El caso fue revelado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Ministerio Público en febrero pasado, pero 90 días después la SAT ordenó la intervención de AG para garantizar la devolución de los recursos, más intereses y mora por atrasos.
Lecciones
Analistas consultados por Prensa Libre aseguran que en este caso hay varias lecciones, pues si bien hubo daño al fisco, también hay una recuperación del adeudo.
Érick Coyoy, ex viceministro de Finanzas, afirmó que es un mensaje para que todos los empresarios que tienen asuntos pendientes con el órgano recaudador pongan en orden sus cuentas.
“Es más fácil financiar un convenio de pago que pagar un monto importante de un golpe, como el ocurrido a la empresa acerera”, aseguró.
El analista explicó que este es un claro ejemplo de que la SAT puede llevar a cabo los procedimentos correctos y el combate a las redes de corrupción que están incrustadas en su interior, por lo que se espera que continúe con la limpieza de la entidad.
Para Juan Carlos Paredes, consultor fiscal, este caso era “irreversible” y AG solo tenía la posibilidad de pagar el valor de los impuestados evadidos, la multas más los intereses. Es decir, pagó mucho más de lo que no liquidó en su momento.
“El Estado se vio beneficiado con un pago extraordinario como este. Pero era el único camino que tenía la compañía acerera”, dijo.
Paredes agregó que el contribuyente recurrió a costos adicionales, que en este caso se traduce en el cobro de multas e intereses, que duplican el pago del impuesto causado.
Salida sana
Juan Alberto González, economista independiente, enfatizó que la intervención de AG fue saludable y generó el efecto esperado, es decir, la retribución de los impuestos evadidos.
Indicó que este tipo de situaciones provocan “nerviosismo” en los agentes económicos, pero la manera en que la SAT lo trabajó fue sana, porque se focalizó en la compensación de los gravámenes que había dejado de percibir.
“El impacto de la intervención se centró en recuperar el dinero, y el modelo funcionó”, dijo.
Óscar Emilio Castillo, presidente de la Cámara de Industria, expresó que los empresarios son respetuosos de la ley, y por lo mismo, se deben pagar los impuestos y quien no lo haga, enfrentar las consecuencias.
“Todos debemos pagar impuestos para que el país avance, seguro que los que no han hecho las cosas bien van a caer con la SAT”, dijo Castillo.
Controles
Según los especialistas, AG falló en llevar a cabo los controles al contratar a una empresa de intermediación —denominada Tres Puertos— que supuestamente cometió la defraudación y por lo cual fueron castigados con la máxima pena administrativa.
“Las empresas deben de estar bien orientadas en lo interno y externo para que no caigan en esto, y los directivos deben tener un conocimiento claro de la ley”, explicó Paredes.
Coyoy agregó que los directivos de empresas no deben de confiar en aquellos delegados que llevan los proceso contables. En todo caso, deben implementar mecanismos de control cruzado que permitan verificar que todo está en orden.
Acercamiento
La SAT reportó que se espera que contribuyentes y empresas comiencen a acercarse para regular su situación con el fisco a raíz del caso AG.
En la actualidad hay varios procesos en los cuales distintas empresas presentan inconsistencias, dijo el superintendente Francisco Solórzano. Por ejemplo, la red de cadenas de farmacias Galeno continúa intervenida.