Canoso explicó que el “punto fuerte” de Relay es su habilidad para “navegar en ambientes complejos”. Es decir, es capaz de circular en el lobby del hotel, subir al ascensor y andar por los pasillos sin tropezarse con los clientes, maletas u otros objetos.
El “trabajo” de Relay comienza cuando un cliente llama a recepción para solicitar servicio de habitaciones. En ese momento, el recepcionista abre el compartimento situado en la parte frontal del robot, introduce los objetos que ha pedido el cliente y teclea el número de habitación.
Relay, que activa el botón del ascensor vía remota, llama al teléfono de la habitación cuando llega a su destino. La tapa posterior se abre inmediatamente cuando el cliente abre la puerta para que retire los objetos.
Una vez finalizado el trabajo, Relay pregunta al cliente si está contento con su servicio mediante un mensaje en la pantalla posterior y abre y cierra los ojos y realiza un pequeño baile con sonidos electrónicos cuando el huésped presiona el botón de cinco estrellas para expresar su satisfacción.
Los robots, que debutaron en la hostelería hace menos de un año, han realizado ya 5.000 entregas y recorrido más de 1,000 kilómetros.
El cofundador de Savioke asegura que él y su equipo pasaron mucho tiempo pensando en el diseño de Relay. “Asumimos que cuando un huésped abre la puerta nunca ha visto un robot y pasamos mucho tiempo asegurándonos de que esos primeros momentos son agradables y que los clientes saben cómo usar el robot”, afirmó.
Canoso y su equipo optaron, intencionadamente, por no convertir a Relay en humanoide, como se conoce a los robots con apariencia humana.
“Cuando un robot se parece a una persona uno espera más de él. Tendemos a pensar que es muy inteligente y que puede hablar y hacer muchas cosas”, explicó Canoso.
“Diseñamos un robot agradable, con presencia amistosa, e incluimos ojos para que la gente sepa que es consciente del ambiente que le rodea, pero no creamos falsas expectativas”, dijo.
Recordó que existe la percepción de que los robots sustituirán a las personas y los dejarán sin empleos y subrayó que cuanto más humana es su apariencia más aprensión puede existir en ese sentido.
“Este robot no va a eliminar empleos. Su única misión es la de ayudar a la gente que trabaja en los hoteles a mejorar el servicio al cliente en lugar de andar corriendo por los pasillos para entregar pasta de dientes o una toalla”, insistió Canoso.
El cofundandor de Savioke señaló que las entregas en los hoteles pueden tardar hasta media hora, algo que puede reducirse a la mitad cuando se utiliza Relay.
“Eso implica que los clientes están más contentos y los hoteles logran mejores críticas de los huéspedes, lo que es muy importante”, subrayó Canoso, quien cree que el sector de la hostelería ofrece una gran oportunidad para robots como el suyo.
A la vanguardia del “servicio robótico” está el hotel Henn-na, que abrió sus puertas en julio en la ciudad japonesa de Nagasaki y tiene a varios robots en recepción, incluido uno con apariencia de dinosaurio.
El hotel japonés cuenta también con un vehículo robótico para el transporte de equipajes, un botones-robot que puede ofrecer información básica, como el menú del desayuno, y puertas en las habitaciones que se abren mediante el escaneo facial.