El planteamiento en análisis incluirá solo leyes en materia fiscal y descartó la modificación de tasas de impuestos, aunque reconoció que Guatemala tiene la carga tributaria más baja en la región y es parte de los señalamientos que hacen las agencias de calificación de riesgo país.
Esta es la conversación con Prensa Libre:
¿Cuáles son los términos de la propuesta de reforma fiscal?
Hay que dejar claro que no es una reforma tributaria como tal o una modificación a tasas impositivas, sino una revisión, actualización y mejora de seis leyes, que se está trabajando en la SAT. Incluso, dentro de este paquete esta la misma ley orgánica del administrador tributario.
¿Qué objetivo se persigue?
Revisar algunos artículos, con el fin de facilitar el pago de impuestos a los contribuyentes, para que no tengan mucho tropiezo, aunque la recaudación se ha incrementado este año y muchos contribuyentes han cumplido sus obligaciones.
¿Qué normativa tributaria se estaría modificando?
El Código de Comercio, el Código Tributario, la Ley del impuesto al valor agregado (IVA), la Ley de Actualización Tributaria (decreto 10-2012) pues por el tiempo (de vigencia) ya es necesario actualizarlas y lograr una mejor recaudación, por medio de la ampliación de la base tributaria.
Ahora se ha logrado incrementar la carga tributaria, sin una reforma, y este año esperamos llegar al 12% respecto al PIB, aunque en el mediano plazo esperamos llegar al 15%, que es lo que se busca. Eso le daría al país una mejor posición respecto a las agencias de calificación, que es parte del trabajo a realizar.
En el Congreso, ¿qué escenario presentarán con el proyecto?
Que es una facilitación para los contribuyentes, por lo que al momento de que se conozcan estas leyes en el Congreso, debería haber una aprobación rápida, porque no se estarían aprobando aspectos que afecten a los contribuyentes, sino al contrario, otorgarles facilidades.
El enfoque es poner a disposición herramientas más versátiles.
¿Cuándo se presentará?
La SAT está avanzando y estamos por conocerla, ya que el manejo de la política fiscal le corresponde al Ministerio de Finanzas, y por eso tiene la presidencia del Directorio.
Entonces, si se está hablando del 2023 ¿cómo han analizado el ambiente político?
Es una ley que busca brindar las facilidades y por su puesto el próximo año es electoral, así que será una decisión de los diputados cuándo conocerla y el mecanismo que utilizarán para aprobarla.
No creemos que se quiten votos, porque no se están modificando tasas (impositivas), ni nada de eso, sino que es revisar y actualizar procedimientos y poner herramientas que faciliten el pago de impuestos.
¿Por qué no se aprovecha para proponer también tasas impositivas?
Eso requiere de más debate, análisis y estudios, que es más complicado, y por eso reiteramos que no es una reforma tributaria, sino una mejora de leyes.
¿Qué dice sobre retomar o llamar a un pacto fiscal?
Eso siempre se ha venido platicando en los gobiernos y de trabajar con todos los sectores, para lograr un consenso.
¿Qué escenarios tienen tras año de vigencia, si se aprueba la actualización?
La perspectiva y visión del gobierno es lograr 15% de carga tributaria. El año pasado se logró 11.4% y ahora esperamos llegar al 12%.
Hay estudios anteriores y de muchos años, que se preguntaban cuándo Guatemala iba a superar el 8% de carga tributaria, que duró muchos años, y se ha logrado mejorar porque la SAT ha ido modernizando y actualizando aspectos como la Factura Electrónica en Línea (FEL), el trabajo que se está realizando en el servicio aduanero, los centros de control institucional, y otros mecanismos que se han estado sistematizando con tecnología. Y al hacer la revisión de estas leyes, se permitirán mejores controles, reducir la evasión y ampliar la base tributaria.
En estos momentos, ¿dónde han analizado que está la mayor evasión tributaria?
En aduanas, por lo que la SAT ha realizado un trabajo más profundo para ir disminuyendo el contrabando.
En temas de la FEL se ha mejorado la recaudación, y eso ya facilita que exista un cruce de facturas de la SAT con los contribuyentes y eso brinda más certeza; también el control en aduanas con la automatización que se está llevando a cabo para reducir el contrabando y más controles que mejoran la recaudación. Pero a la vez se les brinda certeza a los contribuyentes, porque saben lo que están pagando y lo que se busca es evitar la discrecionalidad, y que todo sea electrónico en función de las bases de datos, así como en la legislación existente para poder pagar. O sea que se están tocando varios frentes.
Lo que hemos observado en 2021 y 2022 es que se ha incrementado la recaudación, y aunque hubo efecto rebote, también es parte de los controles, y los contribuyentes deciden acercarse para poder pagar.
El administrador tributario ha facilitado eso y no se ha puesto a hacer una cobranza legal, sino que busca consenso, analiza cada caso y así se está logrando una mejora de la recaudación, y por eso hablamos de que la meta se logrará este año. Hay que verlo de una forma integral, no solo aduanas o la FEL.
¿Es necesario empezar a hablar sobre un pacto fiscal a futuro?
Siempre se ha hablado de eso y cada ministro que viene y más cuando inicia un nuevo gobierno, trata de revisar el pacto fiscal, lograr consensos y hacer planteamientos de todos los sectores. Al país siempre le resulta muy positivo contar con una carga tributaria más alta.
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