Las nuevas medidas también permitirán a los bancos procesar transacciones del gobierno cubano que pasan incluso momentáneamente por el sistema bancario estadounidense. La prohibición de esas transacciones impedía a Cuba comprar y vender bienes internacionalmente y se convirtió en una de las más grandes quejas de La Habana sobre el embargo estadounidense.
Los departamentos del Tesoro y Comercio indicaron que los cambios facilitarán los viajes de los estadounidenses a la isla, y expandirá el acceso de Cuba al sistema financiero y a los dólares estadounidenses, entre otros.
Este proceso de normalización bilateral llevó el pasado julio a la apertura de las embajadas en Washington y La Habana.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó que en el proceso de normalización con Cuba no se trata de “hacer concesiones” al régimen y defendió que su Gobierno no ignora las “violaciones” a los derechos humanos en la isla, según una entrevista divulgada hoy.
Obama también expresó “Mi firme predicción es que en algún momento el gobierno del próximo presidente, ya sea demócrata o republicano, derogará el embargo”, dijo Obama, quien viajará junto a la primera dama, Michelle, a Cuba del 21 al 22 de marzo, a poco más de un año de que Washington y La Habana comenzaran su acercamiento en diciembre de 2014, tras medio siglo de enemistad.
“Tiene sentido para nosotros poder vender en Cuba, hacer negocios con los cubanos, mostrarles nuestras prácticas comerciales, cómo tratamos a los trabajadores, cómo nos enfocamos en los temas de derechos humanos, lo que ayudará a producir los tipos de cambios que se necesitan” en la isla, señaló Obama, que entregará el poder en enero próximo.
El viaje de Obama a Cuba, el primero de un mandatario estadounidense en ejercicio a la isla en 88 años, busca ampliar los avances logrados con la normalización bilateral e incidir en las mejoras pendientes sobre los derechos humanos.
La semana pasada, en el diario cubano Granma sostuvo que el viaje de Obama a la isla “será un paso importante” en la normalización de la relación bilateral, un proceso donde aún es necesario solucionar “asuntos clave” que “no se resolverán de la noche a la mañana ni con una visita presidencial”.
“Para normalizar las relaciones con los Estados Unidos será determinante que se levante el bloqueo económico, comercial y financiero, que provoca privaciones al pueblo cubano y es el principal obstáculo para el desarrollo de la economía de nuestro país”, señaló el diario oficial del Partido Comunista cubano (PCC, único).
Impuesto por Washington en 1962, el embargo prohíbe casi todo comercio de Estados Unidos con Cuba y solo puede ser levantado por el Congreso, actualmente dominado por la oposición republicana.
Obama ha llamado a los legisladores a revertir el embargo, mientras que ha emitido una serie de reformas regulatorias bajo atribuciones del poder Ejecutivo, para flexibilizar algunas sanciones y promover mayor intercambio entre los pueblos de ambos países.