le puede interesar
A continuación, se presentan cinco estrategias sugeridas para alcanzar este objetivo, que involucran intervenciones en el ecosistema de aprendizaje, en el mercado laboral y en el ambiente corporativo y gubernamental.
- Construir, adaptar y certificar habilidades fundamentales. Las habilidades clave requeridas en el mundo de hoy y del futuro están cambiando, y aquellas relacionadas con la tecnología y las consideradas “blandas” están ganando importancia. Crece la necesidad de complementar las habilidades tradicionales desarrollando la inteligencia emocional, el aprendizaje activo y la fluidez digital, entre otras.
- Construir, adaptar y certificar habilidades avanzadas. Las habilidades avanzadas pueden construirse a través de cursos vocacionales, educación terciaria o entrenamiento en el trabajo. Sin embargo, la medición y certificación cambiaría de una evaluación basada en completar programas y cursos, a la demostración de competencia en el uso de la habilidad.
- Aprovechar el potencial de la tecnología educativa y el aprendizaje personalizado. La web, la realidad virtual y los sistemas basados en Inteligencia Artificial tienen el potencial de proveer oportunidades de aprendizaje requiriendo menores recursos, a mayor velocidad y de duración adaptable y personalizable, a la vez que amplían el acceso a los recursos de aprendizaje.
- Repensar los procesos de gestión de talento. En un mundo que requiere un liderazgo ágil, aumenta la necesidad de mover la estructura organizacional de una jerarquía donde el progreso a un nivel superior se define por un mayor alcance, impacto y responsabilidad, a una red de roles basadas en habilidades que se adaptan a las necesidades cambiantes del trabajo de manera continua.
- Promover una cultura y proveer mecanismos para el aprendizaje durante toda la vida. En un mercado de trabajo basado en habilidades, los individuos deberán adoptar una mentalidad de desarrollo a lo largo de todas las etapas de su vida. Promover esta cultura es esencial para la evolución de los sistemas de educación y entrenamiento, para los negocios, y de una manera más amplia para la sociedad.
Los sistemas de educación y aprendizaje en la actualidad carecen de las características que les permitirían alcanzar la escala y velocidad requerida en la cuarta revolución industrial, caracterizada por cambios rápidos, y algunas veces inesperados, en el mercado laboral. En este entorno, es necesaria una nueva visión compartida, ágil y flexible del talento que permita que los individuos aprendan, desaprendan y reaprendan a mayor velocidad.
Es necesaria una mayor colaboración entre individuos, especialistas de aprendizaje, tecnólogos, gobiernos y empresas, para generar una mayor eficiencia en el aprendizaje y desarrollo de nuevas habilidades a gran escala. Un programa de actualización del trabajo, la gestión del talento y los procesos de certificación, con foco en las habilidades como moneda común del mercado laboral, tienen el potencial de generar un impacto positivo en las empresas, individuos, economía y sociedad.
* En alianza con Forbes México y Centroamérica, artículo de Forbes Staff.
Contenido relacionado:
> 3 características que hacen que un empleo sea bueno
> La transformación que urge a las áreas de recursos humanos
> 11 cosas que las “personas inteligentes” nunca dicen en el trabajo