Los efectos de la pandemia, el proceso del acuerdo de facilitación comercial que incluye la exploración de una ruta marítima regional y los diferentes programas de cooperación, son parte de los temas que tratará Lima Mena en su mandato.
Parte de su carrera diplomática la desarrolló en la Organización Mundial del Comercio (OMC), representando a El Salvador, y ese conocimiento lo trasladará en el acuerdo de facilitación del comercio.
Lima Mena conversó recientemente con Prensa Libre sobre los planes por desarrollar al frente de la Sieca, un bloque económico que representa 40 millones de habitantes.
Usted viene de la OMC. ¿Qué propuesta trae para su mandato en la Sieca?
El acuerdo de facilitación del comercio es muy amplio en su concepción, y decir facilitación significa muchas cosas que pueden ir desde firmas y sellos hasta hacer todo electrónico, integración de puestos fronterizos y sistemas de comunicación digitales para transmisión; es algo que actualmente está sucediendo en Centroamérica. Facilitación significa muchas cosas encaminadas a mejorar el comercio.
El acuerdo tiende a un estándar mínimo en los compromisos de todos los países, y la misma estructura permite acuerdos especiales y diferenciados; entiéndase, aquellos aspectos en los cuales se necesitaban inmediatamente tiempo y recursos.
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Cuando vengo a la secretaría y observo todos los acuerdos, ya Centroamérica lo está haciendo y en caminos a implementar; por ejemplo, en plataformas digitales, puntos únicos de información, procesos en internet, transparencia de procedimientos. Que, si bien es algo que en la región se ve que sí lo tenemos, no necesariamente es la realidad de todo el mundo.
¿Cómo lo evalúa ese acuerdo?
Centroamérica está sobre la base de ese acuerdo de estándar mínimo, y todo lo que se está haciendo en el proceso de unión aduanera entre Guatemala y Honduras —y que el viernes 30 de julio se incorporó El Salvador—, claramente es algo muy importante, más las acciones que están realizando por encima del acuerdo de facilitación del comercio que se les pedía a los países como punto de partida.
¿Qué hace falta, según su visión?
Hay muchas realidades en la región y el tema de infraestructura es uno de ellos. No podemos decir que la facilitación se va a dar porque tengamos regulaciones. Ahí debe haber infraestructura en fronteras, adecuadas a lo que se busca, y ahí se tiene mucho que trabajar.
Además, en trabajar en temas de tramitología, aspectos sanitarios y fitosanitarios, pero que son parte de la agenda que día a día la Sieca sigue, que son procesos complejos y sensibles pero que ciertamente se están trabajando.
La facilitación de comercio, inclusive si se observa desde un aspecto muy general, significaría la plena incorporación de Panamá en el subsistema económico para facilitar ese flujo de bienes. Panamá está incorporado, pero todavía hay trabajo pendiente por desarrollar.
También todo el tema de la facilitación del comercio bajó de velocidad por los efectos de la pandemia. Las prioridades fueron para atender la crisis sanitaria; por ello, las medidas que se implementaron tuvieron que ver con el cierre de fronteras, como una reacción natural. El sistema, como está diseñado en su normativa como en la gobernanza, responde rápidamente ante los efectos adversos por los cierres de fronteras y que no se prolongaran en el tiempo.
¿Qué lecciones deja la pandemia al proceso de integración económica?
Que frente a una pandemia necesitamos un sistema de integración económica, en cuanto al subsistema se refiere; fuerte y robustecido.
Creo que porque teníamos un sistema fuerte es que se pudo palear a través del Comieco y el Comisca un protocolo de bioseguridad que se tuvo que negociar entre dos órganos regionales en corto tiempo, y la primera lección de esto es un sistema robusto en marcha.
Lo segundo es que, frente a este tipo de vulnerabilidad, estar preparados con los protocolos de bioseguridad que es importante; es decir, considerar las eventualidades en casos como estos.
Estoy convencido de que el impacto pudo haber sido peor, si no fuéramos parte de un subsistema económico.
¿Cómo qué consecuencias?
En vez de consecuencias, hubiera sido más difícil afrontarlo. No es lo mismo trabajar en conjunto entre varios países y contar con ese mercado centroamericano para poder llevar fácilmente los productos, a querer enfrentarlo como país frente a terceros; ahí es cuando decimos que este tipo de procesos son importantes, sino fundamentales para países como los nuestros.
¿Qué se esperaría en el proceso de recuperación en la región?
Los indicadores comienzan a reaccionar, y mucho de esto va a depender de las campañas de vacunación, que deben continuar, y los planes de desarrollo y reactivación que los países pongan en marcha.
El Comieco (Consejo de ministros de Integración Económica) requirió un estudio poscovid en la región, y mucho tiene que ver con planes relativos a la facilitación del comercio, el apoyo a las pymes y el plan recoge ese aspecto en términos generales.
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Lo que pretendemos es desarrollar hojas de ruta para aplicar cada uno de los ejes que el plan estableció.
Análisis: Desafíos pendientes
Lograr acelerar el paso en la finalización y puesta en funcionamiento plena de la Plataforma Digital de Comercio Centroamericano (PDCC) y brindar al gobierno de El Salvador y al sector empresarial de ese país todos los elementos técnicos necesarios para demostrar que su incorporación a la unión aduanera con Guatemala y Honduras es posible y que tiene muchos más beneficios que pérdidas son los principales retos, según Álvaro Sarmiento Matute, consultor en comercio exterior.
Apoyar a los países para terminar la negociación de un nuevo Código Único Aduanero Centroamericano y su Reglamento (Cauca/Recauca) para modernizarlo y que se fundamente en los compromisos adquiridos en la OMC, los acuerdos de libre comercio y las mejores prácticas internacionales, así como los estándares internacionales de la Organización Mundial de Aduanas, es otro aspecto.
Por otro lado, apoyar a los países en dar un salto cualitativo en el transporte multimodal -tal es el caso de operaciones de ferry que se vienen promoviendo entre pares de países-, así como proponer medidas en fronteras que sin inversiones millonarias signifiquen ahorros en tiempo y costos asociados a cruces fronterizos, ganancias de corto plazo de la facilitación comercial.
“Fortalecimiento de la Sieca como una entidad técnicamente sólida, y financieramente autosostenible”, subrayó.
Al preguntarle ante esta coyuntura, y el papel de la integración económica, Sarmiento Matute, respondió que Centroamérica sigue siendo el segundo socio comercial para sí misma; su importancia no puede ser considerada a la ligera.
Los efectos en la crisis políticas y sociales para el resto de la región son inmediatos, incluso por los fenómenos naturales, y crear mecanismos que disminuyan razonablemente estos impactos es importante.