En el ranking de dicho estudio los países considerados como Estados Débiles ocupan las primeras casillas (con punteo de entre 59 y 120 puntos), y las últimas casillas las ocupan los Estados Fuertes (con una evaluación entre 0 y 60 puntos), explica Fundesa, ente que divulgó el informe en el país.
“El término Estado Fallido hace referencia a una serie de condiciones que debilitan al Gobierno en relación a la demanda económica, política y social que hace la sociedad” indica esa organización en el documento emitido.
Se analizan 12 elementos, que incluye evaluar la capacidad de respuesta del Gobierno a las necesidades que enfrentan sus ciudadanos. “Cada elemento califica en una escala de 0 a 10, por lo que la evaluación más alta que un país puede obtener es 120 puntos, lo que implicaría que el país se considera un Estado Fallido”, se agregó.
Presiones demográficas, refugiados y desplazados, manifestaciones y agravios, migraciones sostenidas, desarrollo con equidad, pobreza y oportunidades.
Legitimidad del Estado, Deterioro de servicios públicos, violación de los derechos humanos, aparatos ilegales, división de las élites, amenazas a la soberanía.
Se reporta que Guatemala empeoró en seis de los 12 indicadores. Según Fundesa “resulta preocupante la presencia de manifestaciones y agravios como forma de demanda social, deterioro de servicios públicos y amenazas a la soberanía”.
Otros cinco indicadores tuvieron con leves avances en los resultados con respecto del año anterior, y uno quedo igual, por lo que en los resultados se evidencia “que el país no ha logrado mejorar en ninguno de los indicadores de manera significativa” agregó dicho ente.
“En 10 años de edición del índice el país no ha logrado avanzar en una línea de continuidad” comentaron los analistas de Fundesa.
De los 18 países de Latinoamérica Guatemala se ubica en la penúltima posición como el segundo pero evaluado, el primer lugar es para Colombia con 82.5.
El primer lugar es Uruguay con 36.5, seguido de Chile con 41.5 y Costa Rica con 47.6.