Los exfuncionarios María Antonieta de Bonilla, Ana de Molina, Mario García Lara y Érick Coyoy, escucharon la propuesta presentada por los actuales encargados de la cartera del Tesoro, para luego plantear que entre las principales falencias del programa financiero están el excesivo rubro para remuneraciones derivado de la negociación de pactos colectivos; la situación de la deuda pública; el manejo del déficit fiscal; la baja carga tributaria; menor asignación para inversión física; escasa calidad del gasto y mayores asignaciones a los Consejos Departamentales de Desarrollo y Municipalidades.
Otra de las observaciones de los expertos, es que en el planteamiento del presupuesto se mantiene una política restrictiva, en el sentido de que se disminuye la inversión y el funcionamiento como tal, a pesar de que existen grandes necesidades. O sea que se restringe el gasto, mientras que el monto del presupuesto aumenta.
Para gasto se funcionamiento se proponen Q76 mil 436 millones o sea el 68%; inversión, Q19 mil 716 millones (17.5%) y deuda pública Q16 mil 141 millones (14.3%), y los expertos consideraron que hay mayor necesidad de inversión social y física en áreas como salud y educación.
El Legislativo conocerá un plan de gasto formulado por la Dirección Técnica del Presupuesto (DTP) del Ministerio de Finanzas, para el ejercicio fiscal 2023, durante el cual se celebrarán elecciones generales; es decir, para un año electoral y será el último de la gestión del presidente Alejandro Giammattei Falla.
El ministro González Ricci, remarcó que se espera que los diputados puedan entrar a conocer la iniciativa y que el pleno lo apruebe, “ya que se necesita un presupuesto nuevo”.
Mucha remuneración
En la propuesta de gasto se plantea para remuneraciones la suma de Q32 mil 104.8 millones, que equivale el 28.5%, cifra 6.6% mayor al vigente que es de Q30 mil 115 millones, y 12% más respecto al 2021, cuando fue de Q28 mil 675 millones.
La economista Ana de Molina, exministra de Finanzas y de Educación, declaró que preocupa el incremento del presupuesto, sobre todo en la cartera educativa, por los ajustes salariales incluidos en el pacto colectivo.
Recordó que desde el 2015 se ha entrado a conocer una negociación del pacto colectivo que no es técnica ni económica, sino de otro nivel, como parte de negociaciones políticas.
García Lara, ex vicepresidente de la banca central, también se refirió a ese sustancial aumento que se observa en el rubro de remuneraciones, que refleja un “incremento importante”.
Mediciones
Del Cid de Bonilla, expresidenta del Banco de Guatemala y exministra de Finanzas, expresó que desde el punto de vista macroeconómico, la propuesta del presupuesto contempla un déficit fiscal de 2.4%, que a su juicio es moderado, con una carga tributaria un poco arriba del 11% y que la deuda pública se estaría situando en alrededor del 30% al final del presente ejercicio.
A su criterio, en el componente de riesgos fiscales es necesario conocer y anticiparse a lo que puede presentarse en las finanzas públicas, y específicamente, se observan en la propuesta algunos aumentos en renglones salariales y otras readecuaciones.
Instó a trabajar en un presupuesto por resultados y que se incluyan metas e indicadores en cada una de las áreas de los ministerios, pues muchas veces no se observa continuidad para estos indicadores, y es muy difícil evaluar si se están alcanzando.
También destacó la importancia de implementar mecanismos para la rendición de cuentas, especialmente en municipalidades y los Consejos de Desarrollo, ya que se les asignan montos importantes.
Más asignación
Coyoy, quien fue viceministro de Finanzas, destacó que la recaudación proyectada de Q84 mil millones para financiar el presupuesto, no crece tanto y se queda con un escenario bajo, cuando en el rubro de Obligaciones a Cargo del Tesoro se propone un gasto de Q37 mil 99 millones, y en los cuales están las asignaciones para las Municipalidades y Consejos de Desarrollo, y se supone que estos aportes provienen de los ingresos tributarios.
“Si la recaudación estimada es moderada, no debiera haber un incremento en estos rubros y los ajustes que se proponen son mayores, porcentualmente a la recaudación”, declaró.
Obligaciones a Cargo del Tesoro, tiene asignado para el presente ejercicio Q34 mil 945 millones y pasaría a Q37 mil 99 millones, para un aumento de 6.1% o sea unos Q2 mil 154 millones, lo que hace suponer un juego para favorecer en año electoral a las alcaldías.
El ministro se defiende
Durante la exposición, el ministro Álvaro González Ricci mantuvo una postura defensiva con los expertos y dio una serie de argumentos.
Al referirse al incremento de las remuneraciones, explicó que hay una serie de resoluciones que los diferentes Juzgados de Trabajo han emitido para la reinstalación de trabajadores en el sector público, y en varias ocasiones se ha ordenado el pago de salarios caídos.
En el pacto colectivo con el Mineduc, aseguró que se trata de un tema estructural y no solo tiene que ver con el tema de personal, sino la introducción de tecnología, para lograr otro tipo de educación y mejor calidad.
Con la inversión, reconoció que es bajo (18%) pero aclaró que se deben tomar en cuenta varios aspectos, citando como ejemplo los Q3 mil millones para ejecutar en kilómetros de carreteras, que no es inversión sino funcionamiento, y está registrado como tal. “No todo el funcionamiento son salarios, al igual que cuando se invierte en capital humano”, dijo al panel de expertos.
Sobre la deuda, mencionó que Q91 de cada Q100 que entran al Estado, ya tienen destino especifico (rigidez) y si no se hiciera de esta forma, sería imposible financiar un plan de gastos. Pero con los ingresos tributarios actuales, se está cubriendo la deuda y el funcionamiento. En todo caso, reiteró que esperaría que el Congreso conozca y apruebe el nuevo presupuesto.
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