La aplicación de la mezcla de etanol con gasolina, que será obligatoria en Guatemala, tendrá una moratoria de 12 meses, y su vigencia en el mercado será a partir del 1 de enero del 2026, según la decisión adoptada por las autoridades del Ministerio de Energía y Minas (MEM).

El Reglamento General de la Ley del Alcohol Carburante contenido en el Acuerdo Gubernativo 159-2023 indicaba que la medida cobraría vigencia el 1 de enero del 2025, pero el acuerdo gubernativo 101-2024 del MEM publicado ayer en el Diario de Centro América,ordena una ampliación de un año a la fecha de implementación, a requerimiento de los sectores importador y comercializador de combustibles.

En todo caso, la ley dispone que el porcentaje mínimo de alcohol carburante a mezclar es de 5% por galón de combustible, pero el MEM deberá hacer los análisis correspondientes y fijar el porcentaje que deberá aplicarse en cada año fiscal.

Se explicó que la medida del etanol solo es para las gasolinas súper y regular. El diésel, que es el de mayor consumo e importación en el mercado nacional, está excluido de la normativa del MEM.

Esperan adaptación

Aída Lorenzo, gerente de la Asociación Promotora de Combustibles Renovables de Guatemala, confirmó que el acuerdo publicado ayer permite una prórroga para el inicio del programa de la mezcla de etanol, porque se pospone del 1 de enero del 2025 a la misma fecha, pero del 2026.

Una de las razones que explicarían esta ampliación es el cambio de autoridades de gobierno “y creo que es algo positivo e importante que se tomen su tiempo para la implementación”.

Lorenzo remarcó que básicamente es aplazar por un año su vigencia, porque esto conlleva una coordinación con varios actores -de la cadena- y reiteró que, como asociación, es muy importante que las cosas se hagan correctamente y que se siga el ejemplo en los más de 60 países en los cuales ya se usa la gasolina con etanol.

De todas maneras, dijo esperar que se cumpla el cronograma establecido y que no suceda como otros reglamentos relacionados con temas ambientales el de aguas residuales y el de los residuos sólidos, que se han postergado en reiteradas ocasiones.

“Es importante el compromiso y la visión que tengan las autoridades para su implementación, pues todo lo relacionado con el cambio climático y reducción de emisiones, va dentro de los lineamientos del trabajo de gobierno”, precisó Lorenzo.

Posiciones gremiales

Al consultar a Fausto Velásquez, gerente de Uno Guatemala –licenciatario de la marca Shell en Guatemala– sobre medida en cuestión, comentó que es importante que el Gobierno haya considerado que la implementación del etanol en combustibles requiere más tiempo del que otorgaron inicialmente. 

“Esta medida implica una serie de desafíos, que incluye la necesidad de adaptar la infraestructura existente para manejar la mezcla de etanol, así como la potencial variación en los costos operativos y logísticos”, dijo.

Al preguntarle lo que implica todo el proceso en la industria, habló sobre una serie de cambios estructurales y operativos para el sector: 

1. Se requiere una inversión significativa en la infraestructura para almacenar, mezclar y distribuir el etanol junto con los combustibles fósiles.
2. Es recomendable realizar estudios y pruebas técnicas para garantizar que los motores y otros equipos sean compatibles con la mezcla de etanol, en beneficio de los consumidores o clientes finales.
3. Es importante que el consumidor y el público en general conozcan los detalles de la mezcla para que sepa cómo manejar apropiadamente los posibles efectos.
4. Es necesario establecer acuerdos comerciales con suplidores de etanol para asegurar un suministro constante y a un precio competitivo.
5. Este cambio podría generar una dinámica diferente en el mercado, con posibles ajustes en la cadena de suministro y comercialización.

Velásquez reiteró que Guatemala se ha caracterizado por ser un país en el que prevalece el libre mercado y ha mostrado ser uno de los países en Centroamérica con los precios más competitivos. 

En ese sentido, cree importante que la normativa garantice la libre competencia en la cadena de comercialización. “Es prematuro hablar del impacto en los precios en este momento; el mismo dependerá de los costos que se identifiquen en la implementación de toda la cadena de comercialización”.

En tanto, Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (Ageg), expuso que la ampliación del plazo de vigencia de la obligatoriedad permite discutir la viabilidad de la medida (mezcla del carburante) y medir los impactos. “En nuestro sector existen dudas razonables sobre la infraestructura, beneficios ambientales, los impactos al parque vehicular y el precio”, aclaró.

A su entender, es importante que no se limite la libertad de mercado y que no se condicione la obligatoriedad de uso a la cadena de comercialización y al consumidor.

Meléndez agregó que continúa el análisis de la ley y el reglamento, por lo que no se descartan acciones legales. En ese mismo sentido, Velásquez declaró: “se está haciendo un análisis detallado de la normativa, su impacto en las operaciones y las posibles implicaciones. Es fundamental asegurar que todo lo que se hace esté en consonancia con la ley y que se consideren todos los aspectos económicos, ambientales y sociales. La prioridad es garantizar una transición justa y sostenible, tanto para la industria, como para los consumidores”.

Lamentan postergación

Ivanova Ancheta, directora ejecutiva de la Asociación de Productores de Alcohol de Guatemala (Apag), indicó que los productores están preparados para ofrecer sus productos a los distribuidores de la mezcla, con la fecha de vigencia original, pero se respeta la decisión del MEM de prorrogar el inicio de la mezcla de etanol con gasolina para el 1 de enero de 2026.

“Es una medida que permitirá al nuevo gobierno asegurar el compromiso responsable de diversos sectores y entidades públicas para garantizar su puesta en práctica de forma efectiva”.

A su criterio, la prórroga permitirá al MEM continuar avanzando en los aspectos operativos de la implementación del programa, manteniendo claros los objetivos de esa política de Estado:

• Reducir la emisión de gases de efecto invernadero para mejorar la calidad del aire y, en consecuencia, la salud.

• Fortalecer la seguridad e independencia energética, reduciendo la absoluta dependencia extranjera que hoy se tiene de combustibles derivados del petróleo (la factura petrolera representa unos US$5 mil 200 millones anuales).

Producción de etanol

• De acuerdo con la resolución DGE-1120-2024 de fecha 31 de mayo de 2024 emitida por la Dirección General de Energía del MEM, la intención de mezcla inicial sería de un 10% de alcohol carburante con un 90% de gasolina y para el año 2025 se proyectaba el consumo de 82 millones de galones de alcohol carburante.
• En 2026, si se mantiene el 10% de mezcla, el volumen total debería ser un poco más alto debido al crecimiento normal de la demanda anual.
• La producción de alcohol para este fin específico por parte de los ingenios azucareros varía según los precios del mercado y las estrategias comerciales de las destilerías productoras, pero actualmente hay una capacidad instalada para producir casi 70 millones MM de galones de alcohol. 
• Actualmente, la producción de etanol se exporta casi en su totalidad, dinámica que variará cada año dependiendo de los arbitrajes de precio entre los diferentes mercados y el libre mercado determinará el destino de los productos.