En Guatemala se ha implementado el sistema desde el 2003 y mil 600 pequeños productores lo utilizan.
Castillo refirió que la idea nació en Suecia, “pero en la región latinoamericana Guatemala y Chile son los más avanzados”, agregó.
Otros países que ya usan el mecanismo son Estados Unidos, México, Costa Rica, Perú, Argentina, Ecuador, Italia, Grecia, Finlandia, Portugal, Noruega, Dinamarca, China, Marruecos, Ruanda y Nueva Zelanda.
¿Cómo se usa?
Los productores deben ubicar un área alta en la plantación que no sea propensa a inundación.
Luego cavan un agujero de 60 centímetros, los primeros cinco deben rellenarse con arcilla y luego se coloca paja de trigo, arroz o rastrojo de maíz en 50% y broza y suelo en 25% de cada uno, arriba se coloca grama y blocks en la orilla, si está en el suelo.
En Guatemala, la Asociación del Gremio Químico Agrícola (Agrequima) promueve ese sistema con el nombre de Biodep.
Herbert Villeda, presidente de Agrequima, señaló: “El sector productivo está dando grandes pasos en responsabilidad ambiental”.
Las primeras camas biológicas en el campo se colocaron en el 2007 en el Valle de San Jerónimo, Baja Verapaz, y en Zunil, Quetzaltenango.
Debido a los buenos resultados, en el 2009 se abarcaron más departamentos y ahora el 60% de los sistemas se encuentra en el área central, principalmente en cultivos de hortalizas para exportación, y el 30% en el suroccidente del país con pequeños productores de papa y caficultores.
Hoy y mañana se presentará el Workshop Latinoamericano sobre Lechos Biológicos, en la Universidad del Valle, donde participarán 10 conferencistas internacionales.