Los miembros del sector, representados por la Asociación Guatemalteca de Líneas Aéreas (AGLA), y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata, en inglés), reiteran la necesidad de realizar las inversiones necesarias a mediano plazo, lo que correspondería a las autoridades de gobierno entrantes.
“El Aeropuerto Internacional La Aurora presenta grandes retos y carencias operacionales y de seguridad que deben ser abordados a través de un plan de inversiones continuas”, afirmó Peter Cerdá, vicepresidente regional de Iata para las Américas, a través de un comunicado.
Cerdá agregó que a diferencia de otros aeropuertos de la región que han realizado inversiones millonarias, la falta de un plan financiero adecuado ha degradado la infraestructura del AILA “al punto de que este activo estratégico del país ha quedado prácticamente en el abandono”.
En el comunicado, estas asociaciones detallan una lista de problemas operativos “que deben abordarse de manera inmediata”:
- La falta de mantenimiento preventivo.
- El mal estado de las calles de rodaje.
- El mal funcionamiento de los aires acondicionados.
- Fallas periódicas del sistema eléctrico y de las bandas de equipaje.
- La inoperatividad de los puentes de abordaje, entre otros problemas de este tipo.
En adición a los problemas de infraestructura, las líneas aéreas también reportan que han enfrentado desafíos en la seguridad operacional, tales como:
- Presencia de animales en la pista al momento del aterrizaje o despegue de las aeronaves.
- Ingreso de personas no autorizadas.
- Intentos de abordaje de polizontes a las aeronaves.
- Deficiencias en la coordinación entre las operaciones de la aviación comercial con las de la aviación general.
“Esto ha traído interrupciones en la operación, lo que ocasiona no solo un riesgo en la seguridad operacional, sino que también arruina la experiencia del pasajero”, se lee en el escrito.
Ambos gremios concluyeron en que la inversión en la principal terminal aérea del país promoverá el turismo en Guatemala.
Según cifras del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en inglés), el turismo representó en el 2023 alrededor del 5.1% del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala, equivalente a US$4 mil 900 millones, y aporta 420 mil 700 empleos directos e indirectos.
Finalmente, la industria del transporte aéreo reiteró su disposición de trabajar junto a las nuevas autoridades “para la puesta en marcha de un plan de atención inmediata e inversión en infraestructura de una manera eficiente en costos, inclusiva y mejorando las condiciones operativas para las líneas aéreas de pasajeros y carga”.
Problemas persistentes
Motty Rodas, directora de la AGLA, detalló la serie de problemas que se han identificado y que persisten con el paso de los años, en cuanto a infraestructura y servicios:
- Serios problemas con las plantas eléctricas y tratamiento de agua. En el último caso se ha dado un rebalse de aguas que generan un desagradable olor en época de calor principalmente, el que llega al área de protocolo.
- Falta de mantenimiento y supervisión de la empresa que brinda el servicio de limpieza.
- El aire acondicionado, escaleras eléctricas y elevadores casi siempre están inactivos, lo que ocasiona problemas a personas con poca movilidad física.
- Inconvenientes con las bandas de equipaje de mano y chequeado, así como como el scanner para detectar ilícitos.
- Un “monopolio de hecho” del servicio de internet, que presta la misma empresa desde hace varios años y no se da oportunidad a los arrendatarios a tener otras opciones.
- Con los muelles o pasarelas de acceso a las aeronaves o jet bridge, se han registrado incidentes con varias aeronaves.
- En cuanto a seguridad operacional en la calle de rodaje se han hecho trabajos de mantenimiento correctivos por lo que ha estado cerrada por algún tiempo. Cuando eso ocurre, los aviones deben transitar por la pista principal y los demás vuelos tienen que esperar para aterrizar, lo que ha causado retrasos en tierra y en el aire, lo que significa pérdida de tiempo y dinero.
Rodas reiteró que es “urgente resolver el tema de la separación de Aeronáutica Civil como reguladora de la aviación y el tema de la administración aeroportuaria”, explicando que son dos cosas totalmente distintas y actualmente ambas están en manos del regulador, “el que no puede ser juez y parte, por lo que se necesita que un ente separado administre la terminal aérea”. La entrevistada indicó que para lograrlo, se requiere un cambio en la ley.
En tanto, María Casasola, presidente de la Asociación Guatemalteca de Agentes de Viajes, indicó que estas empresas son canales de distribución de las aerolíneas, por lo que también resultan afectadas por los problemas que genera el aeropuerto y enumeró algunos ejemplos:
- Si un pasajero tiene un boleto en conexión y el vuelo no sale a su hora porque se fue la luz en el aeropuerto y no hay sistema para abordar a los pasajeros, este llega retrasado y es imposible hacer la conexión hacia su destino final. Lo que no es responsabilidad de la aerolínea, sino del aeropuerto, y complica al agente de viajes para buscar un asiento en el siguiente vuelo.
- Si las bandas no funcionan y alguna maleta resulta lastimada (lo que es frecuente), no es responsabilidad de la aerolínea sino de las instalaciones de la terminal, por no tener las condiciones necesarias.
- En la actualidad, el espacio de la puerta principal está ocupado por comercios de renta de autos, lo que obliga a las personas a salir por las puertas laterales o salidas de emergencia.
- La capacidad del aeropuerto es para un tránsito de pasajeros de entre 10 mil a 12 mil, cuando actualmente recibe entre 2 y 3 millones al año.
- Llenar la declaración de viajero electrónica también ha sido una complicación porque muchos pasajeros no traen internet en sus celulares y el aeropuerto no proveía wifi.
“Además, la primera impresión que tiene un turista extranjero que llega a Guatemala es de un aeropuerto muy sucio y de escasos recursos, comparado con otros de la región como El Salvador, Costa Rica o Panamá”, añadió.
Desde el miércoles por la tarde se ha solicitado a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), por medio de su oficina de comunicación social, una postura sobre los señalamientos que hacen las aerolíneas respeto al AILA, pero hasta el cierre de esta edición, no había brindado ninguna declaración.
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