La próxima revolución agraria tendrá un marcado sello digital, que permitirá acceder a información en tiempo real para la toma de decisiones y un manejo mucho más preciso, basado en el uso de buenas prácticas.
“Estamos en las vísperas de una revolución agrícola digital, en la que el uso inteligente e intensivo de las tecnologías de la información y comunicación debe promover el desarrollo de la productividad, con inclusión social y cuidado del medio ambiente, en beneficio de los pequeños productores”, dijo Otero.
El uso de teléfonos móviles para transferir conocimiento es un eje central dentro de las estrategias que deben adoptar los países para reducir las brechas tecnológicas, según Kremer.
“En la medida en que los teléfonos inteligentes estén más disponibles, se abren muchas oportunidades para formas de comunicación más avanzadas, por ejemplo, enviar instrucciones en video a los agricultores”, comentó el economista.
El actual momento de pandemia es extremadamente oportuno para comenzar a invertir en extensión digital, una forma efectiva de apoyar a los agricultores durante la propagación del covid-19 y “al mismo tiempo sentar bases para un sistema a largo plazo”, dijo Kremer.
Encienden alertas
Una agricultura de subsistencia, la falta de acceso a materias primas esenciales, o el encarecimiento del precio de los alimentos por la ausencia de comercio internacional ante el cierre de fronteras por efecto del coronavirus, hacen que países muy dependientes de las importaciones no puedan producir internamente lo suficiente para autoabastecerse, pero en ese último punto Guatemala posee una ventaja.
La última encuesta de la Cámara del Agro (Camagro) a junio de este año reveló que la mayoría de productores tuvo problemas con sus compradores sean estos locales e internacionales por las mismas circunstancias del covid-19, y en mayo fueron notorios los dos golpes directos a los productores como la cancelación de contratos o reducción, y la variación de precios internacionales.
Los próximos meses serán cruciales a nivel mundial para conocer la dirección que se va a dar a este sector y la adaptación del modelo productivo a la nueva realidad que seguramente no volverá a ser igual, pero en ese punto es donde las soluciones tecnológicas pueden aliviar los efectos y anticiparse.
Tecnología 100% Hecho en Guatemala
Juan Manuel Valle, gerente general de Siucom, S.A/ioroots, dijo que la solución más eficiente sigue siendo el riego, y especialmente el riego localizado.
El 85% del agua dulce que se extrae es para la agricultura y los riegos ineficientes desperdician la mitad, pero con instrumentos tecnológicos se puede ahorrar entre un 30 y 40% del agua.
“El 80% del éxito de los riegos de una operación agrícola se encuentra en el exceso o ausencia de precitación pluvial”, explicó Valle.
Por esa razón, las herramientas tecnológicas tienen que ser accesibles para todos los pequeños productores que abarcan más del 70%, que sean asequibles, y poder dar así el siguiente paso que es no solo cuidar el agua sino volverse más productivos.
Valle comparte que están desarrollando una red nacional de pluviómetros conectados con el objetivo de generar redes de monitoreo de precipitación pluvial capaces de apoyar a diversos sectores de la población en la lucha contra el cambio climático.
Un pluviómetro conectado genera lecturas de la lluvia en tiempo real desde cualquier punto y dispositivo, recopila datos de lluvia por hora, y programa de alertas para toma de decisiones importantes, explicó Valle y lo más valioso es que la innovación se está generando en el país.