Esto, porque muchos de los entrevistados refieren mejoras en ventas y rentabilidad, así como estabilidad en el empleo, pero aún ven muchos retos para el resto del año.
Entre los problemas principales que se afrontan están la inflación y el aumento de precios en materias primas, los cuales consideran que continuarán el resto del año, por lo que se prevé una menor existencia de inventarios, explicó Claudia Galán, directora económica de la entidad.
El 66% de empresarios coincidió en que hasta junio, hubo estabilidad en el empleo, lo que pudo deberse a la recuperación laboral, luego de la caída de alrededor de 100 mil puestos de trabajo durante el 2020.
En tanto, el 37% señaló crecimiento en la actividad económica y una cifra igual indicó que tuvieron mayores ventas en el primer semestre, aparte de que el 45 calificó su rentabilidad como estable: mientras que el 39% de compañías reportó un aumento de 20% en sus ventas en ese período, en relación con el 2021, el 31% señaló que la rentabilidad de sus empresas creció hasta un 20%.
Respecto a las perspectivas para el segundo semestre, se espera un desempeño positivo e incluso, mejor que en la primera parte del año, pero también se reflejan preocupaciones: El 75% cree que el empleo seguirá estable y el 51% estima que sus ventas también lo estarán. En términos generales, el 53% prevé resultados positivos de la actividad económica.
Sin embargo, el 33% respondió que puede tener una caída en la rentabilidad, especialmente si continúa el alza de precios derivado de la crisis internacional.
Impacto de la crisis de precios
Este se resume de la siguiente manera:
- El 40% opinó que el encarecimiento de las materias primas es el principal desafío para sus negocios en la actualidad.
- El 31% indica que es el aumento de la inflación.
- El 13% menciona la inestabilidad política.
- Mientras que el 8% opina que es el desabastecimiento.
- El 5% refiere que las dificultades están en el capital humano, la corrupción y la competencia desleal.
- Respecto al efecto en su negocio, el 48% señala que el aumento en el precios representa un reto para las empresas en 2022; el 23% indica que son los mayores costos logísticos; el 15%, menores ventas; y otro 15%, retrasos de los proveedores.
Muchos de estos rubros son resultado de shocks externos, como una demanda excesiva de productos luego de la caída en el 2020 derivado de la pandemia, además del conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
Pero también hay datos positivos, como que el 63% de directivos encuestados prevé que su producción y ventas se mantendrán durante el presente año, aunque el 34% estimó una reducción en sus existencias (inventarios).
Este comportamiento puede deberse al impacto también del alza de precios e inventarios internacionales en comodities y otros productos como el trigo, los combustibles, los fertilizantes y algunos productos agrícolas.
Cierre previsto
Entre otras proyecciones de cierre para el 2022, se mencionan:
- El 97% proyectó que el alza de precios se mantendrá durante la segunda mitad del 2022.
- También el 97% señala que la crisis de suministros presionó los precios al alza.
- Y 58% considera, como estrategias, la diversificación de proveedores; abastecimiento de materias primas; uso de mayor tecnología para facilitar los retos de la cadena suministro; y la digitalización para agilizar las operaciones y reducir costos.
Proyecciones oficiales
La Junta Monetaria (JM) revisó en agosto los indicadores macroeconómicos:
- Confirmó sin variaciones el crecimiento económico para el 2022 con un rango de entre 3% y 5%, con un valor central de 4%.
- Para el 2023, el valor central del crecimiento sería de 3.5% (en medio de un rango de 2.5% a 4.5%).
- Sin embargo, se revisó al alza la estimación de cierre de inflación para ambos años, subiendo de 6.75 a 7.75% para el cierre del 2022, ya que en julio se ubicó en 8.36%.
- La estimación del 2023 está en 5%.
