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Y mientras el Producto Interno Bruto se mantiene estable en su crecimiento de entre tres y cuatro por ciento interanual desde hace casi una década, las remesas han progresado en dobles dígitos hacia Guatemala en 14 de los últimos 15 años.
“El Gobierno deja la recaudación en términos del PIB igual que como lo encontró”, en opinión del director del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Jonathan Menkos.
Desigualdad y pobreza
La desigualdad, sin embargo, sigue al mismo nivel o probablemente peor que hace cuatro años con base en la información del Icefi, que asegura que el uno por ciento de los habitantes más ricos de Guatemala (aproximadamente 160 mil personas) suman en conjunto el mismo ingreso que el 40% de la población, el equivalente a 6,4 millones de personas, en su mayoría indígenas.
De acuerdo a cifras de organismos locales e internacionales, alrededor del 59% de los 16 millones de guatemaltecos viven bajo el umbral de la pobreza y un 23,4% lo hace en pobreza extrema, aunque el número es 1,7 veces mayor en la población indígena que en la no indígena.
Para cambiar el panorama, Guatemala debería duplicar en los próximos diez años su recaudación tributaria, una de las más pobres del continente, afirma Menkos.
Datos preliminares señalan que Guatemala recolectó US$62 mil 500 millones en impuestos en 2019, un 6,4% más que en 2018, pero un casi un cuatro por ciento menos de lo que las autoridades esperaban y presupuestaron en el año.
La carga tributaría podría ser la más baja de las últimas dos décadas y, de acuerdo a expertos, la caída de recaudación en los últimos tres años es el reflejo de la fragilidad del ente recolector, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
Fue precisamente la corrupción en la SAT el motivo de la renuncia de Otto Pérez Molina como presidente (2012-2015) de Guatemala, acusado de manejar la entidad con una estructura externa para lucrar personalmente.
Las cifras oficiales de la recaudación total de 2019 serán divulgadas en los próximos días, al igual que las del Producto Interno Bruto, que se espera en un tres por ciento de crecimiento interanual aproximadamente.
Las remesas
Mientras tanto, las remesas seguirán ganando terreno de la mano de la migración, que no ha cesado en años anteriores y que provocó que Estados Unidos firmará en 2019 un acuerdo de cooperación en el que se designó a la nación centroamericana como “tercer país seguro” para poder deportar con mayor facilidad a guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.
De acuerdo a organismos internacionales, cada mes 6,2 millones de personas en Guatemala reciben casi US$400 en promedio, enviados desde la nación norteamericana, donde radican alrededor de tres millones de guatemaltecos, la mayoría en la ilegalidad.
Los expertos pronostican que en 2020 las remesas podrían, por primera vez, superar las exportaciones del país centroamericano.
Independientemente de ambos índices, la agencia internacional calificadora Standard & Poor’s mantiene una “perspectiva estable” para Guatemala en 2020, denominación que podría mejorar si el nuevo gobierno entrante fortalece las instituciones e incrementa los ingresos del sector público.
El salario mensual guatemalteco fue establecido para 2020 en US$344 de promedio (para el sector agrícola, no agrícola y exportador) tras un aumento de treinta y cinco centavos de dólar ordenado en diciembre de 2019 por el presidente Morales, quien entregará su cargo el próximo 14 de enero al político y médico retirado Alejandro Giammattei.
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