“El clima de negocios necesita de confianza, de certidumbre, y para eso necesitamos entender que un acuerdo político (entre el Gobierno y la sociedad civil) es necesario, no son las amenazas las que van a hacer que el país camine”, señaló Aguerri.
Esta semana, el Cosep afirmó que para superar la crisis es necesario reactivar el diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica, que aglutina a la sociedad civil, con la mediación del Episcopado.
Como resultado de la crisis, el Banco Central redujo de 4.5% al 1% su previsión de crecimiento para este año; mientras Ortega señala a los empresarios de apoyar paros de actividades que afectan la economía.
Nicaragua vive desde abril una crisis social y política que ha generado protestas contra el Gobierno de Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos, según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.
La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega por “más de 300 muertos”, así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, iniciaron por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.
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