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Gobierno a examen: los niveles de la deuda mejoraron en el 2024, pero escenario se podría revertir

El saldo de la deuda no se incrementó por decisión del gobierno actual, pero podría cambiar al reducirse la recaudación tributaria como porcentaje del PIB y haberse aprobado un presupuesto con mayor endeudamiento.

En el primer año de gobierno el saldo de la deuda pública se incrementó. El académico Guillermo Díaz, indica que la relación deuda pública/PIB se mantuvo como la más baja de América Latina, aún con el incremento de casi Q9 mil millones en el ejercicio. A su entender, es un indicador de salud económica del país en dicho rubro.

El investigador de Fundesa, Fernando Spross, el economista Maynor Cabrera y el analista de Icefi Abelerdo Medina Bermejo, lo colocan el indicador en un nivel más neutral y de alerta.

Spross es de la idea que sí bien el saldo de la deuda pública en 2024 aumentó en 4% respecto al 2023, con un incremento de Q9 mil millones y al verlo en términos del PIB, el saldo disminuyó, pues en 2023 representaba un 27%, mientras que en 2024 representa cerca del 25% del PIB. 

“Tomando en cuenta lo anterior, no se considera que este indicador pueda estar en verde, pues se sabe que para este año 2025, el saldo de la deuda será bastante mayor y podría regresar a los niveles anteriores o incluso más”, concluyó.

 
 

Medina Bermerjo, expresó que aun cuando se procedió a aprobar una ampliación presupuestaria, el tamaño del gobierno, todavía con datos preliminares se mantuvo en torno al 13.9% del PIB, similar al promedio del período 2018-2023; es por ello y considerando además la mayor disponibilidad de recaudación que no fue contemplada en el presupuesto producto de las metas recaudatorias, la demanda de recursos de crédito se mantuvo de manera razonable baja, por lo que el saldo de la deuda pública, preliminarmente se contrajo de 27.2% del PIB en 2023 a 26.4% en 2024.  

Entonces, como tal, el saldo de la deuda no se incrementó por decisión del gobierno actual, sino como producto de las condiciones y rigideces de la planificación presupuestaria actual, aunque si denota, de manera preliminar, que ante la falta de mayor autorización de gasto el saldo de la deuda se mantiene controlado. 

El sector público guatemalteco tiene una de las menores deudas del mundo, por lo que dicho indicador, en términos del PIB se puede considerar verde, sin embargo, no es producto de las decisiones del gobierno actual. Como tal, la calificación asignada a la acción pública en torno a la administración de la deuda pública.

Cabrera, subraya que los indicadores de endeudamiento mejoraron levemente, pero dentro de las tendencias recientes. Según los datos a noviembre publicados por el Ministerio de Finanzas, la deuda pública total habría bajado de 27.2 a 26.6% del PIB, lo cual puede considerarse como positivo, pero las razones de deuda pública a ingresos tributarios aumentaron levemente. 

Es decir, “hubo leves avances y retrocesos, pero dentro de los promedios observados recientemente”. Sin embargo, advierte que al reducirse la recaudación tributaria como porcentaje del PIB y haberse aprobado un presupuesto con mayor endeudamiento, la situación podría cambiar en el año 2025. “Si los ingresos tributarios siguen reduciéndose o no aumentan al nivel esperado por el gobierno, la evolución del endeudamiento se puede revertir”.

ESCRITO POR:
Urias Gamarro
Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.