Cifras del IGSS refieren que al mismo mes del 2019 el dato se registró en 1 millón 389 mil 068 afiliados.
Con excepción de enero, el resto de los meses mostró caídas en la comparación interanual. Las más drásticas fueron en abril –102 mil 11 afiliados–, y en junio –111 mil 499–. El ritmo de caída fue menor en los otros meses, excepto lo reportado en octubre cuando la caída fue de 101 mil 599 afiliados.
Efecto en centros laborales y turísticos
Diez departamentos registraron caídas. Las más drásticas fueron en Sacatepéquez con –9.1%–; Quetzaltenango, –7.1%–; y Guatemala –4.5%–. También bajaron Escuintla, Sololá, Totonicapán, Suchitepéquez, Izabal, Zacapa y Chiquimula.
Fabian Juárez, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) considera que los impactos más drásticos se dieron en esos departamentos ya que en Sacatepéquez su principal actividad es el turismo, el cual estuvo totalmente restringido por casi seis meses y aún mantiene ciertas medidas de control.
Respecto al comportamiento de Guatemala y Quetzaltenango, se deriva de que son centros poblados donde existen bastantes empresas, industrias y negocios de servicios instalados que se vieron en la necesidad de suspender contratos de personal o reducir su planilla.
El reporte del Mineco refleja que al comparar las cifras entre enero y diciembre del 2020, hay 39 mil 672 afiliados menos en el sector privado. El mes que más cayó ese segmento fue junio, con 155 mil 82 afiliaciones menos.
De enero a diciembre del 2020 aumentó la planilla afiliada del sector público pasando de 290 mil 711 a 327 mil 724 afiliados, incluso en los meses de julio a noviembre, el dato fue mayor a ese.
Menos empleo formal
Ante la falta de estadísticas actualizadas, el dato de afiliados del IGSS se convierte en un termómetro de cómo se comporta el empleo formal.
Este fue fuertemente golpeado por la pandemia, expresó Juárez, al indicar que el promedio anual de afiliados al IGSS del 2020 reflejan una caída que lo ubica al nivel de empleos formales que se tenían cinco años atrás, en el 2015.
En 2020, hubo un promedio anual de 1 millón 289 mil 881 afiliados y en comparación con el 2019, se perdieron 60 mil 940 empleos (una caída de -4.5%), ya que en ese año hubo 1 millón 350 mil 821 afiliados, explicó el analista citando también el dato promedio.
En 2015, el promedio anual fue de 1 millón 267 mil afiliados y en el 2016 estuvo en 1 millón 300 mil.
Aparte de la pérdida de puestos de trabajo existentes, Asíes estima también que con la pandemia además se dejaron de generar 17 mil 400 previstos para el 2020.
El dato de caída del 2020 difiere un poco del divulgado por el Mineco, con cifra de afiliados por mes ya que el usado por Asíes en su análisis es el promedio, explicó Juárez.
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Agregó que se efectuó el análisis del comportamiento de ese segmento tomando en cuenta los datos de los boletines de afiliaciones que el IGSS emite y en los cuales se reporta un promedio anual, mientras que para el 2020 Asíes estimó ese promedio con base a las cifras de afiliaciones divulgadas por el Mineco, en ambos casos los datos fueron confirmados por el IGSS.
Juárez coincide en que de enero a agosto se registró el mayor retroceso de afiliados, aspecto que impacta en la cifra promedio y aunque en el resto del año hubo una recuperación, estima que no fue suficiente para revertir el comportamiento del dato promedio.
“Así como la pérdida de empleos fue excepcional, dejando un serio deterioro en 2020; la recuperación de estos también lo fue, aunque en menor medida, en los últimos meses del año, dejando mejores perspectivas para 2021”, refirió Juárez.
“La recuperación del empleo perdido y la generación de nuevos puestos de trabajo formales serán un desafío muy fuerte en los próximos años, especialmente para las 200 mil personas que ininterrumpidamente se suman a la Población Económicamente Activa (PEA) cada año”, añadió el investigador de Asíes.
Considera que la alta dificultad para generar empleo formal en años anteriores y la crisis persistente en algunos sectores económicos serán obstáculos para esta recuperación.
“La pérdida de plazas formales repercute negativamente en la calidad del empleo de los trabajadores, sus derechos laborales, la productividad, la tributación, entre otros”.
Por actividad, la pesca, agricultura, servicios, y hoteles y restaurantes registraron más pérdidas de empleos, mientras que las actividades relacionadas con la administración pública y la industria manufacturera generaron empleos, agregó Juárez.
En hoteles y restaurantes, el número de afiliados cayó 25.9% según Mineco, que compara los datos de diciembre con los de enero del 2020. El sector construcción bajó un 16.8%, y el de agricultura, un 13.9%.
Diferimiento e inversiones
Respecto a las cuotas, el IGSS aprobó diferir las cuotas patronales por seis meses con dos acuerdos de junta directiva. Uno incluía los meses de marzo, abril y mayo, y el segundo período los de junio, julio y agosto.
“Los patronos que se acogieron a este beneficio, se aseguraron de que sus trabajadores pudieran seguir con la cobertura de la Seguridad Social y previeron las necesidades surgidas por la pandemia”, agregó el IGSS.
- El beneficio otorgado permitió que 4 mil 530 patronos se beneficiaran, lo que representó un total de cuota patronal diferida de Q595 millones 877 mil 723.73, se agregó.
- El Portafolio de Inversiones de los programas EMA, IVS y PRECAPI, que respalda las reservas del Instituto, están colocados en el Sistema Financiero Nacional condiciones de seguridad, liquidez y rentabilidad respondió esa entidad.
- Al 31 de diciembre de 2020 el monto de inversiones llegó a Q40 mil 717 millones 250 mil, que representó un crecimiento anual Q2 mil 718 millones 970 mil, (7.16%), se añadió.
Analizar planes de ayuda
Erasmo Velásquez, exministro de Economía, comentó que no se podrá generar empleo, por más condiciones óptimas que un gobierno pueda dar, si no se tiene una oferta exportable o actividades productivas que sean atractivas a los ojos de inversionistas nacionales e internacionales.
Considera que, a corto plazo, se debe evaluar qué sucedió con el apoyo económico a las pequeñas y medianas empresas para seguir produciendo durante la pandemia y determinar si esa política de asistencia pudo ser efectiva.
Agregó que otra opción que puede tener el gobierno es crear un modelo eminentemente rentista otorgando exenciones o incentivos fiscales, como el que el sector privado está solicitando para el turismo o las zonas francas. Sin embargo, dijo que eso tampoco garantiza si van a generar empleos o no.
Otro elemento podría ser analizar de forma transparente y buscar dentro del presupuesto la reasignación de fondos para inversión pública, pero se deberá garantizar que se haga un uso eficiente del presupuesto, dijo Velásquez.
Según el exfuncionario, es necesario que el gobierno haga un censo de las empresas que cerraron y de las que redujeron empleos para definir alguna alternativa de asistencia o para que el sector financiero pueda otorgar créditos favorables para recuperar esas actividades, pero debe también se deberá garantizar que se dirija a las que realmente lo necesitan.