IED) han disminuido constantemente.

En la actualidad IED representan alrededor del 1% del PIB, cuya cifra es la más baja desde el 2012 cuando se registró en 2.4%.

Respecto al cambio de gobierno, Moody´s refiere que visualizan una probable prolongación del status quo de la fragmentación política ya que se mantiene una proliferación de pequeños grupos legislativos y ningún partido tendría mayoría (absoluta o calificada) en el Congreso.

En enero del 2019 Moody´s advirtió del impacto negativo en el crédito en Guatemala por expulsión de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

Respecto a ingresos reconoce que en los últimos años se han efectuado esfuerzos para modernizar el SAT, pero la recaudación ha disminuyó desde 2015 al 2017 y por varios años no ha alcanzado la meta anual. La carga tributaria, en alrededor de 10%, sigue siendo baja.

  • Se necesita estabilizar y mejorar ingresos respecto del PIB.

Reconoce las acciones para mejorar la capacidad de lograr ingresos, incluyendo las investigaciones efectuadas, pero dijo que la Cicig había sido clave para el fortalecimiento institucional y su salida es u retroceso.

Los gobiernos han propuesto aumentos de las tasas de impuestos, pero se ha encontrado con oposición.

Para lograr una mejor calificación se necesita:

  • Mejora en las condiciones económicas que permitan un mayor crecimiento del PIB en forma sostenida.
  • Y, una mejora en el marco institucional del país, así como en sus indicadores de gobernabilidad.

Al contrario, podría disminuir si se experimenta:

  • Erosión de una gestión fiscal prudente
  • Un desempeño económico peor al esperado, que podría conllevar índices de deuda altos.

Contenido relacionado

>Confianza en los negocios se recupera en octubre

>Pobreza sube a 59.3%: son 9.6 millones de guatemaltecos los afectados

>Desnutrición en el país no se revertirá ni en 90 años, alerta la ONU

 

 

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.