El jefe de gabinete, que fue viceministro y ministro de Economía entre 2001 y 2006, basa su optimismo en el relanzamiento de la inversión y en la confianza empresarial que se retrajo en la recta final del gobierno de Ollanta Humala (2011-2016).
“La confianza empresarial tiene una tendencia positiva. Venimos de un crecimiento del 3% que obviamente no genera entusiasmo”, agregó Zavala en alusión a la empatía que generó en la clase empresarial la elección de Kuczynski, un exbanquero de Wall Street de 77 años.
El nuevo gobierno se propone, entre otras cosas, dar una serie de pasos para “destrabar los grandes proyectos de inversión del Estado”, acotó Zavala.
El gabinete de Zavala debe acudir al Congreso entre el 15 y 18 de agosto para presentar sus propuestas y solicitar un voto de investidura, una tarea que requerirá el consenso debido a que el partido opositor, Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, controla el parlamento unicameral con 73 curules sobre un total de 130. El gobierno sólo cuenta con 18.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en su última evaluación el 15 de julio que “el liberal Pedro Pablo Kuczynski se convertirá en el presidente de un Perú acechado por la caída de las materias primas, pero con una economía sólida y en acelerado crecimiento”.
“Pese a las condiciones externas deprimidas, se prevé que la actividad continúe acelerándose en 2016 y 2017, mientras la inflación continúe disminuyendo”, indicó el reporte del FMI.
En ese mismo informe el FMI preveía que un aumento de las exportaciones mineras junto a un repunte de inversión pública dará un “fuerte impulso” al crecimiento, que debería repercutir en los sectores no relacionados con materias primas.
“Perú está en condiciones de crecer más rápido en los próximos dos años a medida que la producción minera llegue a su capacidad máxima y avancen los grandes proyectos de infraestructura”, indicó el organismo.