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Especialistas analizan cuándo y por qué aprobar una Ley de Competencia
Las posibles enmiendas, principalmente sobre la creación de una autoridad autónoma definirán la aprobación o no de la iniciativa 5074, que se conocerá en segunda lectura en el Congreso.
Representantes de diversas entidades, funcionarios y diputados participaron en el foro “Cuando y por qué aprobar una Ley de Competencia” que organizó la Facultad de Derecho de la Universidad de Istmo. (Foto, Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle).
El avance de la discusión de la iniciativa 5074, Ley de Competencia, que entrará a segunda lectura en el Pleno del Congreso de la República, probablemente se concentrará en cómo quedará la nueva autoridad regulatoria que se propone, entre otras enmiendas.
Y todo apunta a que las baterías estarían enfocadas en los artículos relacionados con la creación de un ente autónomo y hay un consenso generalizado en que eso es necesario, según se expuso durante el foro “Cuando y por qué aprobar una Ley de Competencia” que organizó la Facultad de Derecho de la Universidad de Istmo, y en la cual participaron expertos, autoridades de gobierno, diputados y representantes de diferentes cámaras empresariales.
Discusión técnica
José Andrés Ardón, director ejecutivo del Instituto para la Competitividad Económica (ICE), comentó que en este momento se está observando una discusión técnica de las potenciales enmiendas a la iniciativa de ley 5074, lo que consideró un avance.
Ello, porque se ha visto la disposición de los diputados para avanzar en la discusión, así como los consensos en el Congreso, pero considera importante que dicha iniciativa se apruebe antes del receso parlamentario “porque el segundo semestre del año se ve complicado”.
El diputado Julio Héctor Estrada, uno de los expositores durante el foro, afirmó que el proyecto de ley es técnico y “no me gusta llamarla ley de competencia, sino ley en contra de las prácticas anticompetitivas, porque más que todo se quiere evitar esas prácticas”.
Confirmó que hay una estructura bastante consensuada y crea un marco jurídico que regula algunas prácticas, se deja defensa para otras y se crean procedimientos específicos. “Hablamos de una ley de competencia para generar competitividad. Es un avance institucional que llevará años para generar las capacidades correctas, pero esta discusión comunica un mensaje de estado de derecho, ya que hay muchas empresas -incluso multinacionales- que incurren en malas prácticas porque no están prohibidas”.
Enmiendas, tema álgido
Al acercarse la recta final de discusión de la iniciativa, se esperaría que surjan enmiendas de última hora, que a criterio de los especialistas, no deberían retrasar la aprobación.
Ardón opina que la normativa debe ser más clara, privilegiar la certeza jurídica, establecer los procedimientos proporcionales a la realidad de país y privilegiar la eficiencia económica, como concepto que se tiene que respetar, y lo primero es evitar que la normativa sea inconstitucional.
Lo segundo es que la ley debe ser congruente, obligar a que la autoridad tenga la carga de la prueba respecto a que determinadas conductas absolutas o relativas están causando un daño a la economía y que esta autoridad sea independiente y autónoma.
Estrada Domínguez reiteró que debe quedar claro todo lo concerniente a la comisión de evaluación, nombramientos, directores permanentes y revisar una parte relacionada con una derogación en el Código de Comercio. Por lo tanto, insistió en tener cuidado con las enmiendas que se apueben.
Ardón lo secundó indicando que al aprobar enmiendas que no tienen lógica ni relación entre ellas, se termina con una ley que se contradice y es importante que se privilegie los consensos en la Comisión de Economía”.
Garantizar autonomía
César Sigüenza, director de la Alianza Técnica de Apoyo al Legislativo (Atal), añadió que esta iniciativa se ha discutido durante mucho tiempo en el Congreso y lleva tres dictámenes.
“La iniciativa 5074 contiene los elementos mínimos para su aprobación, pero la discusión más profunda se dará sobre la autoridad, que debe ser independiente, por su naturaleza técnica, o muy probablemente la ley de competencia no servirá para sus fines y tampoco beneficiaría el funcionamiento del mercado”.
A su criterio, si se garantiza que finalmente la autoridad goce de esas características, podría darse un paso verdaderamente efectivo para que las reglas logren sus objetivos.