La orden prohíbe la entrada a Estados Unidos de todos aquellos que provienen de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen por 90 días.
La medida, que aparentemente pretende evitar que extremistas perpetren ataques en Estados Unidos, podría ahora acrecentar las tensiones entre el nuevo gobierno de Trump y una de las industrias económica y culturalmente más importantes del país.
Sobre todo si Trump decide reformar los permisos temporales de trabajo de la industria conocidos como visas H-1B, como algunos temen.
“Comparto sus preocupaciones” sobre la orden de inmigración de Trump, escribió el director general de Apple, Tim Cook, en un memo a sus empleados obtenido por la agencia estadounidense The Associated Press.
“No es una política que respaldemos” . “Hemos contactado a la Casa Blanca para explicar el efecto negativo para nuestros colegas y nuestra compañía” , agregó.
Cook no señaló cuántos empleados de Apple se verán directamente afectados por la orden, pero dijo que los equipos de recursos humanos, legal y de seguridad de la compañía se mantienen en contacto para ayudarlos.
“Apple no existiría sin la inmigración, mucho menos desarrollarse e inovar de la manera en que lo hacemos” , reconoció Cook —una aparente referencia no sólo a los empleados de la empresa nacidos en el extranjero, sino al cofundador de Apple Steve Jobs, hijo de un inmigrante sirio.
El director general de Netflix, Reed Hastings, fue contundentemente directo. “Las acciones de Trump afectan a los empleados de Netflix en todo el mundo, y son tan antiestadounidenses que nos duelen a todos” , publicó en Facebook.
“Peor aún, estas acciones harán menos seguro a Estados Unidos (por medio del odio y la pérdida de aliados) en vez de hacerlo más seguro” .