Es posible ver esta definición como una nueva oportunidad para subirse al tren del desarrollo y acortar la brecha con el primer mundo, ya que la colaboración a través de la innovación y la tecnología permite una mejor utilización de los recursos disponibles.
Para Gabriel Navassi, director comercial de la empresa 5 Consultores, la economía colaborativa es una opción viable en el país, pero la inseguridad y el desconocimiento son los mayores retos a enfrentar para que pueda visualizarse de una mejor manera.
Baja penetración
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado en abril del 2016, titulado “Economía colaborativa en América Latina”, ubica a Guatemala con un 2% de participación, en comparación con otros países de Latinoamérica, como Brasil, Perú, Argentina y México, que aglomeran en conjunto el 69% de las iniciativas en la región.
En este contexto, los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas juegan un rol fundamental en la creación de valor compartido, como protagonistas pero también como fuentes de información, liderando las nuevas tendencias de desarrollo colectivo a través de plataformas digitales, que abarcan ámbitos distintos como finanzas, educación, ambientales, alimentación, salud y turismo, entre otros.
Claudia García, investigadora y analista económica de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), refiere que los nichos en donde se puede incursionar en este tipo de economía son en préstamo de vehículos, financiamientos, crowd funding o fenómeno de desintermediación financiera, como préstamos monetarios, comida para turistas y hospedaje.
“Considero que existe mercado para incursionar”, dice la profesional.
Potencial
Fernando Suriano, director ejecutivo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom), opina que el país se encuentra en ese proceso, abriendo espacios hacia la colaboración, como el trabajo compartido o coworking, codesign, crowdfunding, crowdsourcing, es decir, externalización abierta de tareas.
Tanto el posicionamiento de destino turístico internacional, como el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son de gran potencial para desarrollar la economía colaborativa, indica el ejecutivo.