Cardon Chocolates
Boris Reyes Cardona, cofundador de Cardon Chocolates, comenta que el emprendimiento es una confitería que elabora guindas y nueces cubiertas con chocolate, entre otros sabores. Buscan posicionarse en el mercado como una marca guatemalteca diferenciada en el área de confitería destinada para regalos o para consumo.
Él estudió administración de empresas y su hermano, ingeniería; y cuando salieron de la universidad tenían el interés de emprender, pero la idea surgió hasta en 2005 en el comedor de la casa familiar, donde colocaron una pequeña máquina para realizar las primeras pruebas.
“Nos decían que debíamos de estudiar para ser gerentes, pero éramos más visionarios, por lo que iniciamos con una lluvia de ideas, buscamos lo que ofrecían los supermercados y vimos que la mayoría del chocolate que se consume en el país es importado, por lo que decidimos enfocarnos en ese producto”.
El desarrollo del producto duró cinco años; la marca inició con 10 sabores y a partir del 2010 empezaron a surtir muchos puntos de venta hasta llegar a 170. Hicieron un catálogo con los sabores, que incluyen arándanos deshidratados y pasitas recubiertas con chocolate.
Paggo
Luis Gómez es uno de los cofundadores de Paggo, empresa que ofrece servicio de medios de pago desde el año anterior. “En Guatemala existe el problema de que únicamente el 1% de pequeñas y medianas empresas (pymes) aceptan tarjetas de crédito y débito, sólo hay dos jugadores en el mercado y más de medio millón de pymes desatendidas”, expone.
Su compañía ofrecen soluciones de pago fáciles de usar como un POS Mini y adaptaciones para comercio electrónico como links de pago y códigos QR para pagar con tarjeta de crédito y débito.
Los fundadores son tres amigos: Gómez, quien es gerente general; Farid Massis (encargado del tema financiero) e Hilario Menéndez (desarrollo de la tecnología). En la actualidad tienen más de 4 mil clientes y el crecimiento de cartera es de 60% mensual desde diciembre del 2022, por lo que han entregado más de 1 mil 500 POS.
Actualmente están abriendo sus servicios en Honduras y tienen planes de expandirse a un tercer país a finales de 2023, para llegar a cuatro o cinco más en los próximos tres años.
Favilo
Los hermanos Luis Pedro y Rodrigo Villalba emprendieron el negocio denominado Favilo, dedicado a fabricar dos líneas de repelentes naturales (Bymo y Titán) fabricados a base de aceites; productos higiénicos y de cuidados del hogar (Maxin), como jabón, limpia vidrios, desengrasante y otros.
La idea es proveer al mercado de productos responsables con el medio ambiente, por lo que evitan el uso de plástico y las presentaciones de varios de sus productos son cápsulas denominadas pots, a base de un plástico soluble en el agua.
Aunque los hermanos habían demostrado interés en los negocios, la idea surgió en el 2019 cuando su padre se quedó sin trabajo y decidió apoyarlos y asesorarlos para emprender e identificaron que en el mercado hacían falta productos naturales que pueda usar toda la familia.
Ahora, el hermano mayor, Pablo, se enfoca en las ventas; y el menor, Juan Diego, se encarga con su mamá de la logística y administración. Los jóvenes ejecutivos refieren que su ilusión por emprender los ha llevado a colocar sus productos en diferentes mercados, por lo que la expansión está en marcha.
Laboratorio La Fama / Productos Polanco
Los esposos Érick López y Gabriela Rodas, son los emprendedores de Laboratorios La Fama, donde ocupan los cargos de director comercial y gerente de mercadeo y medios digitales.
La empresa fue fundada por los padres de Érick en el 2013, y posteriormente ambos se incorporaron al negocio, enfocándose en diversificar el negocio a varias líneas de venta o distribución. Como parte de la empresa impulsaron el emprendimiento de la marca Polanco.
Fabrican productos de lavandería e higiene del hogar con características de sostenibilidad ambiental y cuentan con siete categorías: detergente líquido, suavizante de ropa, desinfectante para piso, lavaplatos en crema y líquido, limpiador en polvo y cloro, explican los ejecutivos.
Abrieron puntos de venta directa pero debieron cerrarlos derivado de las restricciones de movilidad por la pandemia del covid-19, por lo que innovaron y pasaron a vender en línea y envíos a domicilio, modalidades en las que se empezaron a dar a conocer más y tuvieron mayor alcance ya que les abrieron oportunidades de surtir supermercados independientes y de grandes cadenas tanto en el país y como en Centroamérica. Además, lograron abrir mercado hacia Panamá y a Estados Unidos.
Pinturas Biotech
Christian Menjívar es el gerente comercial de la empresa familiar Biotech, la que inició hace 16 años, fabricando pinturas ecológicas biodegradables, libres de olor, sin plomo ni mercurio.
El emprendimiento surgió al enterarse de que su progenitora fue diagnosticada con cáncer, y creen que una de las causas se debió a la inhalación de vapores orgánicos en la tienda pinturas en la que trabajaba.
Hoy cuentan con tres líneas de producción, exportan a Estados Unidos y ya tienen alianzas para enviar producto a Puerto Rico, República Dominicana y El Salvador a partir del 2024. A nivel local prevén abrir 10 tiendas más, para atender proyectos habitacionales porque ya tienen como clientes a constructoras y desarrolladoras de vivienda.
Otro de los proyectos es el cambio de la línea de cubetas plásticas a otras fabricadas a base de maíz, que se degradan en alrededor de 12 meses. Cuentan con 45 empleados.
Chiltepico
Mario de León, gerente general de la empresa Chiltepico, explica que se dedica a la producción y distribución de salsas y condimentos y frutos picantes nativos de Guatemala. El emprendimiento surgió en el 2011 y les llevó tres años poder formalizarse como empresa.
Iniciaron con “una receta que nuestra bisabuela nos enseñó”, y en la actualidad cuentan con un catálogo con cinco sabores: chiltepe, chiltepe con albahaca, cobanero, habanero y pepita chile limón. Distribuyen su producto en cuatro cadenas de supermercados y tienen un crecimiento anual de ventas de 10% a 15%.
“En el proyecto iniciamos solo mi hermano César Alejandro y yo; posteriormente se incorporó nuestra madre Alicia Orellana y actualmente somos siete personas”.
El valor agregado de este emprendimiento es que no usan colorantes, saborizantes artificiales ni almidones. El desarrollo de un producto les lleva alrededor de seis meses y tres más para comercializar o ingresar a las cadenas de tiendas.
Tienen planes para impulsar más sabores, abarcar más comercios, tener más presencia en el interior y esperan poder exportar a Centroamérica, luego a Estados Unidos y otros países.
