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Del 2016 al 31 de octubre último, la contratación de deuda pública —que incluye la interna y la externa—, sumó Q31 mil 808.7 millones, es decir, en el tiempo de la administración del presidente Jimmy Morales, que entregará el poder el próximo 14 de enero.
A pesar de que no hubo un shock interno, externo, económico o fiscal, la práctica de la contratación del endeudamiento prosiguió.
El dinero que se destinó para la inversión, funcionamiento y también para el pago del servicio de la deuda.
Cuando asumió Morales en 2016, el indicador se sitúo en Q125 mil 676.1 millones y hasta octubre el saldo de la deuda pública fue de Q157 mil 485 millones, que en términos porcentuales fue de 25.3% en ese período.
El reporte de Operaciones de Crédito Público del Ministerio de Finanzas (Minfin), señala que, en 2017, el indicador fue de Q132 mil 449 millones y Q146 mil 020 millones en 2018. En promedio, el endeudamiento es de Q7 mil 952 millones en cada año.
Punto de inflexión
Las cifras detallan que, del 2010 para octubre último, el saldo de la deuda se incrementó en Q76 mil 118 millones.
En el 2010 el saldo era de Q81 mil 366 millones y en ese entonces se venía de un ciclo de recuperación luego de los efectos de la crisis económica del 2008 y 2009.
La relación de la deuda y el producto interno bruto (PIB) es del 24.9%, es decir, que ese es el porcentaje de la deuda con relación a la producción nacional en este ejercicio y del 2010 a la fecha se mantiene en esa tasa.
No obstante, la relación de la deuda con los ingresos totales es del 280%, por lo que ese es el punto sensible, por la capacidad de pago. Por ejemplo, en el 2018 el porcentaje fue de 234%, en el 2017, 220% y en 2016, 218%, detalla el reporte.
Una práctica recurrente
Los analistas Juan Carlos Paredes y David Casasola, este último del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), expusieron que, en la gestión de Morales, se mantuvo la práctica del endeudamiento.
Casasola explicó que la mayor parte de ese dinero se destinó a funcionamiento, como el pago de nómina salarial, adquisición de insumos y equipo, pero no hubo una inversión pública significativa de retorno social.
“Hay presupuestos deficitarios y se tiene que recurrir a endeudamientos para poder financiar los gastos. Es mejor que el endeudamiento sea para una inversión, que en gasto de funcionamiento y al final hay que pagar la cuenta y no se logra mantener un ritmo de gasto por arriba de las capacidades”, aseguró el analista del Cien.
Paredes agregó que, aunque es manejable la relación de la deuda con relación al PIB, con respecto a otros países que tienen más alto el indicador, lo riesgoso es que la deuda crece más que los ingresos tributarios.
Ejemplificó que la deuda crece en promedio 8% cada año y los ingresos tributarios, solo un 4%, lo que implica que la capacidad de pago es deficiente para poder saldar los compromisos.
Recordó que uno de los efectos es que se tiene que destinar más recursos para el pago del servicio de la deuda y ese dinero ya no se destina a inversión ni a programas sociales o seguridad.
Hasta diciembre el pago del servicio de la deuda es de Q11 mil 678 millones con una ejecución del 88%, según los datos del Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental (Sicoin).
A decir de Paredes, el pago del servicio de la deuda una porción de gasto, que va en incremento en los últimos ejercicios y se da por una menor recaudación.
El reporte de la Dirección de Crédito Público indica que hasta octubre Q118 mil 971 millones es deuda bonificada, de los cuales Q87 mil 128 millones es interna y Q31 mil 842 es externa o eurobono, con un tipo de cambio de Q7.71. El 23 de mayo pasado, el Minfin colocó un eurobono de US$1 mil 200 millones (Q9 mil millones), que es el mayor monto de deuda bonificada colocado.
La operación consistió en un monto de US$500 millones para un plazo de 10 años con vencimiento en 2030 y US$700 millones a 30 años.
Ingresos tributarios son bajos
El servicio de la deuda es el pago principal, intereses, comisiones y otros gastos, en un período determinado, que por lo regular es en un año.
Los analistas Juan Carlos Paredes y David Casasola recomiendan que con la llegada de nuevas autoridades de Gobierno en enero, se esperaría que continúe la tendencia a menos que se adopten medidas para incrementar la recaudación tributaria.
“Si se incrementa y mejoran los ingresos, se estaría dependiendo menos de la contratación de la deuda y para ello se deben adoptar varias medidas tanto a corto como a largo plazo”, precisó Paredes.
Para ello, indicó el consultor las nuevas autoridades deberán de trabajar en combatir la economía informal, reducir la evasión y el contrabando, análisis de la normativa fiscal, endurecer la fiscalización, hasta otorgar una amnistía para limpiar los casos e incrementar el recaudo.
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