El cuadro incluye además una reducción del desempleo de dos puntos anuales –o la creación de medio millón de empleos cada año–, con lo que España alcanzaría a finales de 2019 los 20 millones de ocupados que había antes de la crisis.
El mercado laboral español, gran víctima de la crisis, reduciría el desempleo al 11.2 por ciento a fines de 2020, situándose así en 16 puntos menos que el pico máximo cercano al 27 por ciento que alcanzó a principios de 2013.
“Se trata de previsiones prudentes y realistas”, aseguró el ministro de Economía español, Luis De Guindos, al presentar los datos junto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y al portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.
La actualización de las cifras que España enviará a Bruselas refleja la reciente revisión al alza en dos décimas de las previsiones de crecimiento para este año –del 2.5 al 2.7 por ciento–. Para 2018 se prevé un 2.5 por ciento y para 2019 un 2.4 por ciento.
La tasa del desempleo del primer trimestre fue de un 18.75 por ciento, una ligera subida frente al 18.63 por ciento de fines de 2016. El dato presentado el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) equivale a 4.25 millones de personas sin trabajo.
Además, Montoro aseguró que España dejará de tener déficit público en 2020, si bien en el documento que se remitirá a Bruselas estima para ese año un déficit del 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) porque es el objetivo que se quiere pactar con la Comisión.