Su advertencia llegó un día después que GM anunció un recorte del 15% en su plantilla y el cierre de cinco plantas en Estados Unidos, dos de ellas en lugares como Michigan y Ohio que Trump ganó ajustadamente en la elección de 2016.
El fabricante de automóviles explicó en un comunicado que clausurará dos plantas de montaje en Estados Unidos y una en Canadá, así como otras dos sin identificar en otros países.
GM añadió que también cerrará dos plantas de producción de motores en EE.UU.
Las cinco plantas norteamericanas afectadas por el anuncio (Oshawa, Detroit-Hamtramck, Lordstown, la tres de montaje de vehículos, y Baltimore y Warren, que producen motores y transmisiones) emplean a unas 14 mil 500 personas.
La empresa no precisó en su comunicado el número de trabajadores que perderán sus empleos, pero destacó que “se están llevando a cabo acciones para reducir” la plantilla un 15%, porcentaje que incluye “un 25% menos ejecutivos para agilizar la toma de decisiones”.
La compañía indicó que estas medidas forman parte de un proceso de “transformación para el futuro” y de “reorganización” de su plantilla global para “alinear su capacidad de fabricación”.
Según GM, los cierres permitirán el ahorro de unos US$6 mil millones de dólares.
Además de esas plantas, GM dijo que a finales de 2019 cesará la producción en otras dos situadas fuera de Norteamérica, sin ofrecer más detalles, aunque lo hará próximamente.
Estos siete cierres se añaden al ya anunciado de la planta de montaje de Gunsan, en Corea del Sur.
“Las acciones que estamos tomando hoy continúan nuestra transformación para ser muy ágiles, resilientes y rentables a la vez que nos dan la flexibilidad para invertir en el futuro”, afirmó la presidenta y consejera delegada de GM, Mary Barra.
“Reconocemos la necesidad de mantenernos por delante de las condiciones cambiantes del mercado y las preferencias de los consumidores para que nuestra compañía esté en posición de conseguir el éxito a largo plazo”, añadió Barra.
Actualmente Estados Unidos ofrece subsidios de entre 2.500 y 7.500 dólares por cada vehículo eléctrico dependiendo del modelo. GM produce el totalmente eléctrico Chevrolet Bolt, pero ese tipo de autos aporta muy poco a los ingresos de la compañía.
Visiblemente disgustado
El presidente estadounidense, Donald Trump, que hace alarde de sus esfuerzos para impulsar al sector industrial, dijo el lunes estar “disgustado” con el recorte de miles de puestos de trabajo en General Motors, anunciado por el gigante automotor este lunes.
Trump dijo que habló con Mary Barra, directora ejecutiva del primer fabricante de automóviles de Estados Unidos. “Le dije que estaba disgustado”, indicó. Y aseguró: “Tenemos mucha presión sobre ellos”.
El anuncio cae como un balde de agua fría a la administración de Trump, que se jacta de fortalecer la base manufacturera del país y de proteger los empleos estadounidenses.
En ese sentido, Trump ha renegociado el antiguo acuerdo de libre comercio del TLCAN con Canadá y México, específicamente para favorecer al sector automotor estadounidense. También para defender a la industria local se ha embarcado en una guerra comercial con China.
Trump consideró que General Motors estaba en deuda con el país después de haber sido rescatada con fondos públicos tras la crisis financiera de 2008.
“Ya sabes, los Estados Unidos salvaron a General Motors y no es bueno que (la directora ejecutiva Mary Barra) saque a esa compañía de Ohio”, dijo. Ohio es solo una de las locaciones de GM que la firma cerrará en los próximos dos años.
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