El etanol es un compuesto químico que pertenece a la familia de los alcoholes y se obtiene, principalmente, de la fermentación de materias vegetales ricas en azúcares como la caña de azúcar, el maíz o la remolacha. Su fórmula química es C2H5OH. “Es un alcohol biodegradable con una gran variedad de aplicaciones desde la industria química hasta como combustible en motores de combustión interna”, explica José Ignacio Arauz, ingeniero químico y docente de la Universidad Rafael Landívar.
Este tipo de combustible tiene varias diferencias con la gasolina, que es el tipo de combustible más conocido a nivel mundial. En términos de composición química, la gasolina es un hidrocarburo derivado del petróleo, mientras que el etanol es un alcohol derivado de fuentes vegetales.
En cuanto a sus propiedades como combustible, el etanol tiene una menor densidad energética en comparación con la gasolina, lo que significa que proporciona menos energía por volumen. Sin embargo, el etanol tiene un mayor octanaje, lo que puede mejorar la eficiencia y el rendimiento de los motores, añade Arauz.
Uso de etanol y gasolina
El uso de etanol en los vehículos empezó con el diseño del modelo T de Henry Ford, en el año 1908, el cual estaba diseñado para funcionar con etanol, pero debido a la abundancia y bajo precio del petróleo este automóvil pasó a utilizar gasolina pura. El etanol como combustible se usa como aditivo para mejorar el octanaje1 y como oxigenante en las gasolinas, se lee en el texto Potencial de uso de etanol en la gasolina de Guatemala, de la Revista Mesoamericana de Biodiversidad y Cambio Climático-Yu’am.
La gasolina regular tiene un octanaje RON de 91, mientras que la gasolina superior de 95. El etanol tiene un octanaje de 102-130 octanos, por lo al agregarlo a la gasolina aumenta el octanaje de la mezcla y la molécula de oxígeno que posee el etanol hace que mejore la combustión del motor.
Es decir, que el proceso de combustión se vuelve más eficiente y con ello se reducen las emisiones de gases tóxicos en el tubo de escape, como el CO y los hidrocarburos. El aumento de octanaje evita problemas mecánicos, producidos por la utilización de un combustible con un bajo índice de octanaje o detonación prematura del combustible, dice Gramaliel Zambrano, Eddy Meléndez y Aida Lorenzo, autores del texto.
De acuerdo con Aida Lorenzo, directora ejecutiva de la Asociación de Combustibles Renovables, los más de 60 países que utilizan esta combinación lo hacen específicamente por cuatro motivos:
- Independencia energética, ya que los países no quieren seguir utilizando combustibles exportados por temas socioeconómicos.
- Compromisos ambientales, debido a que ayuda a reducir la emisión de gases tóxicos en el ambiente y a cumplir compromisos internacionales como el Acuerdo de París.
- Ahorrar divisas
- Generar empleo, porque los combustibles fósiles siempre vienen de afuera y se generan en campos petroleros, mientras que los combustibles renovables se podrían generar en el mismo país y crear empleo.
¿En qué automóviles se puede usar?
Debido a que el etanol se añade a la gasolina en pequeñas cantidades, se puede utilizar en automóviles que su motor utilice este tipo de combustible. “Cuando tenemos una mezcla del 10 por ciento no se tiene que meter ninguna modificación a los vehículos. La formulación del combustible queda igual, pero mejorada para reducir emisiones de gases tóxicos”, menciona Lorenzo.
La profesional indica que países como Brasil, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Bolivia, India y Perú utilizan la combinación de etanol y gasolina al máximo 10 por ciento, y los vehículos no han requerido ningún cambio ya que el 90 por ciento sigue siendo gasolina.
“La práctica común en estos países es mezclarlo en las terminales de importación. Es decir, las terminales tienen que construir sus tanques de alcohol y ahí mezclarlo, por lo que la cadena de distribución sigue igual. Llega el señor transportista, va a su gasolina, ellos reciben la mezcla y el usuario final pasa a su gasolinera y llena el tanque, como siempre”, agrega.
Ante esta interrogante, Arauz debate en que los vehículos que están diseñados para funcionar con mezclas de etanol y gasolina suelen tener modificaciones en los sistemas de combustión, como inyectores de combustible y sensores de oxígeno. Además, las juntas y materiales de sellado deben ser resistentes al etanol, ya que puede ser corrosivo para ciertos materiales.
En cuanto al mantenimiento, además de los servicios regulares, los vehículos que utilizan etanol y gasolina pueden requerir inspecciones adicionales para asegurarse de que los sistemas estén funcionando correctamente y para prevenir problemas relacionados con la corrosión.
Ventajas y desventajas
Entre las ventajas, los expertos indican que el etanol es un combustible renovable, lo que contribuye a la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles. Las mezclas de etanol pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y otros contaminantes relacionados con el efecto invernadero. También puede aumentar el octanaje y mejorar la eficiencia de los motores.
Por el lado contrario, las desventajas es que el etanol tiene una densidad energética menor, lo que se traduce en una posible reducción del rendimiento del combustible. La producción de etanol a gran escala a partir de cultivos puede generar preocupaciones ambientales y de seguridad alimentaria, dice Arauz. “No hay que dejar a un lado el tema de la corrosión en algunos componentes del motor, lo que podría requerir un mantenimiento más frecuente”, añade.
Ante la interrogante de si la mezcla de gasolina y etanol es más económica, Enrique Meléndez, director ejecutivo de Expendedores de Combustibles, indica que dependerá del mercado de cada país.
“El mercado tiene su dinámica. Tanto la gasolina como el etanol tienen un precio internacional que es el que refiere la oferta y demanda de estos productos. Lo que hay que tener claro es que el poder calórico del etanol es menor que el de la gasolina, por lo que va a requerir mayor consumo”, añade.