Ambos proyectos se desarrollan en San Francisco, Petén, y con el que cursa los talleres actualmente busca impactar a su comunidad diversificando la agricultura, generando empleo y contribuyendo a la desnutrición con el fomento del consumo de malanga y con una parte social que espera ejecutar al conseguir financiamiento.
Godínez, se enteró de estos programas de incubación y aceleración en la red social Facebook, en donde vio una oportunidad de formación a través de una beca completa que le ha ofrecido capacitación técnica para darle forma a sus proyectos con el objetivo de buscar financiamiento.
En la actualidad cuenta con un mentor que, en línea, le ha guiado para lograr su objetivo, así como exportar sus productos a Estados Unidos (EE. UU.)
Este caso ilustra el de miles de guatemaltecos que han conocido de estas oportunidades y las han aprovechado para terminar de diseñar su emprendimiento o impulsarlo.
Diferencia entre incubadora y aceleradora
Tanto las incubadoras como las aceleradoras de emprendimientos cumplen el mismo objetivo, fortalecer y guiar a los negocios, la diferencia está en la etapa de estos.
A incubación pueden acceder emprendimientos con 6 a 42 meses de existencia, que están en fase de puesta en marcha:
- Que buscan abrirse mercado
- Definir su plan de negocios
- Formalizarse
- Oportunidades de negocios
- Oportunidades iniciales de financiamiento para arrancar con su operación
Así lo explicó Herbert Mendoza, experto en desarrollo emprendedor y program manager para Latinoamérica de la incubadora Bridge for Billions. Quien comparó la incubación de emprendimientos, como se hace con un bebé recién nacido, para fortalecerlo y así que crezca.
En lo que coincidió Lucía Barreda, directora del Centro de Desarrollo Empresarial e Innovación de la aceleradora Prodetur, “prácticamente se está incubando la idea de emprendimiento”, comentó indicando que en ocasiones el emprendimiento solo a nivel de idea.
Agregó que en esta etapa, muchos se quedan porque algunos son emprendimientos por necesidad o de sobrevivencia a diferencia de los emprendimiento por oportunidad que buscan la solución de un problema, los que usualmente son los que sobresalen.
Por el contrario, en las aceleradoras cambia el proceso porque estas trabajan con emprendimientos ya establecidos o micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) con una existencia superior a los 42 meses, que generan ventas constantes, mensuales y anuales, además de empleo y que buscan oportunidades de negocio en otra etapa de crecimiento.
De acuerdo con Mendoza, la idea es preparar a los emprendimientos establecidos o mipymes para recibir capital de inversión y convertirse en empresas más sólidas. En su mayoría las aceleradoras cuentan con su propio fondo de inversión o están vinculadas a estos.
En resumen, la incubación de emprendimientos ayuda a la preparación para abrirse mercado y las aceleradoras a la preparación para recibir capital de inversión. Además, la incubación dura entre 3 a 6 meses y la aceleración, mínimo 6 meses y dependiendo de cada caso puede extenderse un poco más.
Oferta en Guatemala
Los entrevistados comentaron que en Guatemala hay bastante oferta de servicios de incubación ofrecida desde universidades hasta fundaciones, oenegés, empresas sociales, cámaras empresariales, cooperativas de ahorro y crédito que ofrecen programas de desarrollo emprendedor en fase de incubación.
No obstante, en aceleración la oferta es más pequeña, porque la cantidad de emprendimientos establecidos es menor en el país. Sin embargo, existen al menos 4 programas de aceleración en Guatemala.
Mendoza explicó que en su gran mayoría estos programas de desarrollo emprendedor son gratuitos porque, normalmente, siempre hay un patrocinador o una agencia de cooperación que respalda los fondos de las organizaciones que apuestan por el desarrollo económico y que imparten estos programas.
Indicó que con las aceleradoras puede pasar que el servicio tenga un costo de ingreso, sin embargo, es para afirmar el compromiso del emprendedor y evitar la deserción.
Quiénes pueden acceder
Ambos entrevistados coincidieron en que estos programas buscan apoyar cierto perfil de emprendedor, grupos vulnerables como mujeres, jóvenes, migrantes o sectores específicos como agricultura, sostenibilidad o energía, “sectores de moda” o de mayor necesidad o alto crecimiento.
Herbert Mendoza, experto en desarrollo emprendedor y program manager para Latinoamérica de la incubadora Bridge for Billions, detalló que en el caso específico de la aceleración, es común que busquen hacer inversiones de impacto que tengan que ver con lo social, ambiental y modelos de gobernanza responsables.
Así como emprendimientos que tengan que ver con energía renovable, agricultura sostenible, agua y saneamiento, o algunos sectores similares que generan un impacto positivo en la sociedad o en el ambiente, o bien algunos de tecnología.
Recomendaciones a tener en cuenta
El entrevistado recomendó al emprendedor:
- Tener la información clara y hacer preguntas: Qué perfil buscan, cuáles son los procesos, módulos, período de tiempo, si tiene costo, si es en línea o presencial por el tema de movilidad para mantener constancia en el programa, si tiene alguna vinculación con oportunidades de negocios, inversión o financiamiento.
- Preguntar a otros emprendedores o investigar a las organizaciones que estén desarrollando el programa.
- Antes de buscar un programa de desarrollo emprendedor identificar en qué etapa está el emprendimiento.
- Ser consciente de qué esperar de cada programa, si bien muchos emprendedores buscan financiamiento se debe saber si previo a este paso se necesita generar ventas, impacto, u oportunidades de mercado.