El fólder o sobre manila donde el candidato lleva su hoja de vida personal y profesional le sirve también para cubrirse del intenso sol, al hacer largas filas para ingresar en las oficinas de empresas y llenar solicitudes de empleo.
“Hay esperanza pero también es triste observar tantos jóvenes y adultos con necesidad de empleo”, expresó una señora que acompañó a su hijo recién graduado a la Feria del Empleo que organizaron el Ministerio de Trabajo y el Banco de los Trabajadores, el jueves y viernes recién pasados.
Contrastes
Al conversar con algunos de los aspirantes que acudieron a esta actividad se detecta una amplia variedad de perfiles y competencias profesionales, pero pocas oportunidades que permitan a la mayoría encontrar un puesto de trabajo que se ajuste a sus características y habilidades.
Por ejemplo, Ezequiel López, de 30 años, es panificador y tiene nueve años de experiencia, pero desde agosto del 2016 busca empleo. “Estoy desesperado”, manifestó.
La desventaja de López es que no logró terminar la carrera de perito contador, lo cual es una limitante para optar a otros puestos de trabajo.
Otro caso es el de Fernando García, 41, quien es bachiller en Ciencias y Letras y lleva cinco meses buscando trabajo.
Una de sus desventajas es que no sabe inglés. Su edad también se convierte en un reto y a pesar de que cuenta con experiencia en ventas no continúo sus estudios universitarios. García tiene tres hijos, todos en edad escolar.
“Las empresas piden muchos requisitos y cartas de recomendación de trabajos anteriores o de personas que puedan dar crédito de mi persona”, comentó el guatemalteco.
Al intentar hablar con más desempleados, algunos acceden, mientras otros más bien se muestran esquivos.
La fila de solicitantes era enorme. Aproximadamente mil personas esperaban para entrar a la Feria a llenar formularios mientras iban llegando más candidatos.
Se observa que bajan de autobuses, taxis o bien los padres llegan a dejar a la mayoría de jóvenes que por primera vez asisten a este tipo de ofertas.
Otros padres optan por esperar afuera para que sus hijos puedan desenvolverse por sí mismos.
Uno de los últimos entrevistados fue Vidal López, 28, quien es ingeniero industrial y, según relató, lleva seis meses tratando de encontrar trabajo.
López habla bien el inglés y afirmó que las ferias de empleo son “excelentes plataformas, tanto para las empresas como para los interesados”.